Frank Layden: El legado eterno del hombre que llevó a los Utah Jazz a la gloria

A 93 años de su nacimiento y tras su reciente fallecimiento, repasamos la vida, obra e impacto de Frank Layden en la franquicia de los Jazz y en la evolución misma de la NBA.

Una figura inolvidable en la historia de la NBA

La NBA está de luto. El pasado miércoles falleció Frank Layden, una figura fundamental en el desarrollo del baloncesto profesional en Utah y una personalidad entrañable en el mundo del deporte. Tenía 93 años. Su paso por la dirección técnica y ejecutiva de los Utah Jazz lo convirtió no solo en una pieza clave para la franquicia, sino también en un símbolo de dedicación, carisma y pasión por el juego.

Layden no era el típico entrenador: además de implementar tácticas y reclutar jugadores, poseía un timing cómico natural fuera de lo común que lo convirtió en un favorito de la afición y de los medios. Su legado va más allá de las estadísticas: fue el primero en llevar a los Jazz a los playoffs y el único entrenador en la historia del equipo galardonado como Entrenador del Año de la NBA.

Orígenes humildes y amor por el baloncesto

Frank Layden nació en Brooklyn, Nueva York, en 1932. Empezó su carrera como muchos otros en el baloncesto estadounidense: entrenando en preparatorias y universidades. Layden dirigió a Niagara University, su alma mater, antes de escalar hacia niveles más altos del deporte profesional. Su primer contacto con la NBA fue en 1976, como asistente de Hubie Brown en los Atlanta Hawks.

En 1979, se mudó al front office de los New Orleans Jazz como gerente general, y en 1981, en medio de una temporada decepcionante, fue asignado como entrenador principal tras el despido de Tom Nissalke. Lo que parecía una solución temporal terminó siendo un punto de inflexión en la historia de la franquicia.

El renacimiento de los Jazz bajo su mano

Bajo su liderazgo, los Jazz encontraron identidad dentro de la liga. En la temporada 1983-84 logró llevar al equipo a los playoffs por primera vez en su historia, hecho que le valió los premios de Entrenador del Año y Ejecutivo del Año, un doblete sin precedentes hasta ese momento.

Durante sus años como entrenador, acumuló 277 victorias, la tercera mayor cantidad en la historia de la franquicia. Layden fue también quien sentó las bases para el periodo más glorioso del equipo, seleccionando en el draft a dos futuras leyendas: John Stockton y Karl Malone. Su ojo clínico para el talento y su comprensión del juego fueron clave en ese proceso.

El mentor que sembró el camino para Jerry Sloan

Layden se retiró como entrenador a mediados de la temporada 1988-89. Su elección para la sucesión también demostraría sabiduría: entregó el mando a Jerry Sloan, quien terminaría consolidándose como el entrenador más emblemático en la historia de los Jazz.

Mientras Sloan construía a los contendientes de finales de los 90, Layden permanecía involucrado con la franquicia en puestos ejecutivos y como embajador, siempre cerca del desarrollo del equipo y de los aficionados.

“Es difícil imaginar la historia de los Utah Jazz sin Frank Layden”, expresaron los propietarios actuales Ryan y Ashley Smith. “Fue una persona maravillosa que significó muchísimo para esta organización. Su amor por el juego se sintió en toda la NBA”.

Más allá del deporte: el lado humano de Frank Layden

Frank era conocido por su humor espontáneo: aparecía en ruedas de prensa con narices de payaso, regañaba en chiste a los árbitros y contaba anécdotas como si fuesen actos de stand-up comedy. Pero su humor jamás opacó su compromiso con el juego. Por el contrario, era una muestra de su filosofía en la vida: hacer del baloncesto una experiencia divertida y apasionante para todos.

“El deporte debe tener sentido, pero también debe hacernos reír”, solía decir. Y bajo esa premisa, forjó relaciones duraderas tanto en la NBA como en la comunidad de Salt Lake City, donde residió hasta sus últimos días.

El Chuck Daly Lifetime Achievement Award: un reconocimiento bien merecido

En 2019, la NBA reconoció su legado otorgándole el Chuck Daly Lifetime Achievement Award. Este galardón honra a entrenadores que han hecho contribuciones significativas al baloncesto, y no pudo haber sido más apropiado para alguien como Layden, cuyo impacto fue más allá de diagramar jugadas o acumular victorias.

La memoria colectiva de Layden permanecerá viva en cada historia compartida por quienes lo conocieron, en cada partido de los Jazz y en cada referencia que se haga a su nombre cuando la franquicia recuerde sus raíces.

El paso por la WNBA y su visión para el futuro

En la temporada 1998-99, Layden volvió brevemente a las canchas al frente de las Utah Starzz de la WNBA, intentando aportar su vasto conocimiento del baloncesto profesional al desarrollo del incipiente baloncesto femenino profesional en los Estados Unidos.

Si bien su estadía fue corta, sirvió como un nuevo ejemplo de su incansable deseo de impulsar el deporte, sin importar el género ni la liga.

Un adiós, pero no un olvido

La muerte de Frank Layden deja un vacío profundo en el corazón de la organización de los Utah Jazz y la familia del baloncesto internacional. Sin embargo, su historia seguirá viva en cada rincón del Delta Center, cada vez que la afición cante y celebre una victoria y en cada joven entrenador que encuentre en su legado inspiración para liderar con alegría, astucia y humanidad.

Estadísticas y legado

  • 277 victorias con los Utah Jazz, tercera mayor marca en la historia del equipo
  • Entrenador del Año en la NBA (1984)
  • Ejecutivo del Año en la NBA (1984)
  • Seleccionó a John Stockton (1984) y Karl Malone (1985)
  • Recibió el Chuck Daly Lifetime Achievement Award en 2019

Más que un técnico exitoso o un gran cazador de talentos, Frank Layden representó la fusión ideal de estrategia, liderazgo e irreverencia. Un hombre que se ganó a toda una ciudad con carcajadas y victorias. Y como bien dijo el comunicado de los Utah Jazz:

“Nunca habrá otro como él.”

Descanse en paz, Coach Layden.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press