La economía global en jaque: tensiones comerciales, mercados erráticos y la sombra china
Mientras Asia navega un mar de incertidumbre bursátil y Japón despliega músculo militar, el fantasma de la guerra comercial con EE.UU. reconfigura el tablero geopolítico
Por qué el mundo económico tiembla ante las decisiones de Washington. A menos de un mes de que entren en vigor nuevos aranceles impulsados por Estados Unidos, las bolsas asiáticas muestran señales de una creciente volatilidad, mientras las potencias regionales reacomodan sus intereses económicos y militares.
Temblores en los mercados bursátiles asiáticos
El índice Nikkei 225 de Japón subió un modesto 0,2%, ubicándose en 39.764,02 puntos, mientras que el KOSPI surcoreano ganó un 0,5%, cerrando en 3.132,02. Ambas economías están actualmente bajo la lupa, ya que buscan acuerdos con EE.UU. antes de que los nuevos aranceles entren en vigor el 1 de agosto.
En cambio, Hong Kong sufrió una caída del 0,7% en su índice Hang Seng, mientras que el Shanghai Composite ganó un tímido 0,3%. Australia e India también registraron movimientos negativos, con el S&P/ASX 200 perdiendo 0,4% y el BSE Sensex un 0,2%.
La guerra comercial reanimada
El telón de fondo de esta inestabilidad bursátil es el endurecimiento de las políticas comerciales promovidas por la administración Trump, que ha impuesto nuevos aranceles a más de una docena de países. Como apunta Stephen Innes de SPI Asset Management: “Los obstáculos sectoriales son los terrenos más espinosos”, en alusión a las dificultades para excluir sectores clave como el automotriz y el acero en las negociaciones con Corea del Sur y Japón.
No obstante, Washington parece inflexible. En un informe reciente, el Banco Mizuho advierte que estas medidas apuntan a una estrategia más ambiciosa: aislar a China de las cadenas globales de suministro, de sus principales socios comerciales y del acceso a los mercados internacionales.
El banco también emite una advertencia inquietante: “El verdadero peligro radica en subestimar las consecuencias cuando (y no si) China tome represalias”.
Wall Street tambalea ante la incertidumbre
Los efectos de esta tensión se extienden también a los mercados norteamericanos. El S&P 500 cayó un 0,1% tras haber registrado su mayor pérdida desde mediados de junio. El Dow Jones retrocedió un 0,4%, mientras que el Nasdaq apenas logró un leve avance, manteniéndose cerca de su máximo histórico.
Según analistas, esta volatilidad refleja el temor de los inversores a que una escalada del conflicto comercial afecte cadenas de suministro, acuerdos de inversión y precios al consumidor. Todo ello ocurre en un momento en que muchas economías apenas están consolidando una recuperación pospandemia.
El elemento geopolítico: Japón refuerza su armamento
En un movimiento que agrega otra capa al contexto de tensiones, Japón ha comenzado a desplegar su flota de V-22 Osprey en su nueva base permanente Camp Saga, en el suroeste del país. Esta decisión se enmarca en una estrategia más amplia para reforzar la defensa de las islas remotas ante el aumento de las maniobras militares chinas en la región.
El Ministro de Defensa japonés, Gen Nakatani, fue claro: “El entorno de seguridad que rodea a Japón ha empeorado de forma significativa, y nuestra tarea urgente es fortalecer las capacidades defensivas insulares”.
El Osprey, una aeronave de rotor basculante, se opera en conjunto con el cuerpo de despliegue anfibio rápido de Japón. La flota estaba temporalmente estacionada en Camp Kisarazu, cerca de Tokio, desde 2020. Se prevé que la implementación completa en Saga estará lista a mediados de agosto.
¿Defensa o disuasión? El mensaje a China y Corea del Norte
Este despliegue también es un mensaje para China y Corea del Norte. En particular, genera suspicacias sobre el papel de Japón como aliado estratégico de EE.UU. en la región. Recordemos que recientemente, China ha aumentado la presión sobre Taiwán y ha intensificado su presencia marítima en el mar de China Meridional.
La cooperación entre Japón y EE.UU. también se ha visto reforzada por ejercicios conjuntos. Camp Saga colabora con otra base cercana que alberga 50 helicópteros y personal de la fuerza aérea y la marina. Este teatro militar es de suma relevancia, especialmente mientras la seguridad energética y marítima de Asia Oriental depende en parte del libre tránsito en esta zona.
Escenario energético y financiero: nuevas tensiones
El mercado energético no fue ajeno a estas dinámicas. El precio del crudo descendió, mientras que el dólar se fortaleció frente al yen y al euro. Esta revalorización del dólar preocupa a economías emergentes asiáticas endeudadas en moneda extranjera, lo que podría encarecer su servicio de deuda justo cuando más necesitan estímulos económicos.
Por otro lado, el fortalecimiento del billete verde también incrementa las barreras para exportaciones en países como Japón, Corea e India. En contextos de guerra comercial, los movimientos de divisas suelen volverse todavía más impredecibles, y los bancos centrales observan atentamente para intervenir si se presentan fugas de capital o inflación importada.
Las grandes preguntas que enfrentan Asia y Occidente
- ¿Podrá China responder sin bloquear completamente su acceso a mercados vitales? Aunque muchos en Occidente ven a Beijing acorralado, lo cierto es que China aún cuenta con herramientas poderosas, que van desde restricciones a tierras raras hasta boicots selectivos.
- ¿Hasta qué punto Japón y Corea del Sur están dispuestos a alinear su política exterior con Washington? Ambos países dependen fuertemente del comercio con China, pero su defensa ahora gravita cada vez más hacia EE.UU.
- ¿Veremos un rearme generalizado en Asia? No solo Japón se arma. India ha estrechado lazos con EE.UU. y Filipinas ha reactivado su cooperación militar con el Pentágono.
- ¿Sobrevivirá la arquitectura del libre comercio? La OMC está cada vez más debilitada, y uno se pregunta si nuevas alianzas (como los minilaterales o acuerdos tipo QUAD) serán suficientes para sostener un orden económico global estable.
Como observó el analista diplomático Richard Haass: “El comercio ya no es solo economía, es geopolítica pura. Las fábricas y puertos se han convertido en trincheras del siglo XXI”. Lo que ocurra en las próximas semanas entre Washington, Tokio, Seúl y Pekín podría redefinir la economía global por décadas.
Lo que parece evidente es que ninguno de estos eventos ocurre en el vacío. Cada arancel, cada base militar, cada punto porcentual en la bolsa es parte de una narrativa mayor: una lucha por el liderazgo... en una economía global que ya no puede separarse de la geopolítica.