España reina en Basilea: Una final con sabor inglés que coronó el fútbol femenino
El gol de Mariona Caldentey y la consistencia táctica de España definen una final histórica contra Inglaterra en la Eurocopa Femenina 2025
Un duelo de campeonas en Basilea
La final de la Eurocopa Femenina 2025 en el St. Jakob-Park de Basilea fue mucho más que un partido: fue una lección táctica, una batalla de estilos y una nueva página dorada para el fútbol femenino español. El gol de Mariona Caldentey en el minuto 25 no solo abrió el marcador, sino que encapsuló la identidad de un equipo que ha construido su éxito sobre el pase corto, la visión colectiva y el compromiso técnico. Con esta victoria parcial, España se impuso sobre Inglaterra en una primera parte cargada de tensión, errores no forzados, y oportunidades claras para ambos conjuntos.
España, precisión y paciencia
El tanto llegó tras una jugada que pareció calcada de los manuales del fútbol británico: un centro desde la línea de fondo de la lateral Ona Batlle que aterrizó perfectamente en la cabeza de Mariona Caldentey, jugadora del Arsenal. El remate fue impecable, y con ello, España confirmó su dominio inicial ante un equipo inglés que, como en cuatro de sus seis partidos anteriores en el torneo, tuvo que remar desde atrás.
"Estábamos listas para este momento. Sabíamos que Inglaterra vendría fuerte, pero nuestro control del balón y confianza en el plan de juego nos dio la ventaja desde el inicio", dijo Caldentey tras el partido.
Inglaterra, presa de sus errores y su inconsistencia
Las Leonas tuvieron una ocasión clarísima para abrir el marcador al minuto 19. Un error de la guardameta española, Cata Coll, quien regaló el balón dentro del área, dio lugar a un disparo peligroso de Lauren Hemp que fue bien contenido por la propia Coll. El aviso fue claro: Inglaterra no necesitaba dominar para crear peligro, pero una vez más, se topó con la muralla defensiva ibérica.
Este patrón ha sido recurrente en el torneo para Inglaterra. A pesar de contar con una nómina de estrellas y ser las actuales campeonas (tras su título en la Euro 2022), el equipo dirigido por Sarina Wiegman mostró fisuras estructurales ante equipos más organizados en defensa y con mejor circulación de balón.
Mariona y Esther, las claves ofensivas
España generó más oportunidades claras. Mariona estuvo muy cerca de anotar antes del primer gol, mientras que Esther González, máxima goleadora del torneo, dispuso de hasta tres oportunidades que no logró concretar. Pero fue el trabajo colectivo el que brilló con mayor intensidad.
La asociación entre Aitana Bonmatí, Alba Redondo y Teresa Abelleira en el mediocampo neutralizó los intentos de presión inglesa. El equipo mostró una templanza y disciplina táctica envidiables, cocinando las jugadas con pausa y precisión. En total, España registró un 63% de posesión en el primer tiempo y completó más de 300 pases, frente a los 180 de Inglaterra.
De princesas a reinas
No solo fue un espectáculo futbolístico; también hubo presencia de la realeza. En el palco VIP, el príncipe William y su hija, la princesa Charlotte, siguieron atentos el desempeño inglés. Frente a ellos, la princesa Leonor de España y su hermana, la infanta Sofía, representaban los intereses de la nación ibérica. Un duelo simbólico que añadía carga emocional y espiritual al evento.
La presencia de estas figuras subraya la creciente relevancia que el fútbol femenino ha adquirido en Europa. La Eurocopa Femenina 2025 está rompiendo récords: en audiencia, asistencia a estadios y cobertura mediática. Solo la final ha generado más de 300 millones de impresiones en redes sociales según datos de UEFA Media Analytics.
Un torneo que marca un antes y un después
Esta edición de la Eurocopa Femenina representa un punto de inflexión. Más allá de lo deportivo, el evento ha sido una vitrina de visibilidad y reivindicación para el deporte practicado por mujeres. Según la UEFA, las ventas de entradas superaron los 500.000 tickets, con partidos como la semifinal entre España y Francia que llenó el estadio con más de 45.000 asistentes.
"Este torneo consolida el crecimiento exponencial del fútbol femenino. Ya no se trata de comparaciones con el masculino. Es un espectáculo en sí mismo", declaró Nadine Kessler, jefa de fútbol femenino en la UEFA.
Lo que deja la final, más allá del resultado
Al margen del resultado final (aún no oficial cuando se escribe este artículo), la final entre España e Inglaterra es un reflejo del camino que lleva recorrer el fútbol femenino. La calidad técnica mostrada, la pasión desde las gradas y las historias humanas —como la redención de Cata Coll tras su error inicial— son elementos que alimentan el alma de este deporte.
Si el primer tiempo fue un indicio, España no solo ha venido a competir: ha venido a dominar. De confirmarse la victoria, sería el primer título europeo para las españolas, una generación dorada que ya ganó el Mundial Sub-20 en 2022, y que ahora madura en el escenario senior bajo la dirección técnica de Montse Tomé.
España: ¿Un nuevo imperio europeo?
Con una cantera prolífica, academias cada vez mejor financiadas y ligas domésticas en expansión, España parece destinada a ocupar un lugar preferente en el podio del fútbol femenino durante la próxima década. Clubes como el FC Barcelona han apostado fuerte por sus secciones femeninas, ganando dos Champions League en cuatro años y con una plantilla que proporciona la columna vertebral de la selección nacional.
Por su parte, Inglaterra, sin dejar de ser potencia, deberá revisar sus errores tácticos y la dependencia de sus extremos para generar peligro. La ausencia de un plan B y la falta de soluciones en el centro del campo se volvió una constante problemática en esta Euro 2025.
Una victoria con eco de futuro
El gol de Mariona fue más que una estadística. Fue una declaración. Un símbolo de cómo el fútbol femenino español ha abrazado lo mejor de la tradición inglesa —centros precisos, posicionamiento aéreo— y lo ha combinado con su genialidad propia. El resultado: una propuesta fresca, ganadora y lista para perdurar en la memoria colectiva de los aficionados.
En palabras de la propia Mariona: "No solo queríamos ganar, queríamos convencer, jugar a nuestro estilo. Hoy se lo mostramos al mundo".
La historia se está escribiendo. Y España tiene la pluma.