Max Scherzer revive su leyenda con los Blue Jays: ¿estamos presenciando una última danza?
A los 40 años, el as del montículo vuelve a demostrar por qué es uno de los mejores lanzadores de su generación
Max Scherzer y una noche para recordar
En West Sacramento, el pasado viernes por la noche, Max Scherzer volvió a sentir la adrenalina de dominar desde la lomita. A sus 40 años, y tras enfrentar diversos obstáculos físicos, el veterano lanzador realizó una actuación digna de sus mejores tiempos para guiar a los Toronto Blue Jays a una victoria 7-6 sobre los Oakland Athletics.
Scherzer trabajó con precisión quirúrgica durante cinco entradas, ponchando a ocho bateadores y permitiendo apenas cinco hits. Fue su primera victoria en casi un año, desde el 25 de julio de 2024, cuando aún pertenecía a los Texas Rangers.
“Él domina cada zona, hacia arriba, abajo y hacia fuera. Es quien es por una razón”, comentó el mánager de los Blue Jays, John Schneider.
El regreso tras las adversidades
Max Scherzer no es ajeno al dolor. El tricampeón del Cy Young, uno de los galardones más prestigiosos para lanzadores en la MLB, se ha enfrentado a múltiples lesiones en los últimos años. Inició la temporada 2024 en la lista de lesionados luego de someterse a una cirugía de espalda. Después de una trabajada victoria con Texas, una molestia en el hombro lo obligó a estar fuera por más de un mes.
Para 2025, firmó un contrato de un año y $15.5 millones con los Blue Jays. Pero la historia se repitió: otra lesión, esta vez en el pulgar, lo mandó a la lista de lesionados de 60 días. Sin embargo, en su cuarta apertura de regreso, logró demostrar que aún queda mucho talento en su brazo derecho.
Dominio absoluto... hasta el sexto inning
Con un dominio que parecía salido de sus mejores temporadas en Detroit o Washington, Scherzer retiró a cinco bateadores consecutivos por la vía del ponche, y hasta la quinta entrada solo había permitido sencillos a Nick Kurtz y Tyler Soderstrom. Su recta, que alcanzó las 94 mph, y su clásico slider causaron estragos en la alineación de los A's.
Fue en el sexto inning cuando los Athletics lograron reaccionar, con un jonrón de dos carreras de Kurtz y otro solitario de Soderstrom. El juego se apretó, pero Max resolvió con templanza al provocar un flyout de Miguel Andújar, finalizando su labor tras 90 lanzamientos.
“Es la primera vez que llego a 90 lanzamientos este año. Estoy estirando el brazo por primera vez hasta la sexta. Espero seguir aclimatándome a este nivel de exigencia. Estoy feliz, especialmente cuando ganamos”, declaró Scherzer post partido.
Un futuro sin garantías, pero con ambición
Max sabe que su carrera está en su recta final. No son muchos los lanzadores que, tras los 40 años, siguen compitiendo al más alto nivel. Pero con una mentalidad férrea y un enfoque quirúrgico, el lanzador espera aprovechar al máximo cada oportunidad en la temporada. El descanso del Juego de Estrellas parece haber llegado en el momento exacto para él.
“Ojalá pueda construir sobre esto y tenerlo más seguido en el montículo. Quizá incluso reorganizar la rotación para darle más descanso. Lo tomaría cualquier día”, expresó su mánager John Schneider.
La dimensión histórica de Scherzer
Hablar de Scherzer es hablar de historia viva de las Grandes Ligas. Entre sus hazañas, se encuentran:
- 3 premios Cy Young (2013, 2016, 2017)
- Más de 3300 ponches en su carrera
- Un anillo de Serie Mundial con los Nationals en 2019
- Dos juegos sin hit ni carrera en 2015
Su agresividad en el montículo, la intensidad de sus expresiones faciales y su afán por competir han hecho de él un personaje carismático y respetado en todo el béisbol.
Incluso a esta edad y con su historial de lesiones, Scherzer sigue siendo una pieza clave en la rotación de Toronto, especialmente en una división tan competitiva como la AL Este.
Toronto y su fe en el veterano
La apuesta de Toronto por Scherzer no fue azarosa. A pesar de los cuestionamientos por su estado físico, el equipo necesitaba experiencia de postemporada y una presencia sólida en el clubhouse.
Además, con figuras emergentes como Bo Bichette, Vladimir Guerrero Jr. y José Berríos, contar con un líder veterano como Scherzer puede marcar la diferencia tanto dentro como fuera del terreno.
¿Puede repetir la hazaña de 2019?
Los aficionados en Toronto sueñan con emular la hazaña de los Nationals en 2019, cuando, contra todo pronóstico, conquistaron la Serie Mundial con Scherzer como su caballo de batalla. Si Max se mantiene sano y puede lanzar consistentemente cada cinco días, los Blue Jays podrían tener una ventana muy real de triunfar en octubre.
Por ahora, la prioridad es conservar su salud. Su próxima salida tras el Juego de Estrellas será crucial para comprobar si su brazo ha recuperado la resistencia necesaria para competir al más alto nivel durante dos o tres meses más.
Una última danza con estilo
“Cuando estoy sano, puedo ser yo mismo”, dijo Scherzer. Y esa frase resuena como un mantra para el resto de la temporada. Ya no es el lanzador que puede dominar por 200 entradas al año, pero todavía tiene esa chispa que pocos pueden igualar.
En un mundo donde la juventud parece dominada por lanzadores que dependen únicamente de su velocidad, Scherzer demuestra que la inteligencia, el coraje y la técnica pueden seguir siendo igual de efectivas. Y si este es su último año completo, lo está haciendo a su manera: competitivo, sin concesiones y con pasión pura por el béisbol.
Porque Max Scherzer no solo lanza bolas rápidas: lanza legado en cada pitcheo.