Ucrania entre la guerra y la desconfianza: ¿retroceso en la lucha contra la corrupción?

La reciente ley firmada por Zelenskyy desata protestas masivas y críticas internacionales, en un momento crítico de la guerra contra Rusia

  •  EnPelotas.com
    EnPelotas.com   |  

Una nación en guerra, una población que exige transparencia

En un país que lleva más de tres años resistiendo una invasión a gran escala por parte de Rusia, un nuevo frente de batalla ha surgido: la confianza de los ciudadanos en su propio gobierno. El epicentro de este conflicto no está en el frente militar, sino en las instituciones anticorrupción ucranianas, cuyo futuro se tambalea tras la aprobación de una polémica ley promulgada por el presidente Volodymyr Zelenskyy.

El detonante: una ley controvertida

La ley, adoptada por la Rada (Parlamento ucraniano), otorga múltiples atribuciones nuevas al fiscal general del país en cuanto a supervisión e intervención en casos manejados por el Buró Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU) y la Fiscalía Anticorrupción Especializada (SAPO). Críticos, tanto internos como internacionales, consideran que con este cambio legislativo se debilitó significativamente la independencia de estas instituciones.

“Es un grave retroceso en los esfuerzos anticorrupción del país”, afirmó Marta Kos, Comisaria de Ampliación de la Unión Europea, a través de su cuenta en la red social X.

Tres años de guerra, la primera protesta interna masiva

El martes por la noche, miles de ucranianos salieron a las calles en Kyiv y otras ciudades a manifestarse contra lo que consideran una amenaza al corazón de las reformas democráticas iniciadas tras la Revolución de la Dignidad en 2014. Activistas, ciudadanos comunes, veteranos de guerra y funcionarios se unieron bajo una petición clara: vetar la ley.

La protesta no solo fue numerosa, sino emocionalmente cargada. “Los que juraron proteger la Constitución ahora sólo protegen a sus aliados”, dijo el veterano de guerra Oleh Symoroz, quien perdió ambas piernas en combate en 2022, desde su silla de ruedas en medio de la multitud.

Zelenskyy responde, pero insiste

Presionado por la opinión pública y consciente del descontento, Zelenskyy organizó el miércoles una reunión de emergencia con los líderes de las principales agencias de seguridad y anticorrupción del país. Después del encuentro, escribió en Telegram: “Todos oímos lo que dice la sociedad”, pero defendió la ley como una herramienta necesaria para acelerar las investigaciones y facilitar castigos más contundentes.

“Los casos no pueden tardar años en resolverse. Aquellos que han huido de Ucrania y viven en el extranjero sin consecuencias legales deben rendir cuentas”, afirmó.

¿Depuración o concentración del poder?

De acuerdo con el ejecutivo, la nueva ley apunta a erradicar la influencia rusa en las instituciones ucranianas. Zelenskyy argumentó que existen casos estancados debido a infiltraciones y compadrazgos que han impedido el avance de procesos judiciales clave. Sin embargo, no proporcionó ejemplos concretos ni evidencias claras de dicha interferencia.

Desde la sociedad civil, la reacción no fue de confianza. Transparencia Internacional Ucrania expresó que “el Parlamento ha desmontado parte esencial de la arquitectura contra la corrupción que tanto costó construir”. Advirtieron que Ucrania corre el peligro de perder no solo la fe ciudadana interna, sino también el apoyo internacional.

Europa observa con preocupación

La preocupación alcanza incluso a las puertas de Bruselas. La lucha contra la corrupción fue una de las condiciones principales impuestas por la Unión Europea para considerar seriamente una futura adhesión de Ucrania al bloque. Además, la eficacia en los controles institucionales es clave para acceder a la ayuda internacional, incluyendo miles de millones de dólares provenientes de países occidentales, especialmente en el contexto de la guerra con Rusia.

“Este retroceso puede comprometer no solo su camino hacia la Unión Europea, sino también la legitimidad de su actual liderazgo”, concluyó un funcionario europeo en declaraciones a Politico.

Una herida que se remonta a 2014

Muchos acusan a la clase política ucraniana de intentar retomar el control de los organismos creados tras el estallido de la Revolución de la Dignidad en 2014, momento clave en el que la ciudadanía exigió la construcción de un Estado más limpio y justo. La NABU y SAPO fueron concebidas precisamente como armas independientes para atacar la corrupción endémica que plagaba (y aún plagaba) al país.

“Estamos viendo cómo se va desmantelando, paso a paso, una de las reformas más importantes desde el Maidan”, dijo Daria Kaleniuk, directora del Centro de Acción Anticorrupción, una ONG con sede en Kyiv.

Rusia no pierde oportunidad de burlarse

Desde Moscú, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, no dejó pasar la oportunidad para ridiculizar la situación. Ante las acusaciones de Zelenskyy sobre la supuesta infiltración rusa en las agencias anticorrupción, Zakharova ironizó: “Entonces, ¿por qué no sacan un par de osos rusos del armario también?”

La burla es sintomática: para Rusia, la grieta entre Zelenskyy y su pueblo puede ser una victoria política sin necesidad de disparar una sola bala.

¿Veto o confrontación prolongada?

Los activistas han convocado a nuevas movilizaciones para seguir oponiéndose a la ley. Este miércoles, otra manifestación se efectuó en el centro de Kyiv a las 8 p.m., y no se descartan más jornadas de protesta si no se deroga la legislación.

En un contexto bélico, las divisiones internas pueden resultar costosas. El pueblo ucraniano ha soportado bombardeos, pérdida de territorios, exilio y destrucción. La sensación de que el esfuerzo de miles de soldados y ciudadanos ha sido utilizado para beneficiar intereses políticos personales es inaceptable para muchos.

“Si estamos luchando contra Rusia, necesitamos hacerlo también desde dentro. No podemos permitir que la corrupción destruya lo que tanto sacrificio nos ha costado”, afirmó Oleh Symoroz.

Un futuro incierto

A medida que las delegaciones ucranianas y rusas se vuelven a reunir –esta vez en Estambul– para una tercera ronda de negociaciones en dos meses, la estabilidad interna en Ucrania se vuelve aún más vital.

Los líderes europeos, las ONGs internacionales, y sobre todo los ucranianos de a pie, están atentos. El dilema de Zelenskyy en este momento no es menor: atender a las demandas legítimas de un pueblo cansado de promesas, o apostar todo al pragmatismo legislativo en medio de una guerra sin final visible.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press