¡Hulkamanía para siempre! El legado de Hulk Hogan en la lucha libre y la cultura pop

Más que un luchador: cómo Terry Bollea transformó la WWE, conquistó Hollywood y se volvió un ícono estadounidense

Hulk Hogan ha muerto. A los 71 años, el hombre cuyos “24-inch pythons” y su grito de guerra “Whatcha gonna do when Hulkamania runs wild on you?” definieron una era de la lucha libre profesional, ha fallecido dejando tras de sí un legado inmenso, no solo en el cuadrilátero, sino también en la cultura popular estadounidense.

Un héroe (muy americano) hecho a base de músculos, mostacho, y carisma

Hogan, cuyo nombre real era Terry Gene Bollea, nació en Augusta, Georgia, en 1953. Aunque sus inicios fueron en la música (tocaba el bajo en bandas de rock), fue en la lucha libre donde encontró su verdadera vocación. Después de entrenarse con Hiro Matsuda, debutó profesionalmente a fines de los años 70. Sin embargo, fue su regreso a la entonces WWF (World Wrestling Federation) en 1983 lo que marcaría el inicio de una era dorada para el espectáculo.

En enero de 1984, Hogan ganó su primer campeonato mundial al derrotar a The Iron Sheik en el Madison Square Garden. Con esa victoria, nació la Hulkamanía. En los años siguientes, su imagen como un héroe estadounidense, con ropa colorida, música de entrada triunfante y un físico impresionante, se volvió omnipresente.

El nacimiento de una religión pop: WrestleMania y el 'Super Bowl de la lucha'

En 1985, Vince McMahon vio en Hogan la figura perfecta para lanzar su ambicioso proyecto de WrestleMania, un evento de lucha libre masiva transmitido a nivel nacional. En la primera edición, Hogan se unió al actor Mr. T para enfrentar a Roddy Piper y Paul Orndorff, en un combate que contó con la presencia de Muhammad Ali como árbitro. Fue un éxito rotundo y estableció un modelo rentable de promoción deportiva con celebridades, música y espectáculo que se seguiría replicando.

Hulk Hogan no era solo el rostro de la WWF. Era la WWF. Entre su rivalidad con André The Giant, su asociación con Randy 'Macho Man' Savage y su presencia constante en televisión y radio, Hogan cimentó un imperio mediático que llevó la lucha libre a un público amplio y multigeneracional.

¿Héroe o villano? Hollywood Hogan y el nacimiento de la nWo

En 1996, mientras las guerras de audiencia entre WWF y WCW (World Championship Wrestling) alcanzaban su punto más candente, Hogan sorprendió al mundo cambiando de bando y adoptando el rol de heel (villano). Como Hollywood Hogan, fundó el grupo New World Order (nWo) junto a Kevin Nash y Scott Hall en WCW —una movida que revitalizó su carrera y ayudó a WCW a liderar los ratings por primera vez en años.

Fue una demostración de su versatilidad como personaje. Pasó de ser el adalid del american way of life a convertirse en el tipo más despreciado del negocio —y aún así, los fanáticos no podían dejar de verlo.

Más allá del ring: el Hulk en el cine, la TV y los tabloides

La era de Hogan Knows Best en la década del 2000 mostró otro lado (y otra cara) del luchador: el padre de familia, celebridad y humano con defectos. Su aparición en películas como Rocky III (1982) —interpretando a Thunderlips— y Mr. Nanny (1993), aunque no ganaron premios, ayudaron a que la lucha libre aterrizara frente a públicos menos asiduos del mundo deportivo.

Pero su popularidad también lo dejó vulnerable: en 2012, Hogan fue víctima de un escándalo mediático cuando el sitio Gawker publicó un video de contenido íntimo sin su consentimiento. El juicio que siguió cambió las leyes de privacidad digital en EE.UU. En 2016, un jurado de Florida le otorgó $140 millones en indemnización ($115 millones en compensación más $25 millones en daños punitivos), llevando a la quiebra a Gawker Media.

El luchador y la política: 'Trumpamanía' en la arena pública

En sus últimos años de vida, Hogan se sintió cada vez más cómodo en el ámbito político. En la Convención Nacional Republicana de 2024, apoyó fuertemente a Donald Trump con una teatralidad casi sacada de un guion de WrestleMania. Gritó: “¡Let Trumpamania run wild, brother!” mientras rasgaba su camiseta para mostrar otra con el logo de la campaña Trump-Vance.

Fue un momento surreal, una intersección entre la política y el entretenimiento en la era moderna del populismo estadounidense. Y Hogan fue el puente perfecto para eso: un showman sin miedo al ridículo y con un entendimiento innato de lo que significa ser un ícono.

Una despedida colosal: el homenaje de figuras del wrestling y los fanáticos

En redes sociales, leyendas de la lucha libre como Ric Flair, Brutus Beefcake y el mismo JD Vance (candidato a vicepresidente junto a Trump) ofrecieron despedidas cargadas de emoción. Flair escribió: “Hulk ha estado a mi lado desde que comenzamos. Fue un atleta increíble, un amigo, y un padre. Nadie se compara contigo, Hulkster.

WWE también emitió un comunicado condolencias: “Uno de los rostros más reconocibles de la cultura pop, ayudó a que la WWE alcanzara un reconocimiento global en los años 80.

Legado eterno: lo que Hulk Hogan le deja al mundo

Hogan no fue un simple luchador. Fue una idea, una atmósfera, una marca. Desde el merchandising millonario de camisetas, figuras de acción, y videojuegos, hasta los millones de fanáticos que imitaron sus movimientos y frases, su impronta es comparable con la de Elvis, Michael Jordan o The Beatles en sus respectivos nichos.

  • 12 veces campeón mundial (6 veces en WWF/WWE, 6 veces en WCW).
  • Inducido al Salón de la Fama de WWE en 2005.
  • Portada de más de 50 videojuegos y millones de productos licenciados.
  • Participación en más de 30 películas y shows de televisión.
  • Una figura reconocida incluso por quienes nunca vieron un combate de lucha libre completo.

En su autobiografía, Hogan escribió: “El ring era mi universo. Allí podía ser lo que quisiera. Allí no solo era Hulk Hogan. Era un símbolo de fuerza, de redención, de lucha.” Hoy, ese símbolo ha entrado en la inmortalidad.

Brother, descansa en paz. La Hulkamanía vivirá por siempre.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press