San Diego FC y la sombra de la violencia: ¿Hasta cuándo el fútbol será rehén de los fanáticos?
Una mirada crítica al auge de los disturbios en los estadios de la MLS y el desafío de los clubes para erradicar la violencia de sus gradas
San Diego FC ingresó a la Major League Soccer con ilusiones renovadas, una afición apasionada y un equipo competitivo que rápidamente se posicionó entre los mejores de la Conferencia Oeste. Pero tras apenas unos meses, la noticia no gira alrededor de sus goles ni de sus victorias, sino de batallas campales, insultos homofóbicos y múltiples episodios de violencia en sus partidos como local.
El club californiano se vio obligado a tomar medidas drásticas luego de los hechos ocurridos el 24 de mayo en el Snapdragon Stadium tras su electrizante victoria 2-1 ante LA Galaxy: 33 personas fueron vetadas de manera indefinida por participar en una pelea masiva que se extendió desde las tribunas hasta los estacionamientos del coloso de San Diego.
El contexto: un equipo joven con entusiasmo desbordado
Fundado en 2023 y sumado oficialmente a la MLS en la temporada 2025, San Diego FC surgió como parte del proyecto de expansión del fútbol en los Estados Unidos, una liga que constantemente busca nuevas plazas donde sembrar la pasión del deporte rey. Y San Diego, una ciudad con fuerte raíz latina, parecía ideal.
Y deportivamente, el club no ha decepcionado. Con un sólido rendimiento, ha sumado 27 puntos en sus primeros 16 partidos (8 victorias, 5 empates y solo 3 derrotas), ubicándose segundo en la tabla de la Conferencia Oeste. Sin embargo, el entusiasmo en las gradas ha comenzado a manifestarse de manera peligrosa.
Las imágenes que nadie quiere ver
Los videos en redes sociales mostraban escenas preocupantes: hombres encapuchados golpeándose brutalmente, gritos, objetos lanzados, agresiones a personal de seguridad y patrullas intentando contener el caos... todo esto en la primera fila del anillo superior del estadio, donde varios individuos estuvieron a centímetros de caer al vacío.
El club, en un comunicado, sentenció: “El comportamiento exhibido por estos individuos es completamente inaceptable y no refleja quiénes somos como club”, y prometió trabajar con la MLS y las autoridades para hacer cumplir las sanciones. Además, Snapdragon Stadium reforzará sus protocolos de seguridad.
Un patrón preocupante: no es la primera vez
Este fue el segundo gran altercado registrado en el estadio en lo que va del año. En abril, durante el partido frente a LAFC, estalló otra trifulca entre barras rivales. Videos muestran a seguidores encapuchados enfrentando incluso a la policía y personal de seguridad.
Y no solo se ha tratado de peleas. El partido inaugural en casa, el 1 de marzo, estuvo marcado por tres entonaciones del tristemente célebre grito homofóbico que se ha intentado erradicar desde hace años en el fútbol mexicano y que ahora resurge en las gradas californianas. El club condenó los hechos, pero el eco de esas palabras aún resuena.
Violencia en el estadio: una tendencia global que se expande
Lo que sucede en San Diego no es un caso aislado. Desde hace años, estadios en América Latina y Europa han enfrentado serios problemas de violencia. Desde las trágicas muertes en el Monumental de River Plate (2018) hasta los incidentes masivos en Querétaro (2022), pasando por disturbios recurrentes en partidos del Olympique de Marsella o el Napoli. El common denominator es siempre el mismo: una pasión mal canalizada.
La MLS, que en sus primeras décadas fue reconocida por su ambiente familiar y ordenado, comienza a vivir su propio desafío ante el crecimiento rápido y la incorporación de nuevas hinchadas jóvenes, intensas y, muchas veces, irreverentes.
¿Hay solución a este problema?
Expertos en sociología del deporte afirman que la violencia en los estadios responde a múltiples causas: descontrol de masas, falta de educación emocional, consumo de alcohol y una identidad desmedida con los colores del club que lleva a la desconexión con la realidad.
“Los estadios se convierten en pequeños campos de guerra simbólica donde los asistentes creen que deben ‘defender’ su territorio a toda costa”, explica el sociólogo argentino Pablo Alabarces. “Cuando no hay una cultura cívica sólida y la seguridad no es eficiente, todo explota”.
Pero hay medidas y precedentes. En Inglaterra, tras la tragedia de Hillsborough y los años oscuros del hooliganismo, se instauraron sistemas de identificación, cámaras de vigilancia, penas legales e interdicciones (bans) firmes para quienes rompen las normas. Hoy, la Premier League es una de las más seguras del mundo en cuanto al comportamiento de sus fanáticos en las gradas.
¿Qué está haciendo San Diego FC y la MLS?
El club ha comenzado con castigos ejemplares: los 33 sujetos vetados no podrán asistir a ningún partido del equipo, ya sea en casa o como visitante. Además, se está trabajando junto con MLS y autoridades policiales para identificar a más involucrados y elevar el caso al ámbito judicial cuando corresponda.
La MLS ha intensificado las campañas de prevención, con mensajes institucionales antes, durante y después de los partidos que apelan al buen comportamiento, la inclusión y el respeto mutuo. Se ha promovido también el uso de aplicaciones móviles para que los hinchas reporten comportamientos violentos de forma anónima durante los partidos.
¿Y la afición qué dice?
En las redes sociales, la reacción ha sido mixta. Una gran mayoría de seguidores de San Diego FC lamenta los hechos y exige medidas aún más duras. Otros, en cambio, relativizan las peleas como “parte del folclore”, un argumento tan viejo como peligroso.
“No me siento segura yendo con mis hijos al estadio”, comentó en X (antes Twitter) una usuaria identificada como @FutbolMomSD. “Vine por la pasión del juego, pero no quiero terminar en el hospital por un malentendido”.
Por otro lado, algunos ultras han manifestado molestia con los vetos, alegando persecución de la seguridad hacia sus grupos organizados. “No somos delincuentes, somos hinchas”, dijo un representante de una de las barras más activas de San Diego, que pidió no ser identificado.
El fútbol no puede permitir esto
Hay una línea clara entre la pasión y la barbarie, y cuando se cruza, los valores del deporte se desfiguran. Es tarea de todos, clubes, ligas, autoridades y, sobre todo, los hinchas auténticos que aman el fútbol y no la violencia, garantizar que los estadios sean lugares seguros, diversos y alegres.
La MLS está en un punto de inflexión. Su crecimiento, su difusión internacional, las contrataciones estelares (Messi, Suárez, Insigne, Bale en su momento) trajeron una atención mediática sin precedentes. Pero la exposición también evidencia los males que se deben corregir antes de que sea demasiado tarde.
La pelota sigue rodando, pero el desafío es mucho más grande
Este fin de semana, San Diego FC recibe a Austin FC. Todas las miradas estarán sobre el ambiente en el Snapdragon Stadium. No por el resultado, sino por si se logra devolverle al fútbol lo que le corresponde: ser una fiesta, no un campo de batalla.
Y para eso, cada hincha debe asumirse como parte del problema o parte de la solución. Porque en el fondo, el fútbol también es una responsabilidad colectiva.