¿Deducción de intereses de préstamos para autos? La nueva jugada fiscal que podría cambiar tu próxima compra

Un incentivo fiscal histórico entra en vigor en EE.UU., prometiendo ahorrar miles a algunos compradores de autos nuevos, pero con muchas limitaciones ocultas

Un nuevo capítulo en la política fiscal automotriz

A partir de 2025, millones de estadounidenses tendrán acceso a una nueva deducción fiscal que promete cambiar las reglas del juego en la compra de vehículos nuevos. Por primera vez, el interés pagado en préstamos para autos podría ser deducible de impuestos —un componente de la ley de recortes fiscales firmada por Donald Trump en su campaña por estimular la producción automotriz nacional.

Este beneficio fiscal llega acompañado de múltiples condiciones: sólo aplicará a vehículos nuevos, ensamblados en Estados Unidos y con préstamos otorgados desde 2025 hasta 2028. Y aunque pueda parecer una oportunidad de oro, muchos contribuyentes quedarán fuera por ingresos altos o por elegir el modelo equivocado.

La promesa de Trump se vuelve realidad (con matices)

Durante su campaña, Donald Trump habló de una deducción fiscal que haría más accesible la propiedad de un auto. “Estimulará la producción automotriz y dará alivio financiero real a las familias trabajadoras”, prometió. Pues bien, esa idea ha cobrado forma: la nueva ley permite deducir hasta 10.000 dólares en intereses por año para préstamos de vehículos nuevos personales.

Pero no todo es tan sencillo. Esta deducción:

  • Se aplicará únicamente a vehículos ligeros (menos de 14.000 libras o 6.350 kg).
  • No aplica a vehículos usados, arrendados o aquellos comprados para flotas comerciales.
  • Se elimina gradualmente para personas con ingresos entre $100.000 y $150.000, y parejas con ingresos entre $200.000 y $250.000.

¿Beneficio generalizado? No exactamente

En teoría, millones de personas podrían beneficiarse. En 2023, se vendieron 15,9 millones de vehículos ligeros nuevos en EE.UU., de los cuales poco más de la mitad fueron fabricados en el país (según Cox Automotive), y el 60% de estas ventas fueron financiadas con préstamos.

Al excluir los vehículos comerciales, flotas y compradores con ingresos altos, el economista jefe de Cox Automotive, Jonathan Smoke, estima que aproximadamente 3,5 millones de préstamos podrían ser elegibles para esta deducción en el primer año.

La letra pequeña que puede hacerte perder el beneficio

El detalle fundamental reside en el lugar de ensamblaje del vehículo, no en la marca. Por ejemplo:

  • Tesla: Todos sus modelos vendidos en EE.UU. están ensamblados localmente.
  • Acura (marca de lujo de Honda, japonesa): También ensamblada en EE.UU.
  • Ford: 78% de sus autos vendidos en EE.UU. son fabricados localmente. Pero el Mustang Mach-E, eléctrico, se ensambla en México y NO sería elegible.
  • Chevrolet: Sólo 44% están ensamblados en el país.

Irónicamente, marcas extranjeras como Toyota o Honda tienen más modelos elegibles que algunas compañías estadounidenses. Toyota, por ejemplo, tiene un 52% de autos ensamblados localmente contra el 14% de Buick.

¿Cuánto podrías ahorrar realmente?

La mayoría de los préstamos automotrices son de aproximadamente $44,000 a seis años, con tasas promedio entre 6.5% y 9.3%. Según Smoke:

  • Con una tasa del 9.3%, podrías ahorrar hasta $2,200 por intereses durante 4 años.
  • Con 6.5%, el ahorro se reduce considerablemente, pero sigue siendo significativo.

Sin embargo, dado que los pagos de interés están “al frente” del préstamo (con montos más altos durante los primeros años), la deducción será más útil inicialmente.

Impacto en impuestos estatales: una ayuda colateral

Una de las ventajas menos discutidas es que esta deducción se aplicará antes de calcular el ingreso bruto ajustado federal. Para muchos estados, esta cifra es la base para sus cálculos de impuestos locales.

Esto significa que reducir tu ingreso bruto ajustado podría también reducir la cantidad de impuestos estatales que pagues, una ayuda indirecta pero útil.

Todos pueden deducir —aunque no detallen

A diferencia de la deducción de intereses hipotecarios, que solo pueden usar quienes detallan sus deducciones, esta deducción para préstamos de autos aplica incluso si tomas la deducción estándar. Se agregará como una línea específica antes del cálculo de los ingresos totales.

¿Incentivará compras realmente?

En distribuidores como Bowen Scarff Ford en el estado de Washington, los clientes ya estaban preguntando por esta deducción antes de que fuera aprobada. “Lo estamos promoviendo ya en nuestro sitio web”, dijo el gerente general Paul Ray, con una banda promocional que reza: “DEDUCCIÓN DE INTERESES DE AUTO YA DISPONIBLE”.

Según Celia Winslow, presidenta de la Asociación de Servicios Financieros Americanos:

“Para algunas personas que están indecisas, esto podría inclinar la balanza.”

Pero el propio Jonathan Smoke es más escéptico:

“El ahorro promedio en impuestos es menor que una sola cuota mensual del préstamo. No creo que eso haga que alguien indeciso se decida a comprar un auto nuevo. Pero quizás sí lo incentive a financiarlo en vez de pagar en efectivo o arrendar.”

Conclusión: una medida con potencial, pero limitada

Lo cierto es que esta deducción puede representar un ahorro valioso para algunos contribuyentes, especialmente aquellos que planean comprar autos nuevos, ensamblados en EE.UU., y con ingresos moderados. Si perteneces a ese grupo, podrías comenzar a ver un alivio real a partir de tu declaración de 2025.

Pero en un país donde la industria automotriz cada vez se globaliza más y el precio promedio de un auto nuevo se dispara, será interesante ver si esta política realmente alcanza su objetivo de estimular la producción y el consumo interno. El tiempo dirá si este nuevo incentivo fiscal arranca con fuerza, o se queda estacionado en la esquina de las buenas intenciones.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press