Oneil Cruz electrifica el Derby de Jonrones con un batazo de 513 pies: poder, emoción y récords en Atlanta
El dominicano rompe moldes en el Home Run Derby de las estrellas de MLB, mientras Cal Raleigh, Junior Caminero y Byron Buxton se abren paso entre los bombazos de una noche histórica
Un espectáculo celestial de poder en Truist Park
La noche del lunes en Atlanta vivió uno de los momentos más electrizantes de la temporada de béisbol. En una edición más del All-Star Home Run Derby, el evento que celebra el poder bruto y la precisión de los mejores toleteros de las Grandes Ligas, Oneil Cruz se robó los reflectores al conectar un monstruoso cuadrangular de 513 pies, el más largo del certamen y uno de los más impactantes desde que existe el sistema de medición Statcast.
Junto a Cruz, avanzaron a la segunda ronda Cal Raleigh (Seattle Mariners), Junior Caminero (Tampa Bay Rays) y Byron Buxton (Minnesota Twins). El evento, que tuvo lugar en el Truist Park, hogar de los Atlanta Braves, fue una auténtica fiesta del béisbol, cargada de potencia, emoción e historia.
Oneil Cruz y su estallido de 513 pies: récord y brutalidad
El dominicano Oneil Cruz, torpedero de los Pittsburgh Pirates, ha sido una figura intrigante desde su debut en Grandes Ligas por su combinación poco común de talla, velocidad y fuerza. Pero durante el Derby, Cruz elevó esa narrativa con un obús de 513 pies que se fue más allá de los asientos en el jardín derecho-central.
Ese batazo fue también el más duro conectado de la noche, saliendo del bate a 118 mph, según Statcast. Nadie había visto algo así desde el kilométrico batazo de Juan Soto en 2021, cuando en Denver Cricón también puso su poder a prueba con una conexión de 520 pies en el aire más ligero del Coors Field.
“No vine aquí a participar, vine a dejar mi huella”, dijo Cruz después de su primera ronda. “Sabía que podía enviar una a lo más profundo, pero 513 pies… eso no lo planeas, eso sale del alma.”
Un primer round de infarto: Jonrones para todos
La primera ronda del evento fue una lluvia de cuadrangulares. Cruz y Caminero lideraron el espectáculo con 21 bambinazos cada uno, mientras que Buxton conectó 20. Cal Raleigh y Brent Rooker empataron con 17, pero el cátcher de los Mariners se impuso gracias a su jonrón más largo: 470.61 pies contra 470.53 para Rooker.
- Oneil Cruz: 21 HR (máximo de 513 pies)
- Junior Caminero: 21 HR
- Byron Buxton: 20 HR
- Cal Raleigh: 17 HR (promedio superior en distancia)
Entre los eliminados destacaron nombres como Matt Olson, decepcionando a la afición local con solo 15 vuelacercas. James Wood, una de las promesas más electrizantes de los Nationals, conectó 16, incluyendo un dantesco jonrón de 486 pies, uno de los más largos de la noche. El espectáculo visual fue brutal, con pelotas que rebotaban en tejados, zonas de picnic y entradas de gradas traseras con precisión quirúrgica.
Cal Raleigh: un derbi familiar
Uno de los momentos más emotivos fue ver a Cal Raleigh siendo lanzado por su padre, el exentrenador de la Universidad de Tennessee y Western Carolina, Todd Raleigh. Como si fuera parte de un guion de Hollywood, su hermano menor Todd Raleigh Jr. fue el receptor. Una experiencia única y familiar que agregó sentimentalismo al evento.
Raleigh fue, además, solo el segundo bateador ambidiestro en la historia del derby, siguiendo los pasos de Adley Rutschman en 2023. Inició bateando desde el lado zurdo, conectó 8 jonrones, tomó su descanso reglamentario y se fue al otro lado del plato para agregar siete más. Regresó al lado izquierdo en el bonificado y sumó dos más, alcanzando 17.
Byron Buxton y Junior Caminero: velocidad y potencia combinadas
El caso de Byron Buxton es especial. Conocido originalmente por su defensa y velocidad, Buxton ha ido desarrollando una notable capacidad de bateo con poder, marcada en este evento con 20 obuses en la primera ronda. De igual forma, Junior Caminero —el joven fenómeno dominicano de Tampa Bay— demostró por qué los scouts lo comparan con leyendas como Gary Sheffield por su veloz swing.
Caminero, con apenas 21 años, mostró un temple que muchos veteranos envidiarían. Su estilo casi sin esfuerzo lo hizo parecer como si estuviese tomando práctica de bateo en el patio trasero.
Los grandes ausentes y la renovación del Derby
Faltaron nombres ilustres, como Aaron Judge o Shohei Ohtani, pero la frescura de las jóvenes promesas y el marco de una ciudad como Atlanta elevó el atractivo del evento. El espectáculo tuvo momentos que serán recordados por años, como el descomunal batazo de Wood que aterrizó en el techo del famoso Chop House.
Además, esta edición del Derby fue una de las más diversas en cuanto a estilos y nacionalidades, mostrando nuevamente el carácter global del béisbol. El evento también sirvió como ensayo para algunas de las tecnologías que se espera instauren en el rumbo hacia el futuro, incluyendo mejoras en el tracking y velocidad de análisis de lanzamiento y swing.
Historia visual: el auge del Statcast
Desde su introducción en 2016, Statcast ha transformado nuestra manera de consumir estadísticas en el béisbol. Ya no basta con decir que “fue un jonrón largo”, ahora sabemos exactamente cuán largo, cuán rápido salió del bate y su ángulo de lanzamiento. El récord sigue siendo de Juan Soto con sus 520 pies en el Coors Field, pero lo de Cruz se mete en el top histórico.
Precisamente gracias a Statcast, sabemos hoy que el promedio de distancia de los 8 principales participantes fue de unos 453 pies por jonrón, lo que supera varios de los promedios de años anteriores. En 2023, por ejemplo, el batazo más largo registrado fue de 473 pies, por Marcell Ozuna, también de los Braves.
Una semifinal de película
Las semifinales prometen más fuegos artificiales. Cruz se medirá a Raleigh, su poderoso bate zurdo contra la versatilidad ambidiestra del cátcher. Por otro lado, Caminero buscará vencer a Buxton en un duelo de generaciones, juventud contra experiencia.
El Home Run Derby ha pasado de ser solo una actividad recreativa del All-Star Break a un espectáculo magnético por derecho propio. Y cuando participa alguien como Oneil Cruz, dispuesto a enfrentarse a la física con cada swing, se convierte en algo más grande: una fiesta del poder, el atletismo y la magia.