Ruidoso bajo el agua: la tragedia que desafía a un pueblo resiliente
La villa montañosa de Nuevo México enfrenta una vez más los embates de la naturaleza entre lluvias torrenciales, destrucción y reconstrucción
Un pueblo marcado por la tragedia natural
Ruidoso, una comunidad enclavada en las montañas de Nuevo México, conocida por su belleza natural y su oferta turística durante verano y invierno, se encuentra nuevamente luchando por salir a flote —literalmente— luego de otro evento climático devastador. A tan solo un año de haber sido azotados por incendios forestales e inundaciones, los habitantes enfrentan el embate de una inundación repentina que ha cobrado vidas humanas, destruido hogares y colapsado la rutina de sus residentes.
La tragedia: fuertes lluvias y consecuencias mortales
La tarde del martes 8 de julio, una tormenta monzónica intensa descargó más de 3.5 pulgadas (8.9 cm) de lluvia en menos de dos horas sobre el área afectada por incendios pasados. Esta combinación explosiva desató una crecida histórica del Río Ruidoso, cuyas aguas registraron un aumento de más de 20 pies (6 metros), pulverizando el récord anterior establecido en julio de 2024, según el meteorólogo Todd Shoemake del National Weather Service.
La riada atrapó y arrastró a tres personas —un hombre y dos niños, de 4 y 7 años— que se encontraban acampando con sus padres en un parque de casas rodantes junto al río. Los cuerpos fueron hallados aguas abajo durante labores de rescate, mientras que los sobrevivientes (los padres) fueron trasladados en estado grave a un hospital en Texas.
Destrucción visible por doquier
La escena que describen los testigos refleja un panorama apocalíptico: ramas rotas, camiones volteados, escombros, casas completamente arrasadas. Tracy Haragan, nativo de Ruidoso, observó impotente cómo una corriente torrencial se llevaba las pertenencias de nueve casas vecinas.
“Es una gran comunidad, pero cada tanto recibe una paliza. Siempre sobrevivimos”, declaró Haragan.
Un patrón cíclico de destrucción y reconstrucción
Ruidoso no es ajeno a los desastres naturales. En el verano de 2023, incendios forestales devastaron 14,000 acres en la zona conocida como South Fork, dejando cicatrices en el terreno que hoy potencian el riesgo de inundaciones. La incapacidad del suelo quemado para absorber agua acelera la escorrentía, lo que agrava la situación durante cada temporada de lluvias.
Barbara Arthur, dueña del parque de casas rodantes Riverside RV Park, perdió no solo su negocio sino también su hogar. “Es la sexta vez que suben las aguas en pocas semanas, pero esta fue la peor con diferencia”, comentó.
Un pueblo en ruinas... otra vez
El alcalde Lynn Crawford aseguró que alrededor de 50 casas resultaron gravemente dañadas, una de ellas arrastrada completamente por la corriente. “Los corazones están destrozados y los estómagos revueltos”, dijo. Además, advirtió que Ruidoso sigue en la mira climática, pues quedan meses de lluvias por delante. El período monzónico en Nuevo México va de junio a septiembre.
Las autoridades locales trabajaban todavía en la reinstalación de sirenas de alerta destruidas durante los incendios del año anterior cuando se desató esta nueva emergencia.
Respuesta estatal y federal ante la emergencia
Gracias a la coordinación entre los equipos de rescate del condado, voluntarios y la Guardia Nacional, se realizaron decenas de rescates en aguas rápidas mientras el nivel del agua seguía aumentando.
La gobernadora Michelle Lujan Grisham ha solicitado una declaratoria de desastre presidencial, argumentando que los gastos en respuestas de emergencia superan los $50 millones, incluyendo puentes colapsados, carreteras destruidas y operaciones de rescate.
Zonas de alto riesgo y expansión de la llanura inundable
Las autoridades buscan mitigar futuras catástrofes. Ruidoso solicitó recientemente $100 millones en ayuda federal para adquirir tierras privadas ubicadas en zonas de alto riesgo, una acción preventiva necesaria luego de varios eventos consecutivos de inundaciones graves en los últimos tres años.
La presencia de campos plagados de cenizas, la saturación de sedimentos en el río y el cambio climático están modificando radicalmente la delimitación natural del caudal. “Estamos viendo una nueva geografía hidrológica frente a nuestros ojos”, advirtió el ingeniero ambiental Dr. Carlos Meza, de la Universidad de Nuevo México.
Impacto en la economía local: turismo y carreras suspendidas
Ruidoso depende en gran medida del turismo. Uno de sus principales atractivos, el hipódromo Ruidoso Downs, fue inundado, lo que obligó a cancelar una de sus carreras más importantes de la temporada. Restaurantes cerraron temporalmente y varios hoteles reportan cancelaciones en masa.
La Oficina de Turismo del Estado de Nuevo México ya trabaja con la Cámara de Comercio local para diseñar campañas que impulsen la recuperación del sector una vez que pase la emergencia. No obstante, muchos negocios reportan estar en situación crítica.
Un evento de cada 100 años
El Servicio Meteorológico Nacional catalogó esta inundación como una “tormenta de 100 años”, indicando que tiene sólo un 1% de probabilidad de ocurrir en cualquier año determinado. Aunque técnicamente raras, la combinación entre el cambio climático, sequías cíclicas y el terreno post-incendio ha convertido a estas mega inundaciones en eventos más frecuentes.
El reto de la adaptación
La tragedia de Ruidoso muestra la urgente necesidad de integrar políticas ambientales sostenibles y planeación urbana basada en resiliencia climática. En palabras del alcalde Crawford:
“La naturaleza es más poderosa que nosotros. No podemos controlarla, pero sí prepararnos mejor. Ayer aprendimos eso, de la manera más dura.”
Mientras tanto, los habitantes de Ruidoso levantan escombros, limpian sus calles cubiertas de lodo y, más importante aún, se esfuerzan por reconstruir su esperanza. Porque si algo distingue a esta comunidad es su espíritu inquebrantable para volver a empezar, una y otra vez.