Lee Corso se despide: el último capítulo de una leyenda de ESPN College GameDay

Con casi 90 años y décadas marcando tendencia en la televisión deportiva, el carismático analista pone fin a una era en el fútbol americano universitario

Lee Corso y el inicio de una era televisiva

Conocido por su carisma desbordante y su segmento icónico de colocación de cascos y disfraces de mascotas, Lee Corso ha sido durante casi 40 años una figura clave del programa College GameDay de ESPN. Desde su debut en 1987, Corso ha aportado humor, entusiasmo y una dosis inigualable de espectáculo a la cobertura del fútbol americano universitario, convirtiéndose en ícono del deporte en Estados Unidos.

Una despedida a la altura de una leyenda

Su adiós comenzó oficialmente este miércoles en la ceremonia de los ESPYs, donde fue homenajeado por sus colegas y por millones de fanáticos. La cadena ESPN ha anunciado que su último programa será en la primera semana de la temporada 2024, más precisamente el 30 de agosto, en Columbus, Ohio, cuando el campeón defensor Ohio State Buckeyes reciba a los Texas Longhorns.

“Esta es una oportunidad única para integrarlo a la velada y comenzar el proceso de despedida con todos los honores”, dijo Burke Magnus, presidente de contenido de ESPN. El homenaje incluyó palabras de sus compañeros de programa: Kirk Herbstreit, Desmond Howard y Pat McAfee, además de un emotivo video tributo.

El fenómeno del headgear: el sello Corso

Uno de los aportes más significativos de Corso fue su ya tradicional segmento del "headgear", donde selecciona al equipo ganador del partido más importante de la jornada colocándose un casco o disfraz relacionado con dicha universidad. Este ritual comenzó en 1996, durante la previa entre Ohio State y Penn State, y desde entonces se transformó en un fenómeno cultural.

  • 430 elecciones realizadas
  • Marca de 286-144 al elegir ganadores
  • 69 escuelas diferentes representadas con disfraces

Entre sus atuendos más memorables se incluyen el leprechaun de Notre Dame, el árbol de Stanford y hasta personajes históricos como James Madison y Benjamin Franklin.

Un camino lleno de gloria, desafíos y reinvención

Antes de ser ícono televisivo, Corso se forjó en el campo de juego. Fue entrenador en jefe en las universidades de Louisville, Indiana y Northern Illinois. Su récord como entrenador en jefe fue de 73-85-6, pero su impacto como comentarista trascendió ampliamente las estadísticas.

En 2009 sufrió un accidente cerebrovascular que lo dejó sin habla por un período. Sin embargo, fiel a su estilo resiliente, no abandonó las cámaras. Aunque con participaciones más limitadas desde entonces, se mantuvo como pieza clave hasta el final. Fue parte de la cobertura del College Football Playoff en enero en Atlanta, donde presenció la final entre Ohio State y Notre Dame.

La irreverencia como estrategia mediática

Para muchos, Corso cambió el ADN de la cobertura del fútbol americano en los medios. Sus bromas sin filtro, sus predicciones espontáneas y la energía que imprimía en cada aparición, cautivaron al público. “Con la popularidad que alcanzó GameDay, no hay otro más responsable que Lee Corso de su éxito”, declaró el conductor Rece Davis.

Y no es para menos. En una era previa a las redes sociales, su presencia fue tendencia televisiva, marcando el paso a seguir para futuras generaciones de comentaristas deportivos.

Un legado que trasciende generaciones

Hablar de Lee Corso es rendir tributo a un narrador nato del deporte. Pocos han generado tanto apego emocional con el espectador. Su fórmula de show, análisis y pasión conectó con audiencias multigeneracionales, desde abuelos hasta jóvenes universitarios que encuentran en GameDay una cita obligatoria cada sábado.

Corso nunca ocultó su amor por el deporte y su deseo de entretener antes que polemizar. Su frase característica “Not so fast, my friend!” se convirtió en un grito de guerra cuando contradecía o bromeaba con sus compañeros.

El futuro sin Corso: una transición necesaria

Con la inminente salida de Corso, ESPN tiene el reto de evolucionar sin perder la esencia. La química del programa ha descansado en gran parte en la figura paternal y divertida de Corso, por lo que su despedida marca una transición emocional.

Estrellas emergentes como Pat McAfee y la solidez de clásicos como Kirk Herbstreit serán claves para mantener viva la magia. Pero sin duda, el hueco que deja Corso es tan grande como su legado.

¿Quién es Lee Corso fuera de las cámaras?

Nacido el 7 de agosto de 1935 en Florida de padres inmigrantes italianos, Corso se graduó en la Florida State University, donde fue mariscal de campo. Luego obtuvo un título en administración deportiva. Su amor por los deportes no se limitó al fútbol; también fue un apasionado del béisbol y baloncesto en su juventud.

Además, Corso ha sido un defensor de causas médicas y educativas. Su regreso a ESPN tras su derrame cerebral fue acompañado por campañas de concienciación sobre la rehabilitación y recuperación. Su historia personal ha inspirado a miles.

Una despedida que se siente como un touchdown

En un paisaje mediático cambiante, personajes como Lee Corso son cada vez más raros. Su mezcla de sabiduría, humor y teatralidad lo convirtió en una figura única e irreemplazable.

Quizás por eso su despedida tiene sabor a victoria. No se retira en silencio, sino con ovaciones, reconocimientos y el cariño de generaciones enteras que lo vieron crecer al aire. Donde quiera que vaya, podemos estar seguros de una cosa: el espectáculo seguirá, pero sin él jamás será igual.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press