Crisis ambiental en montana y yellowstone: ríos cerrados, truchas en peligro y una batalla contra el calor

Montana y el Parque Nacional de Yellowstone enfrentan condiciones extremas que amenazan la vida acuática. Restricciones sin precedentes buscan evitar la mortandad masiva de peces en medio de una sequía devastadora.

La alarmante realidad de los ríos en Montana

Montana, un paraíso para la pesca deportiva, se enfrenta a una amenaza que podría redefinir su relación con sus ríos: el calor extremo y la baja disponibilidad de agua han obligado al Departamento de Pesca, Vida Silvestre y Parques de Montana (FWP) a implementar cierres temporales y restricciones horarias en numerosos ríos del oeste del estado y también en tierras icónicas como el Parque Nacional de Yellowstone.

El 9 de julio, FWP anunció que partes de los ríos Upper Rock Creek, Clark Fork y Bitterroot, junto con todo Silver Bow Creek, están cerrados a la pesca después de las 2 p.m., las horas más calurosas del día. Estas restricciones, conocidas como "hoot owl closures", tienen como objetivo reducir la mortalidad de truchas y otros peces causada por el estrés térmico y el bajo oxígeno disuelto en el agua.

Cierres en serie y advertencias climáticas

Esta ola de restricciones no es aislada. La semana anterior, medidas similares fueron aplicadas en los ríos Ruby, Big Hole, Beaverhead, Smith y en todo el Jefferson, considerado uno de los más valiosos para la pesca en Montana. El Sun River y el célebre Madison, emblemáticos para pescadores con mosca de todo el mundo, también fueron afectados; este último cerró su sección por encima del lago Hebgen desde el 19 de junio, una fecha inusualmente temprana.

Las regulaciones se activan cuando se registran temperaturas superiores a los 23°C (73°F) durante tres días consecutivos, pero esta no es la única preocupación: cuando las temperaturas superan los 25°C (77°F), pueden ser letales para la trucha, emblema ictícola de estos ríos.

Yellowstone: un cierre histórico

El día 11 de julio, las autoridades del Parque Nacional de Yellowstone cerraron completamente a la pesca los ríos Madison, Firehole y Gibbon, junto con sus afluentes. Las decisiones fueron acompañadas de un llamado de alerta: si las temperaturas no bajan, podrían cerrarse más tramos fluviales.

Las condiciones actuales recuerdan a las vividas en 2021, cuando más de 15 ríos estuvieron sujetos a algún tipo de restricción debido a una sequía severa que derivó en una declaración oficial de desastre por parte del gobernador Greg Gianforte.

El impacto de la sequía: datos preocupantes

El diagnóstico de los expertos es contundente: casi un tercio del estado se encuentra bajo condiciones de sequía moderada o severa según el U.S. Drought Monitor. El pasado mes de mayo marcó la pérdida de gran parte del manto nivoso invernal, que normalmente alimenta los ríos durante el verano. Esto ha hecho que los caudales de muchos importantes ríos se encuentren dentro del 10° percentil más bajo jamás registrado.

  • El río Dearborn, cerca de Craig, registró su punto más bajo en 55 años, con un flujo de apenas 16 pies cúbicos por segundo.
  • Ríos insignia como el Big Hole, Blackfoot, Madison, Missouri y Clark Fork, junto con su afluente Rock Creek, están entre los más afectados.

Reservorios clave como Tiber y Gibson nunca alcanzaron su capacidad durante la primavera. Esta situación ha puesto en alerta a biólogos, pescadores y empresas de turismo vinculadas a la pesca recreativa.

Los peces bajo presión: el punto de quiebre ecológico

Los problemas no se detienen en las bajas temperaturas. Durante julio y agosto, los ríos presentan una triple amenaza para la fauna acuática:

  1. Bajo caudal que reduce el hábitat disponible
  2. Aumento de la temperatura que incrementa el metabolismo del pez y, por ende, su necesidad de oxígeno
  3. Menor oxigenación debido a aguas más cálidas

Mike Duncan, gerente regional de pesquerías de FWP, lo expresó claramente en una reunión de junio: “Cuando tenemos agua, casi todas nuestras pesquerías responden favorablemente. Pero ahora mismo, los bajos niveles de agua son uno de los factores limitantes más importantes en las poblaciones de trucha”.

¿Qué pueden hacer los pescadores?

Las autoridades estatales y de Yellowstone han instado a los pescadores a mantenerse informados consultando las páginas oficiales de restricciones vigentes. Además, llaman al uso responsable del recurso y a reportar condiciones anormales en los ríos u observaciones de peces muertos.

Además, organizaciones de conservación y guías de pesca han comenzado a promover prácticas de pesca sostenible como:

  • Pescar únicamente durante las primeras horas del día, cuando la temperatura aún es baja
  • No remover los peces del agua, acelerando su retorno al hábitat para evitar estrés innecesario
  • Evitar pescar en aguas ya afectadas por restricciones, incluso si legalmente aún están abiertas

Consecuencias económicas y sociales

Montana genera anualmente millones de dólares en turismo gracias a la pesca recreativa. En 2023, se estimaba que más de 400,000 pescadores, entre locales y visitantes, participaron en actividades relacionadas con la pesca, generando un impacto económico de más de $900 millones de dólares.

Las restricciones actuales ponen en jaque no solo a los propios pescadores sino también a una cadena económica que incluye hostales, guías turísticos, tiendas de equipo y restaurantes.

Comparaciones internacionales y el cambio climático

Situaciones similares se han presentado en otras zonas del mundo. Por ejemplo, en España, ciertas cuencas del río Ebro y el Tajo han sufrido cierres temporales por contaminación y escasez. En Francia, los veranos más cálidos del último decenio afectaron el ecosistema de ríos como el Loira y el Garona. La trucha común (Salmo trutta) y la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) son especies particularmente sensibles al cambio climático, por lo que se han convertido en modelos de estudio para instituciones científicas de todo el mundo.

El futuro inmediato: renunciar o reinventarse

Expertos en ecología acuática señalan que las condiciones podrían mantenerse o incluso agravarse si el cambio climático sigue impactando los patrones de lluvia y nieve en el oeste de Estados Unidos. Algunas propuestas en debate incluyen:

  • Incrementar zonas de reserva fluvial para preservar hábitats alimentados por acuíferos subterráneos más estables
  • Educación ambiental obligatoria en licencias de pesca recreativa
  • Fomentar tecnologías de monitoreo remoto para ajustar dinámicamente las restricciones según la temperatura y caudal

Sea cual sea la solución, está claro que una nueva era para la pesca en Montana ha comenzado, una etapa donde la sostenibilidad y la ciencia deben tomar el timón antes de que los peces dejen de nadar en estos paisajes majestuosos.

Para conocer las restricciones actuales en tiempo real, puedes visitar la página oficial de restricciones del FWP.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press