Fuego, historia y reconstrucción: el renacimiento de la Bolsa de Valores de Copenhague

Una mirada profunda al resurgimiento de un ícono arquitectónico de 400 años tras un devastador incendio

Un símbolo danés en llamas

En la madrugada del 16 de abril de 2024, Copenhague despertó con una noticia devastadora: un incendio violento se había desatado en uno de sus edificios más emblemáticos —la antigua Bolsa de Valores (Børsen). Durante horas, las llamas consumieron la histórica estructura de ladrillo rojo que había sido levantada a comienzos del siglo XVII.

La escena era apocalíptica: la cubierta de cobre colapsaba mientras una espiral de llamas se elevaba con la caída de la icónica aguja en forma de colas de dragón entrelazadas. A las pocas horas, no solo se había perdido gran parte del tejado, sino que se produjo el colapso de una sección entera de la fachada exterior. La Chamber of Commerce de Dinamarca, propietaria del edificio, se enfrentaba así a un desafío monumental: restaurar este ícono de más de 400 años.

El peso de 400 años de historia

El Børsen no era simplemente un edificio antiguo. Se comenzó a construir en 1615 y abrió sus puertas en 1624, convirtiéndose rápidamente en el corazón comercial de Dinamarca. El diseño original, un ejemplo resplandeciente del Renacimiento holandés, reflejaba tanto el poder económico del reino como su sofisticado sentido estético. Su aguja en espiral con forma de dragones entrelazados era tan peculiar como inolvidable, coronando un edificio que ha desafiado siglos, guerras y modernización.

En palabras de Lars Daugaard Jepsen, jefe del proyecto de reconstrucción: “La edificación ha sido reconstruida ocho veces en sus 400 años. Ahora, queremos reconstruirla como se encontraba originalmente, pero con una sala de banquetes más magnífica.”

La reconstrucción: una mezcla entre tradición y tecnología

Desde aquel abril trágico, ha comenzado un proceso meticuloso para devolverle la vida al edificio. Primero, se retiraron los escombros bajo una enorme carpa blanca, visible desde varios puntos de la ciudad. Después, se inició la restauración estructural de los sectores menos afectados. En estos días, caldereros especializados están instalando nuevas planchas de cobre sobre el techo.

El maestro calderero René Hansen, de Toft Kobber, destaca que solo unas 35 personas en toda Escandinavia dominan las técnicas tradicionales que está utilizando su equipo: “El trabajo con cobre no es sofisticado, pero la forma en que lo hacemos es artesanal, exactamente como se hacía antes”.

Materiales con alma histórica

Uno de los objetivos principales del equipo de reconstrucción es utilizar materiales que respeten los métodos del siglo XVII. Por ello han encargado:

  • Más de 800,000 ladrillos rojos hechos a mano de Alemania y Polonia.
  • Casi 900 pinos, extraídos cuidadosamente de Dinamarca y Suecia.
  • Cobre reciclado proveniente de Finlandia, con la esperanza de que algún día recupere su icónica pátina verde.

Esa pátina que hoy se asocia visualmente con el Børsen podría tardar 60 a 80 años en volver a aparecer debido a la disminución de la contaminación del aire. Según Hansen: “Antes, tomaba entre 30 y 40 años para que el cobre se volviera verde. Hoy tomará mucho más.”

La aguja: entre mitología y diseño

El elemento más emblemático del edificio, la espiral de colas de dragón, será considerado el último paso en la reconstrucción. Se prevé que su rediseño comience en 2026, pero su construcción estará lista recién en 2028. En la actualidad, aún se busca al escultor que llevará esta tarea monumental sobre sus hombros.

Esta aguja no era simplemente decorativa. Para los daneses, representaba un símbolo de unidad, intercambio y fortaleza. Su restauración precisa implicará el uso de madera recubierta en plomo, siguiendo fielmente el diseño original que mezclaba técnica con mitología.

Un renacimiento con plazos ajustados

El objetivo inmediato del proyecto es lograr abrir una planta del edificio antes de diciembre de 2025. Esto permitiría albergar exposiciones temporales, eventos culturales y visitas educativas mientras se avanza en el resto de la restauración.

El plan integral para restaurar por completo la estructura se proyecta hasta 2029, cuando se espera que el edificio haya sido félicemente reintegrado al paisaje urbano de la capital danesa, pero también a su vida económica y cultural.

El impacto emocional e histórico

La reacción de la ciudadanía ha sido de profundo pesar, pero también de orgullo nacional. No es solo una reconstrucción arquitectónica, es un ejercicio de memoria histórica y resistencia nacional. Al igual que ocurrió con la Catedral de Notre-Dame en París tras su incendio en 2019, la sociedad danesa ha encontrado en el Børsen una causa común de identidad colectiva.

En palabras del historiador danés Jens Warming: “El Børsen no es un edificio; es una declaración cultural y política del legado del Reino de Dinamarca.”

Restaurar más que ladrillos

Detrás del renacimiento de la Bolsa de Copenhague no solo hay cemento y cobre. Hay una decisión explícita de regresar a un pasado artesanal, de proteger el legado ante una modernidad que a veces borra las huellas del tiempo. Y, a través de este proceso, los daneses están rescribiendo también su relato nacional: uno donde el respeto al patrimonio no es nostalgia sino visión de futuro.

Para 2030, no sólo se espera haber reconstruido ladrillo por ladrillo la antigua Bolsa. Se espera también haber dejado un mensaje claro para el mundo: preservar nuestra historia es también una forma de construir un mejor mañana.

Para saber más

Este artículo fue redactado con información de Associated Press