Trump apuesta fuerte por las criptomonedas: ¿reinventando Wall Street o beneficiándose del caos?
El expresidente lanza ETF cripto con su firma mediática mientras impulsa regulaciones más amigables para el sector
Un giro de 180 grados: de escéptico a entusiasta cripto
Donald Trump, quien alguna vez calificó al bitcoin como "una estafa" y expresó su desconcierto frente al mundo de las criptomonedas, se ha convertido hoy en una de las figuras políticas más influyentes dentro del ecosistema cripto en Estados Unidos. El expresidente ha lanzado un nuevo proyecto financiero: un fondo cotizado en bolsa (ETF) respaldado por las cinco criptomonedas más populares del mercado.
La firma Trump Media & Technology Group, conocida por operar la red social Truth Social, presentó ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) una solicitud para establecer el ETF denominado "Crypto Blue Chip ETF" que estará disponible más adelante este año.
¿Qué contiene el Crypto Blue Chip ETF?
El nuevo ETF cripto propuesto por Trump tiene la siguiente composición:
- 70% en bitcoin (BTC), la criptomoneda más conocida y con mayor capitalización del mercado.
- 15% en ethereum (ETH), clave en el desarrollo de smart contracts.
- 8% en solana (SOL), favorita en proyectos de la comunidad de meme coins.
- 5% en Ripple (XRP), activa en soluciones de pagos transfronterizos.
- 2% en Cronos (CRO), desarrollada por Crypto.com, que actuará además como custodio digital del fondo.
Esta iniciativa llega después de que Trump Media anunciara un ETF anterior basado solo en bitcoin y ethereum, aunque no está claro si seguirán adelante con ese producto también.
El auge de los ETFs cripto en EE.UU.
Desde que en 2023 comenzó oficialmente el comercio de ETFs vinculados al precio de bitcoin en mercados norteamericanos, su aceptación ha sido explosiva. Permiten a los inversionistas exponerse a criptomonedas sin tener que comprarlas directamente ni lidiar con claves o wallets.
Empresas como BlackRock, Fidelity y VanEck ya apostaron por productos similares, por lo que la incursión del grupo de Trump representa más una incursión política con implicaciones económicas que una movida meramente financiera.
Un presidente que abraza las criptos… ¿demasiado?
En paralelo con este lanzamiento, la administración de Trump ha impulsado varias medidas para suavizar el entorno regulatorio del sector cripto. De hecho, la SEC publicó nuevas directrices la semana pasada para facilitar la aprobación de ETFs relacionados con criptomonedas. Además, ha detenido o pausado acciones legales que el organismo llevaba a cabo desde antes contra empresas del sector.
Esto marca una diferencia clara con la postura que solía tener la SEC en mandatos anteriores, donde los temores sobre el lavado de dinero o la volatilidad del mercado cripto frenaron propuestas similares durante años.
Donaciones y vínculos: una trama política con sabor a criptodólar
En los últimos años, el vínculo entre el ecosistema cripto y el entorno Trump ha crecido de manera notable. Por ejemplo, Ripple, una de las criptomonedas incluidas en el ETF, fue uno de los principales donantes al comité inaugural de Trump en 2017.
Esto ha generado acusaciones por parte de legisladores demócratas y analistas independientes, quienes denuncian un posible conflicto de intereses y un uso de cargos públicos para beneficiar negocios familiares o aliados políticos afines.
“Estamos haciendo que Estados Unidos sea la capital mundial de las criptomonedas. Porque si no lo hacemos nosotros, lo hará China”, afirmó Trump en una rueda de prensa reciente.
Trump y la criptoeconomía como parte de una agenda ideológica
Detrás de este viraje hacia el mundo de las criptomonedas podría esconderse más que oportunidad financiera. La visión de Trump sobre una economía descentralizada y sin intermediarios refleja su interés por minar el poder de instituciones tradicionales como la Reserva Federal o Wall Street.
En un contexto donde la retórica anti-establishment le ha funcionado durante años, incorporar las criptos a su propuesta de país hace sentido. Poseen un simbolismo de autonomía, libertad y resistencia al control centralizado que resuena en muchas comunidades conservadoras.
¿Un juego político, una jugada económica o ambas?
El Crypto Blue Chip ETF también refuerza el control del conglomerado mediático y financiero de Trump sobre ciertos nichos de mercado. Truth Social, su red social, podría beneficiarse de la adopción de tecnologías vinculadas a estos activos, y su posicionamiento le sirve también para atraer nuevos seguidores jóvenes y pro-tecnología.
Al mismo tiempo, la falta de claridad sobre la neutralidad del regulador preocupa a muchos expertos, que temen una captura institucional: cuando las entidades que deben controlar al poder se vuelven parte de su aparato o intereses particulares.
Reacciones en el sector cripto
La propuesta ha generado una mezcla de entusiasmo y escepticismo dentro de la comunidad cripto. Algunos empresarios del ámbito ven con buenos ojos la legitimidad que puede aportar el interés de una figura como Trump, mientras que críticos más puristas temen que eso termine socavando la filosofía fundacional del movimiento: descentralización, privacidad y resistencia al poder político.
El criptoinversor y analista Jameson Lopp declaró:
“Convertir las criptomonedas en herramientas del poder puede hacerlas populares, pero también las hace vulnerables a un uso contrario a sus principios”.
¿Qué podemos esperar?
La guerra por la legitimidad cripto acaba de subir de nivel. Un expresidente liderando la iniciativa de ETFs cripto pone de manifiesto cuán importante se ha vuelto este sector para la geopolítica financiera global. Y más aún: prueba que la batalla por el futuro del dinero tendrá como campo de juego tanto exchange digitales como pasillos del poder político.
Este ETF aún necesita aprobación, y aunque la nueva postura de la SEC sugiere un camino más fácil, el verdadero escrutinio vendrá cuando los inversionistas empiecen a mover su dinero. ¿Están comprando criptomonedas o apoyando un movimiento ideológico? ¿O ambas cosas?