Tomoyuki Sugano, el as silencioso de los Orioles que podría cambiar el panorama de las Grandes Ligas
Con una temporada brillante en su debut en las Grandes Ligas, el japonés enfrenta la incertidumbre del mercado de traspasos, mientras se convierte en la esperanza del pitcheo de Baltimore
Baltimore, julio de 2025 – En medio del sofocante verano beisbolero y con la fecha límite de traspasos a la vuelta de la esquina, un nombre comienza a generar cada vez más ruido en los pasillos de las oficinas de los equipos contendientes: Tomoyuki Sugano, el lanzador japonés que ha sorprendido en su primera campaña en las Grandes Ligas con los Baltimore Orioles.
¿Quién es Tomoyuki Sugano?
Para muchos aficionados al béisbol de las Grandes Ligas, el nombre de Sugano ha aparecido casi como por arte de magia esta temporada. Sin embargo, en Japón es una leyenda. Antes de firmar con Baltimore en diciembre de 2024, el derecho de 35 años forjó una destacada carrera con los Yomiuri Giants en la Nippon Professional Baseball (NPB), donde registró múltiples temporadas de nivel élite con ERA por debajo de 2.50 y dos premios Sawamura (el equivalente japonés al Cy Young).
En su país natal, Sugano era conocido por su control quirúrgico, su compostura en los momentos clave y un repertorio que incluía una recta precisa, un slider devastador y una curva que inducía rodados con frecuencia. No era un lanzador de 100 millas por hora, pero dominaba con inteligencia. Ahora, ese talento lo ha trasladado a las Mayores con resultados notables.
Un debut silencioso pero brillante
En lo que va de su temporada debut en MLB, Sugano ha tenido una campaña solvente. Su marca de 8-5 y una ERA de 3.22 (al corte del 27 de julio) lo han posicionado como una de las notas positivas dentro de un equipo de Orioles que lucha por no quedarse en el sótano de su división.
Quizás lo más admirable es su adaptabilidad. Tras un sólido comienzo en abril y mayo, Sugano atravesó por semanas difíciles en junio, especialmente con un par de salidas desastrosas ante Tampa Bay y Texas. Lejos de dejarse abrumar, realizó ajustes en su mecánica y encontró nuevamente su mejor forma. El mejor ejemplo fue su salida ante los New York Mets el 10 de julio, donde registró seis innings de dominio con solo cuatro imparables permitidos.
“Es obviamente mi primera vez enfrentando este tipo de situaciones. No sé qué va a pasar”, reconoció Sugano tras su última salida, visiblemente tranquilo, pero con la incertidumbre a cuestas.
Referente en el clubhouse
Pero Sugano brilla tanto dentro como fuera del campo. Dentro del clubhouse de los Orioles, se ha ganado rápidamente el respeto y afecto de sus compañeros. El mánager interino Tony Mansolino no duda en elogiar su impacto:
“Él es muy querido en ese vestidor. Los jugadores bromean con él, y él con ellos. Ha sabido integrarse con mucha dignidad y humildad”, mostró Mansolino ante la prensa. “Y cuando lanza bien, tenemos una oportunidad real de ganar.”
Ese liderazgo silencioso y profesional es algo que muchas franquicias valoran enormemente, especialmente en un lanzador veterano que puede aportar presencia tanto en la lomita como en el banco.
El dilema en Baltimore: ¿retener o negociar?
Los Orioles se encuentran en una posición difícil. Pese a que los resultados colectivos no acompañan, Sugano representa uno de sus activos más atractivos y valiosos en el mercado. Su contrato por un año facilita cualquier movimiento, y su experiencia internacional, sumada a un brazo todavía en óptimas condiciones, lo hacen ideal para reforzar una rotación con aspiraciones de playoffs.
Apenas faltan días para la fecha límite de traspasos y ya circulan rumores de que equipos como los Los Angeles Dodgers, Texas Rangers o incluso los Atlanta Braves, estarían considerando seriamente adquirir a Sugano, quien podría convertirse en el “as bajo la manga” para la recta final de la temporada.
Sugano: ¿la pieza clave que falta para un contendiente?
En la historia reciente de las Grandes Ligas, varios lanzadores han cambiado de equipo en la segunda mitad de la temporada para convertirse en piezas clave rumbo a la postemporada. Desde Justin Verlander con Houston en 2017 hasta Max Scherzer con los Dodgers en 2021, los ejemplos abundan.
Sugano podría seguir ese camino. Con una efectividad consistente, sin problemas físicos y prueba de haber dominado alineaciones complejas, hay argumentos de sobra para considerar que el japonés puede liderar una rotación o complementar a las figuras de una franquicia aspirante.
Los scouts se han quedado impresionados por su whiff rate (tasa de swings fallidos) que ronda el 28%, y sus 8+ ponches por salida en julio, a pesar de no tener un brazo explosivo. Tan importante como su dominio en la loma es su eficiencia: lanza strikes, evita bases por bolas y mantiene el juego en movimiento.
El factor cultural: tras la estela de otras estrellas japonesas
El impacto de lanzadores japoneses en MLB no es nuevo. Desde Hideo Nomo en los 90, pasando por Yu Darvish, Masahiro Tanaka, Koji Uehara, hasta el fenómeno actual de Shohei Ohtani, la habilidad técnica y ética de trabajo niponas han encontrado eco en la liga estadounidense.
Sugano, pese a debutar en MLB a los 35 años, no es la excepción. Su llegada demuestra que no existe edad para triunfar si se cuenta con el talento, la disciplina y la inteligencia deportiva. En cierto modo, la narrativa de Sugano recuerda a la de Colby Lewis, quien tras resurgir en Japón, volvió a las Grandes Ligas y se convirtió en pilar de los Rangers en su momento.
¿Renta emocional o ventaja competitiva?
Para los Orioles, la decisión es más difícil de lo que parece. Traspasar a Sugano puede ayudar a llenar necesidades del sistema de ligas menores, pero dejaría un vacío en la rotación y, sobre todo, en el ánimo del vestuario. Se trata de un veterano con liderazgo, autogestión, y sobre todo, con hambre competitiva.
Del lado de Sugano, la postura es clara: le gustaría quedarse. A pesar de las exigencias del calendario y del idioma, se siente cómodo en Baltimore. “Obviamente espero quedarme, pero entenderé lo que pase”, ha dicho en múltiples ocasiones.
¿Última salida en Baltimore?
La victoria 5-1 sobre los Colorado Rockies el pasado 27 de julio podría ser la última que vista la camiseta de los Orioles. En esa salida, Sugano lució dominante: 6 entradas, 4 hits, 8 ponches, 0 bases por bolas. Fue una suerte de carta de presentación para cualquier interesado, y también una prueba de que, al menos por ahora, está lanzando su mejor béisbol del año justo cuando más importa.
El béisbol es, en muchos casos, un juego de negocios. Pero también es un deporte de pasiones, de conexiones, de momentos. Tomoyuki Sugano encarna esa dualidad. Mientras él se concentra en su próxima apertura, los teléfonos de gerentes generales no dejan de sonar.
¿Será que Baltimore retendrá a su joya silenciosa? ¿O lo veremos cambiar de costa para liderar a un equipo en octubre? En cualquiera de los dos casos, Tomoyuki Sugano ya dejó claro que llegó para quedarse en la élite del béisbol mundial.