Swan Upping: La Tradición Real que Reflexiona el Estado de la Naturaleza Británica
El censo anual de cisnes en el Río Támesis mezcla pompa real, ciencia, y una historia de siglos en defensa de una especie emblemática
Una antigua tradición del Reino Unido, que data del siglo XII, se repite cada verano en las aguas del emblemático Río Támesis: el Swan Upping. Durante cinco días, remeros uniformados siguen una rutina ceremoniosa que podría parecer extraída de un cuento medieval, pero tiene una importancia científica y ecológica crucial: el recuento y revisión del estado de salud de los cisnes mudos (Cygnus olor), una de las aves más reconocibles y simbólicas del país.
¿Qué es el Swan Upping?
El Swan Upping es el censo oficial de cisnes mudos que se lleva a cabo una vez al año en un tramo del Río Támesis que va desde Sunbury, en las afueras de Londres, hasta Abingdon, unos 130 kilómetros río arriba. Remeros vestidos con colores rojos, blancos y azules—representando al rey y a dos gremios históricos de Londres—buscan meticulosamente familias de cisnes, gritan "All up!" cuando avistan una, rodean a las aves en skiffs (embarcaciones tradicionales), las marcan, pesan, inspeccionan y sueltan nuevamente.
Un título que parece de cuento: Seigneur of the Swans
El rey Carlos III, como sus predecesores, ostenta el título de "Seigneur of the Swans"—"Señor de los Cisnes"—una designación que, aunque pueda sonar ceremonial, tiene implicaciones de propiedad real sobre todos los cisnes mudos en cuerpos de agua abiertos del Reino Unido. Sin embargo, en la actualidad esta figura desempeña más un papel simbólico y de conservación.
Historia medieval con relevancia moderna
La tradición comenzó en el siglo XII, cuando los cisnes eran considerados un manjar real reservado para banquetes y festines. En el siglo XV, dos gremios londinenses, el Worshipful Company of Vintners y el Worshipful Company of Dyers, recibieron concesiones para poseer cisnes en el Támesis, dando origen al marcado conjunto que aún se observa hoy en día, cuando remeros de estos gremios acompañan a los del rey, vestidos cada cual con su respectivo distintivo de color.
David Barber, quien ha dirigido el Swan Upping durante más de 30 años y ostenta el título de King's Swan Marker, afirma:
“Es una tradición, pero creo que también cumple con una función muy útil. Nos da una indicación de lo que está ocurriendo en todo el país.”
Salud de los cisnes en crisis: la amenaza del siglo XXI
Aunque protegidos hoy en día por leyes que prohíben su caza, los cisnes mudos enfrentan múltiples amenazas, particularmente la gripe aviar, la contaminación, actos de crueldad y el vandalismo. Barber alertó sobre una preocupante disminución del número de polluelos en años recientes debido, principalmente, a brotes de gripe aviar.
En el Swan Upping de 2023, sólo se encontraron 86 cisnes jóvenes, lo que representa un 45% menos que el año anterior. En contraste, al concluir el primer día de este año, Barber reportó un resultado prometedor: se habían contabilizado 16 polluelos, una cifra alentadora que invita al optimismo.
Logística regiamente organizada
La expedición fluvial se mueve con una precisión militar. Cada remero rema una embarcación tradicional inglesa y lleva uniformes históricos. Los colores no son arbitrarios: rojo para el rey, blanco para los Vintners, y azul con blanco para los Dyers. A bordo también viajan veterinarios encargados de examinar el estado sanitario de cada ejemplar.
Esta combinación de tradición, ciencia, y protocolo real convierte al Swan Upping en un referente único en el mundo. Y más allá del espectáculo cultural, el evento proporciona datos esenciales sobre la conservación de esta especie icónica.
Entre la pompa y la estadística: los resultados importan
El monitoreo incluye parámetros como peso, lesiones visibles, signos de enfermedad y el marcado con anillos identificativos. Estos datos se almacenan y sirven a largo plazo para estudios de población, distribución geográfica y cambios en el ecosistema del Támesis.
En años en los que la gripe aviar ha golpeado con dureza al Reino Unido, este monitoreo ha permitido identificar focos prioritarios de atención. La British Trust for Ornithology informa que más de 10.000 aves han muerto por gripe aviar tan solo en 2022, y los cisnes no han estado exentos.
Más que números: un símbolo nacional
El cisne mudo no solo es una de las aves más vistosas del Reino Unido, sino que su presencia tiene un valor profundamente simbólico y turístico. En ciudades como Windsor, Henley o Londres, ver cisnes en el Támesis forma parte del atractivo del paisaje urbano. Turistas y locales se detienen a admirar estas criaturas majestuosas, consideradas por muchos como guardianes acuáticos de la corona británica.
Hay incluso una leyenda muy difundida, aunque incorrecta, que dice que matar un cisne en Reino Unido puede ser castigado con prisión. Si bien la frase tiene matices exagerados, lo cierto es que los cisnes están protegidos por la Wildlife and Countryside Act de 1981, con multas significativas para quienes los dañen.
Preservando la historia y la biodiversidad
El Swan Upping no es tan solo un ritual pintoresco, sino un ejemplo de cómo las tradiciones pueden tener utilidad científica y ecológica. Reunir datos año tras año permite trazar tendencias, alertar sobre enfermedades emergentes y fomentar una conciencia ambiental en una sociedad altamente urbanizada como la británica.
Además, mantiene vivos elementos culturales que refuerzan el patrimonio nacional. No muchas tradiciones pueden presumir de haber resistido casi nueve siglos de cambios políticos, guerras, industrialización y pandemias. Como señala Barber:
“Cuando ves a los niños y turistas observar con asombro, te das cuenta de que esta tradición no solo es educativa, sino inspiradora.”
Un futuro incierto, una misión constante
Entre los desafíos que amenazan el futuro del Swan Upping están el aumento de la contaminación pluvial, el tráfico fluvial cada vez más intenso, y los cambios en la fauna ocasionados por el cambio climático. Pese a ello, la determinación de quienes mantienen viva esta tradición parece inquebrantable.
El evento conserva su aire regio, pero en su núcleo radica una motivación ambiental que resuena con las prioridades de este siglo. Si el cisne fue antaño un símbolo de poder y opulencia real, hoy se ha transformado en una bandera de conservación y respeto por la naturaleza.
Quizás esa sea la mayor transformación del Swan Upping: de símbolo de banquetes reales a testimonio viviente de evolución y resiliencia ecológica.