Justicia después de 40 años: El caso sin resolver de Teresa Peroni finalmente da un giro inesperado

Cómo la ciencia forense moderna y la perseverancia policial permitieron resolver una desaparición de 1983 en Oregon

El tiempo no borra las heridas ni elimina la necesidad de respuestas. Así lo demuestra el avance en uno de los casos sin resolver más impactantes del estado de Oregon: la desaparición de Teresa Peroni en 1983. Décadas después, gracias al uso de tecnologías forenses modernas y la persistencia de las fuerzas del orden, su desaparición empieza a esclarecerse.

El misterio comienza en 1983

Teresa Peroni tenía apenas 27 años cuando fue vista por última vez con vida. Asistía a una fiesta en una zona rural cercana al pequeño pueblo de Selma, Oregon. Según testigos, fue vista caminando hacia el bosque en compañía de Mark Sanfratello, quien en ese entonces era su pareja sentimental.

La desaparición generó en su momento una investigación policial, pero sin los recursos tecnológicos actuales y con evidencias limitadas, el caso no pudo avanzar adecuadamente. Durante décadas, su familia vivió con el dolor de no saber qué le había sucedido a Teresa.

Un hallazgo clave en 1997

La historia dio un primer giro en 1997, cuando un cráneo humano fue hallado en una propiedad cercana al lugar de la fiesta. La escena fue examinada utilizando perros especializados en encontrar cadáveres, y el cráneo fue enviado a la Universidad del Norte de Texas para ser analizado. Sin embargo, en ese momento, no fue posible confirmar la identidad de los restos debido a limitaciones en las pruebas de ADN disponibles en los 90.

Un caso reabierto con nuevas herramientas

En 2024, el Departamento del Sheriff del Condado de Josephine decidió reabrir el caso, motivado por avances significativos en genética forense. Esta vez, los investigadores no solo contaban con nuevas técnicas de ADN, sino también con registros digitales y bases de datos actualizadas que facilitaron cruces de información cruciales.

Con la ayuda de nuevos análisis de ADN realizados nuevamente en colaboración con la Universidad del Norte de Texas, se pudo confirmar finalmente que el cráneo pertenecía a Teresa Peroni. Esta conclusión fue un momento clave para la familia y los investigadores, quienes vieron una luz al final de un túnel de más de cuatro décadas.

La acusación contra Mark Sanfratello

Una vez confirmada la identidad de los restos, la mirada de los investigadores volvió a posarse sobre Sanfratello, ahora un hombre de 72 años residente en California. Fue extraditado a Oregon y este año se le presentaron cargos formales por asesinato en segundo grado ante la Corte del Condado de Josephine.

Sanfratello fue arrestado en Chico, California, tras haberse mantenido años sin ser acusado formalmente. Actualmente permanece detenido sin derecho a fianza. Su abogada defensora, Elizabeth Baker, indicó que el acusado ejercerá todos los derechos legales que le asisten, incluyendo el derecho a un juicio justo.

Declaraciones desde la Fiscalía

El fiscal general de Oregon, Dan Rayfield, ofreció declaraciones contundentes tras el arresto:

“Lo que le ocurrió a Teresa Peroni dejó a su familia sumida en décadas de incertidumbre y dolor. Este arresto es muestra del progreso posible cuando las agencias de seguridad permanecen firmes y evolucionan con nuevas herramientas. Es un recordatorio poderoso de que el paso del tiempo no borra la necesidad de justicia.”

El papel de la ciencia forense y la tecnología de ADN

Este caso es uno de tantos que subrayan cómo el ADN ha sido revolucionario en la resolución de crímenes. Las bases de datos modernas como CODIS y las técnicas para analizar evidencia antigua han permitido reabrir cientos de cold cases (casos fríos) en los últimos 20 años.

Según datos del Departamento de Justicia de EE. UU., más de 375 casos han sido resueltos en Estados Unidos gracias al trabajo de organizaciones como el Innocence Project y otras centradas en justicia forense.

Además, el uso de genealogía genética, como el que permitió la identificación del asesino del Golden State en 2018, está empezando a utilizarse también para descubrir asesinos en casos sin resolver. A pesar de la controversia por la privacidad de los datos, estas técnicas han probado su eficacia.

Casos similares en Oregon

Este no ha sido el único caso reciente solucionado en Oregon. En mayo del mismo año, también se logró identificar —tras 45 años— a un hombre encontrado muerto a lo largo de la autopista Interestatal 5. Las autoridades indicaron que el único sospechoso en ese caso es el notorio asesino serial de California Randy Kraft.

En ambos casos, la conexión con California ha sido determinante, ya que los sospechosos o las víctimas tuvieron relación directa con ese estado. Esto evidencia también cómo las jurisdicciones deben trabajar de forma coordinada cuando los crímenes atraviesan fronteras estatales.

Una nueva era punitiva para los crímenes del pasado

Los avances en análisis forense y ADN no solo son herramientas científicas, sino mecanismos de justicia postergada. El caso de Teresa Peroni recuerda a la sociedad que los crímenes no prescriben en el corazón de quienes buscan respuestas.

Además, lanza un mensaje claro para los perpetradores: aunque los años pasen, la verdad puede salir a la luz. De hecho, más de 250 mil casos sin resolver siguen abiertos solo en Estados Unidos, según registros del National Missing and Unidentified Persons System (NamUs).

Memoria y legado

La imagen de Teresa Peroni, jovial, en una foto de archivo liberada recientemente por NamUs, sigue siendo el símbolo de una herida que comienza a cicatrizar para su familia. El hecho de que finalmente hayan recuperado sus restos y se encamine un proceso judicial, brinda una forma de cierre que ha tardado más de 40 años en llegar.

Casos como el de Peroni también fomentan la discusión pública sobre la importancia de invertir en ciencia forense, capacitación del personal judicial y redes de información interestatal que permitan conectar casos antiguos con nuevas evidencias.

Si alguien tiene información sobre este caso o asistió a la fiesta en Selma en 1983, se solicita que contacte inmediatamente con la Oficina del Sheriff del Condado de Josephine.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press