El regreso de Juul al mercado: ¿salvación del vapeo o amenaza a la salud pública?
La FDA permite a Juul comercializar de nuevo sus cigarrillos electrónicos y reabre el eterno debate: ¿herramienta para dejar de fumar o gancho para atraer a los jóvenes?
Una nueva victoria para Juul, pero ¿a qué precio?
Después de años en el centro de la controversia, Juul ha recibido una inesperada bocanada de aire: la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha autorizado nuevamente la comercialización de algunos productos de la controvertida marca de cigarros electrónicos. La decisión, que aplica para sus dispositivos con cartuchos de sabor tabaco y mentol, ha reavivado un debate que parecía cerrado pero que en realidad nunca lo estuvo: ¿los vapes ayudan a dejar de fumar o simplemente perpetúan una nueva forma de adicción?
Un regreso cauteloso: qué aprobó la FDA
La autorización de la FDA no es una aprobación entusiasta. El organismo enfatizó que permitir el regreso de Juul a los estantes no significa un respaldo a su producto, sino una medida basada en evidencia científica. Según el análisis de la FDA, los datos entregados por Juul muestran que sus dispositivos pueden representar una alternativa menos dañina que el cigarrillo tradicional para fumadores adultos.
La aprobación incluye exclusivamente los dispositivos reutilizables con cartuchos de tabaco o mentol en dos concentraciones de nicotina, quedando fuera las versiones con sabores frutales y dulces que fueron altamente populares entre los adolescentes.
Juul: un ascenso meteórico y una caída estruendosa
Fundada por dos estudiantes de Stanford, Juul irrumpió en el mercado en 2015 y en muy poco tiempo revolucionó el universo del vapeo. Su diseño discreto, su alta concentración de nicotina y su facilidad de uso convirtieron a sus productos en todo un fenómeno, especialmente entre los jóvenes.
En apenas dos años, Juul se convirtió en líder del mercado en EE. UU., presumiendo una valuación de más de 13 mil millones de dólares. Pero el éxito vino acompañado de una tormenta mediática, legal y científica. Para 2019, la marca ya estaba vinculada directamente a la epidemia de vapeo juvenil en Estados Unidos.
“Juul se volvió omnipresente en las escuelas secundarias; era imposible ignorar su presencia en los baños, en fiestas o incluso aulas” – Reporte del CDC sobre uso juvenil de e-cigarrillos (2019).
Billones en multas y demandas judiciales
La popularidad de Juul entre los adolescentes provocó una oleada de litigios. En 2022, la compañía pagó 1.7 mil millones de dólares para resolver miles de demandas que incluían casos de adicción juvenil, negligencia y prácticas publicitarias engañosas. Se sumaron otros 1.1 mil millones para cerrar investigaciones por parte de la mayoría de los estados estadounidenses.
Las acusaciones giraban principalmente en torno a la estrategia de marketing de la empresa, la cual, según fiscales y grupos antitabaco, promovía el vapeo como un estilo de vida juvenil, con campañas llamativas y sabores como mango, crème brulé y menta, claramente diseñadas para atraer a menores.
La batalla con la FDA
En junio de 2022, la FDA había ordenado la salida inmediata de todos los productos Juul del mercado estadounidense. La decisión fue apelada por la empresa, que argumentó que la FDA había pasado por alto evidencia científica importante en su solicitud. Sorpresivamente, pocos días después, la FDA se retractó y reabrió la revisión del caso.
Ahora, con la nueva resolución, Juul podrá vender nuevamente sus productos originales, mientras busca la aprobación para una nueva generación de dispositivos y, muy posiblemente, el regreso de más sabores (aunque el camino para eso será aún más arduo).
¿Juul como ayuda para dejar de fumar?
El punto decisivo para la autorización ha sido el argumento de que los productos Juul podrían ser útiles como instrumento para cesación del tabaco. Diversos estudios han señalado que los fumadores adultos que cambian completamente al vapeo pueden reducir su exposición a sustancias carcinógenas y tóxicas presentes en el cigarrillo convencional.
El CDC estima que 480,000 personas mueren cada año en EE. UU. debido a enfermedades relacionadas con el tabaco. Un informe del Journal of Digital Medicine mostró que ciertos vapes pueden aumentar tres veces más la probabilidad de dejar el cigarro en comparación con los parches de nicotina.
Juul se aferra a estos datos como base de su defensa científica. K.C. Crosthwaite, CEO de la empresa, declaró: “Hemos demostrado científicamente el rol que el mentol puede desempeñar en la transición hacia el vapeo menos dañino”.
Pero los críticos no dan tregua
Grupos como Campaign for Tobacco-Free Kids y políticos como el senador Richard Blumenthal consideran que cualquier beneficio potencial está eclipsado por el daño que ya causa el vapeo juvenil. Para ellos, la vuelta de Juul es un paso atrás.
“Permitir que Juul vuelva al mercado es como reabrir las puertas al caballo de Troya del vapeo adolescente” – Richard Blumenthal.
Y hay cifras que respaldan la preocupación. En 2019, más del 25% de los estudiantes de secundaria en EE.UU. reportaban usar e-cigarrillos, muchos de ellos productos Juul. Aunque el número ha descendido (en 2023 fue del 10%, según la FDA), aún se estima que 2.1 millones de jóvenes estadounidenses vapean regularmente.
La competencia y el cambio de hábitos
Hoy, Juul ya no lidera el mercado. Ha sido superada por marcas como Vuse (de Reynolds American) y Njoy, ambas con autorización parcial de la FDA. Además, los más jóvenes han migrado hacia desechables como Elf Bar, que aún ofrecen una gran variedad de sabores dulces y frutales, muchos de ellos importados ilegalmente.
Juul, en cierta forma, ha sido víctima del cambio de tendencia que ayudó a crear.
Lo que viene: regulación, sabor y ciencia
Juul apuesta ahora a modernizar sus productos y volver como un actor "responsable" del mercado. Podría solicitar aprobación para nuevos sabores (aunque el contexto político y científico no es favorable), avanzar hacia tecnologías con menos nicotina o dispositivos con control de edad integrado.
La FDA, por su parte, ha rechazado más de un millón de productos de vapeo desde 2020 y ha dado luz verde únicamente a unos pocos. Su enfoque será cada vez más científico y restrictivo, especialmente si los datos vuelven a mostrar un alza en el consumo adolescente.
¿Qué papel juega el consumidor?
En última instancia, más allá de regulaciones, aprobaciones y litigios, el destino del vapeo lo decidirán los usuarios. Si los fumadores adultos realmente encuentran en productos como Juul una alternativa menos nociva y una vía hacia dejar de fumar, entonces su lugar en el mercado podría justificarse.
Pero si el pasado se repite y los sabores mentolados vuelven a colarse entre los adolescentes, las consecuencias podrían ser mucho más graves que una multa multimillonaria.
¿Juul ha aprendido la lección o sólo espera su segundo asalto? El tiempo y los pulmones de millones dirán la respuesta.