Operación Green Shield: El asalto internacional contra el crimen ambiental en la Amazonía

Una alianza sin precedentes entre Brasil, Colombia, Perú, Ecuador y Emiratos Árabes Unidos desmantela redes transnacionales dedicadas a la minería ilegal, el tráfico de especies y más

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El Amazonas, conocido como el pulmón del planeta, ha sido escenario de una histórica operación policial internacional que busca proteger sus tesoros naturales y a sus comunidades indígenas frente a los crímenes ambientales que amenazan su existencia.

Una operación más allá de las fronteras

Entre el 23 de junio y el 6 de julio, más de 1.500 agentes de seguridad de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú llevaron a cabo la Operación Green Shield, una ofensiva sin precedentes contra el crimen ambiental en la región amazónica, coordinada por el Ministerio del Interior de Emiratos Árabes Unidos a través de la Iniciativa Internacional de Cumplimiento de la Ley para el Clima (I2LEC).

Esta iniciativa, lanzada en 2023, permitió establecer un centro de comando en tiempo real en Bogotá, Colombia, facilitando la coordinación transfronteriza y la ejecución de más de 350 redadas dirigidas a redes ilegales de minería, tráfico de especies, tala y contrabando de combustible.

Resultados contundentes

El impacto de la operación fue significativo:

  • Más de 64 millones de dólares en bienes incautados
  • 94 personas arrestadas
  • 310 toneladas de minerales decomisadas
  • 3.800 metros cúbicos de madera extraída ilegalmente recuperados
  • 39.000 galones de combustible decomisados
  • 530 equipos pesados incautados, incluyendo camiones y retroexcavadoras
  • Más de 2.100 animales vivos rescatados y 6.350 cadáveres de especies silvestres traficadas identificados

Protección a territorios indígenas

Las acciones tocaron zonas de alta sensibilidad ecológica y cultural como la Tierra Indígena Sararé en Mato Grosso, Brasil, hogar del pueblo Nambikwara; y El Cenepa en la región Amazonas de Perú, donde habita la comunidad Kumpanam. La coalición de fuerzas desplegó unidades en 22 departamentos colombianos incluyendo Putumayo, Chocó y Antioquia.

En Ecuador, la operación abarcó desde Carchi, hogar del pueblo Awá, hasta provincias amazónicas como Loja y Zamora.

Criminales identificados y redes desmanteladas

Uno de los mayores golpes ocurrió en Perú, donde la policía desmanteló al grupo Los Depredadores del Oriente y recuperó 1.400 animales vivos. En Colombia, se desarticularon tres redes, incluyendo una célula del Clan del Golfo. En Brasil se afectaron operaciones de minería de oro en zonas de difícil acceso, según Renato Madsen Arruda, coordinador federal para la Amazonía.

Crimen ambiental: No sólo contra la naturaleza

“El crimen ambiental desplaza comunidades, alimenta la violencia contra mujeres y niños, y erosiona el patrimonio cultural. No son delitos contra árboles, son crímenes contra personas”,

Teniente Coronel Dana Humaid, directora de Asuntos Internacionales del Ministerio del Interior de los Emiratos Árabes Unidos

De acuerdo con Humaid, lo innovador de esta operación fue el diseño conjunto de objetivos y ejecución en campo, evitando una visión jerárquica y favoreciendo la colaboración horizontal.

Tecnología para salvar ecosistemas

Uno de los recursos claves para el éxito de Green Shield fue la tecnología: el uso de herramientas de geolocalización satelital permitió un monitoreo en tiempo real e interacciones en vivo entre las fuerzas de operación de los cuatro países.

Según el coronel Jorge Andrés Bernal Granada, director de Protección Ambiental de la Policía Nacional de Colombia, este fue un “avance real en la lucha contra la minería ilegal, el robo de combustible y el tráfico de vida silvestre”.

Un ecosistema en peligro

La Amazonía se enfrenta a uno de sus peores momentos. Según datos del IPBES (Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas), aproximadamente el 80% de las especies terrestres del mundo se encuentran en bosques como el amazónico. Sin embargo, más de 17% de su masa forestal ha sido destruida en las últimas décadas, lo cual también impacta directamente al modo de vida de 400 grupos indígenas que habitan la región.

El tráfico de vida silvestre es otra preocupación creciente. De acuerdo con la WWF, representa el cuarto comercio ilegal más lucrativo del mundo, con más de 20 mil millones de dólares al año en ganancias ilegales —solo detrás de las armas, drogas y personas.

Un modelo replicable

La eficacia de la operación generó esperanza entre los países involucrados. Perú indicó que esta campaña demostró que se puede proteger efectivamente “uno de los ecosistemas más importantes del planeta”. Por su parte, Ecuador, que se sumó a una operación I2LEC por primera vez, calificó el paso como “crítico y estratégico”.

La regionalización y colaboración operativa bajo un liderazgo climático como el de I2LEC sugiere un modelo replicable en otras regiones también afectadas por el crimen ambiental, como la cuenca del Congo o los bosques del sudeste asiático.

Lo que viene

Las investigaciones no han terminado. Las autoridades anunciaron que habrá más arrestos y decomisos conforme se avance en los análisis de inteligencia reunidos durante los operativos.

La combinación de tecnología de punta, voluntad política, mecanismos de cooperación civil y policial, y el enfoque compartido de respeto por los territorios indígenas, podría constituir un punto de quiebre en la lucha contra una de las amenazas más persistentes, invisibles y destructivas del siglo XXI.

Como bien expresó Humaid, lo que está en juego no es sólo biodiversidad, sino identidades culturales, justicia social y supervivencia humana.

“Donde hay crimen ambiental, también hay crimen humano. Detener uno, es proteger al otro”.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press