Juan Soto y Ronny Mauricio impulsan a los Mets en una semana de ensueño

La racha de siete victorias consecutivas de los Mets revive las esperanzas en Queens mientras sus estrellas emergentes y veteranos brillan a lo grande

Los Mets de Nueva York están encendidos. Con su victoria del domingo por 5-3 ante los Gigantes de San Francisco, el equipo logró igualar su mejor racha ganadora de la temporada: siete triunfos consecutivos. Más allá del triunfo, lo que ha captado la atención de aficionados y expertos es cómo figuras como Ronny Mauricio y Juan Soto se han convertido en catalizadores ofensivos y emocionales de esta racha positiva.

Un domingo clave para los Mets

El domingo en San Francisco fue todo un espectáculo. Ronny Mauricio, el joven dominicano que empieza a consolidarse como una figura importante del equipo, tuvo su mejor partido del año: se fue de 4-4 con dos dobles, dos carreras impulsadas y un jonrón clave.

Ese jonrón, en la séptima entrada, empató el juego justo cuando los Mets parecían tambalear tras el segundo jonrón del día de Matt Chapman de los Gigantes. El cuadrangular de Mauricio no solo empató las acciones, sino que fue un mazazo psicológico para los locales. Lo mejor: cayó en McCovey Cove, una zona famosa por sus jonrones en San Francisco.

Poco después, el turno fue de Juan Soto. El jardinero derecho conectó su 25º jonrón de la temporada para darle la ventaja definitiva a los Mets. Con una temporada sólida y liderazgo ofensivo, Soto demuestra por qué es considerado uno de los bateadores más temidos del béisbol actual.

Un bullpen que responde bajo presión

La racha ganadora de los Mets no sería posible sin una sólida labor del cuerpo de lanzadores. Kodai Senga, el abridor del partido del domingo, tuvo problemas con el control (dio cinco boletos en cinco entradas), pero el bullpen supo contener los embates de San Francisco.

El dominicano José Buttó fue el primero en relevar y se apuntó la victoria con tres outs cruciales. Luego, el recién adquirido Gregory Soto tuvo un debut impecable con los Mets, lanzando una séptima entrada perfecta. Y finalmente, Edwin Díaz cerró el partido con su 23º salvado del año, ponchando a Willy Adames y Matt Chapman, evitando una posible remontada.

Ronny Mauricio: de promesa a realidad

Con solo 23 años, Mauricio está mostrando por qué fue considerado uno de los mejores prospectos de los Mets. En 2024 fue llamado en septiembre, pero en esta campaña ha encontrado su lugar en el equipo grande. Su bateo ha mejorado notablemente, y su defensa, aunque todavía en desarrollo, ha sido fundamental en momentos claves. El domingo demostró agilidad e inteligencia al eliminar a Heliot Ramos intentando avanzar a tercera base con una jugada cargada de reflejos.

Estos detalles hacen entrever que Mauricio no solo tiene talento, sino también instinto ganador y temple de grandes ligas.

Juan Soto, el líder silencioso en Flushing

Desde su llegada a Nueva York, Juan Soto ha asumido un liderazgo natural. Lejos de las tensiones contractuales que marcaron su etapa final en Washington, el dominicano vive un nuevo aire y se ha centrado en su juego.

Ese cuadrangular del domingo fue su número 25 de la temporada, consolidándolo como el máximo jonronero de los Mets. Está bateando .296 con 77 carreras impulsadas hasta ahora. Muchos en Queens sueñan con una extensión de contrato que lo mantenga como la cara de la franquicia por muchos años.

Una rotación que busca estabilidad

Si hay un punto débil que los Mets buscan corregir, es la estabilidad de su rotación abridora. Senga ha sido inconsistente y eso se notó el domingo. Por fortuna, el bullpen ha respondido, pero el cansancio puede pasar factura si los abridores no comienzan a lanzar más entradas por partido.

Frankie Montas tiene una cita clave en el próximo juego ante San Diego. Con marca de 3-1 y una efectividad de 4.62, Montas ha mostrado destellos de su mejor versión, pero necesita ser más constante para consolidarse como una pieza fiable.

Los Mets y su lucha en el Este de la Liga Nacional

Con esta victoria los Mets han tomado una ventaja de partido y medio sobre los Phillies al tope de la División Este de la Liga Nacional. Esa división, como suele ocurrir, está muy pareja. En años recientes, ganar la división ha sido casi sinónimo de llegar profundo en los playoffs. En 2022, los Braves llegaron hasta la Serie Divisional tras liderar el Este de la Nacional, mientras que en 2021 los mismos Braves ganaron la Serie Mundial.

Para los Mets, no es solo ganar partidos, es mandar un mensaje: están para competir, no solo para entretener.

Un vistazo histórico: Mets y sus rachas ganadoras

Desde 1962, año de fundación de los Mets, pocas rachas han tenido impacto tan positivo como la actual. Aunque no es la más larga de la historia —en 1969 ganaron 11 partidos consecutivos durante su campaña campeona—, la racha actual llega en un punto estratégico: a pocas semanas del cierre de la temporada, cuando cada partido parece valer el doble.

La última vez que los Mets ganaron siete juegos consecutivos fue en abril de este mismo año, lo que demuestra que este equipo tiene potencial incluso superior al que muestran sus estadísticas globales.

Lo que viene: desafíos importantes

Después de barrer en San Francisco, los Mets viajan a San Diego para enfrentar a unos Padres irregulares pero peligrosos. Posteriormente, una serie ante los Bravos de Atlanta puede marcar el destino inmediato del equipo.

No hay margen para relajarse, y es aquí donde la madurez de jugadores como Soto, Nimmo, McNeil y Lindor será crucial para guiar a los jóvenes como Mauricio o el propio Buttó en este tramo clave.

¿Están los Mets listos para octubre? Nadie lo sabe con certeza. Lo que es innegable es que la química del equipo, el nivel individual de sus figuras y la confianza que han despertado son los ingredientes que antes de octubre pueden cocinar algo muy especial en Queens.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press