Brian Harman y el arte de dominar los links: ¿rumbo a otra conquista en el British Open?

Con un juego quirúrgico, el 'Carnicero de Hoylake' vuelve a demostrar que el golf de precisión aún tiene un lugar privilegiado en los links

Brian Harman ha vuelto a levantar la ceja del mundo del golf con una actuación implacable en la edición del British Open de este año en el legendario Royal Portrush. Con un recorrido de 6-bajo par 64 en su segunda ronda, el estadounidense se posiciona firmemente para buscar su segundo título del Open Championship, tras su icónica victoria en Royal Liverpool en 2023.

El regreso del 'Carnicero de Hoylake'

La prensa británica lo bautizó con afecto como el “Carnicero de Hoylake”, aludiendo tanto a su despiadada eficacia en el campo como a su afición por la caza en su Georgia natal. Pero más allá del apodo pintoresco, Harman ha demostrado ser un maestro del golf de precisión, un arte que a menudo pasa desapercibido en una era dominada por los drives de 300 yardas y la potencia bruta.

Con su ronda sin bogeys en Portrush y una ejecución precisa en cada hoyo, el zurdo de 37 años ha propuesto una lección magistral sobre cómo navegar un links tradicional bajo condiciones meteorológicas favorecedoras, pero aún desafiantes.

Royal Portrush: tradición e historia

Este año, el British Open regresa a Royal Portrush en Irlanda del Norte, uno de los campos más emblemáticos de la rotación del Open. Si bien el clima ha jugado más a favor de los jugadores en esta ocasión —sol brillante y brisas moderadas— las características típicas de un link, con bunkers traicioneros y rebotes inesperados, exigen máxima concentración y adaptabilidad.

“Vas a terminar en lugares extraños donde nada parece justo, y simplemente tienes que resistir,” dijo Harman en rueda de prensa. Y vaya que lo ha hecho: con sus 8 bajo par totales, se posiciona tres golpes por delante de figuras como Harris English, Rasmus Hojgaard, Tyrrell Hatton y Robert MacIntyre.

Una cátedra de control mental y estrategia

La calma con la que Harman se desenvuelve en los recorridos es casi hipnótica. No intenta proezas espectaculares ni golpes imposibles. Su enfoque es casi clínico: “No trato de ser heroico ni hacer locuras. Sé que tengo el juego necesario; es solo cuestión de mantenerme concentrado y ejecutar”, afirmó.

Este enfoque le ha permitido estar 100% en juego: cada segundo golpe ha sido medido, cada putt trazado con confianza. Su dominio del vuelo de la bola, clave en los links, es evidente en tiros como su approach de 3 pies en el hoyo 1 o su segundo al par-5 del hoyo 2, que le dejó un fácil birdie. Terminó su ronda con una joya: un approach a solo 8 pies en el 18 para cerrar con estilo.

Las amenazas: conocidos y novatos en la persecución

La historia no nos permite descartar giros sorpresivos. Jugadores como Keegan Bradley, actual capitán del equipo estadounidense para la Ryder Cup, siguen al acecho. Bradley, quien viene de ganar el Travelers Championship, logró un 67 en la segunda ronda, destacando con un eagle al segundo hoyo gracias a un precioso 5-wood a 18 pies.

Incluso Rory McIlroy, aunque cinco golpes atrás, se mantiene con vida en un campo donde falló el corte en 2019. “No tuve esta oportunidad hace seis años, así que estoy emocionado de jugar dos días más frente a estas multitudes,” dijo el norirlandés.

¿Un nuevo capítulo en el legado de Harman?

La victoria de Harman en 2023 fue una de las más dominantes del siglo XXI: lideró después de 36 hoyos y amplió su ventaja hasta ganar por seis golpes. Su estilo, basado en la eficacia y no en la espectacularidad, desconcierta tanto a rivales como a fanáticos, acostumbrados a figuras mediáticas que acaparan titulares por su potencia más que por su constancia.

No obstante, Brian Harman se ha forjado una carrera sobre la solidez y la coherencia. Ya acumula tres títulos en el PGA Tour, siendo su coronación en Liverpool la joya de su palmarés. Sus estadísticas de fairways acertados, greens en regulación y putts ganados reflejan una consistencia que pocos logran mantener durante tanto tiempo.

Golpes políticos: DeChambeau y el Open en Turnberry

Mientras Harman se concentra en la acción, otro estadounidense, Bryson DeChambeau, ha hecho ruido fuera de los fairways. Su respaldo a la idea de que el Trump Turnberry vuelva a acoger el Open ha despertado controversia. “Es uno de los mejores campos del mundo y merece estar en la rotación,” declaró. Aunque no ha jugado allí aún, su cercanía con el expresidente Donald Trump —con quien ha compartido rondas y hasta un video viral visto por más de 15 millones de personas en YouTube— le ha puesto bajo los focos mediáticos.

Aunque el R&A no ha descartado a Turnberry oficialmente, sí ha indicado la necesidad de resolver “desafíos logísticos significativos” antes de considerarlo de nuevo en la rotación. A pesar de los elogios de DeChambeau, esta conexión política sigue siendo espinosa para los organizadores del torneo más antiguo del golf.

La clase silenciosa de los grandes

Las últimas ediciones del Open han sido un recordatorio de que en el golf, la paciencia y la estrategia aún importa. Entre el ruido de los bombazos de 320 yardas y los patrocinios multimillonarios, Brian Harman representa el lado artesanal del golf. Su manera de diseccionar cada hoyo, de tomar decisiones basadas en lógica más que en impulso, y de mantener una actitud inmutable frente a la presión, le convierten en una figura fascinante.

Con más de medio torneo por disputarse, todo puede suceder. Pero si algo hemos aprendido de la historia reciente, es que subestimar a Brian Harman puede ser un error mortal. El 'Butcher' está de vuelta en la carnicería del Open... y no parece tener intención de soltar el cuchillo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press