¿Puede Trump ganar el Nobel de la Paz? Claves detrás de una nominación polémica
Con múltiples nominaciones previas y un respaldo reciente de Netanyahu, el expresidente de EE.UU. vuelve a estar bajo el foco del Comité Nobel. ¿Tiene realmente posibilidades de lograrlo?
Una nueva nominación, una vieja controversia
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido nuevamente nominado al Premio Nobel de la Paz, esta vez por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien entregó personalmente una carta dirigida al Comité Nobel recomendando al exmandatario para el galardón.
Esta no es la primera vez que Trump es propuesto para el premio. En años anteriores, ha recibido nominaciones tanto de legisladores estadounidenses como de parlamentarios noruegos y suecos. La pregunta inevitable es: ¿realmente tiene mérito para ganar uno de los premios más respetados del mundo?
¿Quién puede nominar a alguien al Nobel de la Paz?
Aunque pueda parecer que cualquiera puede postular a un candidato, el proceso es más exclusivo. Solo pueden nominar:
- Jefes de Estado y miembros de parlamentos nacionales
- Catedráticos universitarios en disciplinas específicas
- Directores de institutos de estudios internacionales
- Ganadores anteriores del Nobel
- Miembros del Comité Nobel Noruego
Las nominaciones deben enviarse antes del 1 de febrero de cada año. Una reciente nominación de Netanyahu implicaría que Trump es considerado para el Premio Nobel de la Paz 2026.
El proceso secreto tras la decisión del Nobel
Una vez recopiladas todas las nominaciones válidas, el Comité Nobel —compuesto por cinco miembros elegidos por el Parlamento noruego— selecciona cuidadosamente a los finalistas. El proceso es estrictamente confidencial y los detalles no se conocen públicamente hasta después de 50 años.
Esto significa que, aunque la nominación de Trump haya sido publicitada, no equivale a ser considerado seriamente por el Comité, ni mucho menos asegura una victoria.
¿Qué se requiere para ganar el Premio Nobel de la Paz?
Según el testamento de Alfred Nobel, el galardón debe otorgarse a "la persona que haya hecho el mejor trabajo por la fraternidad entre naciones, la abolición o reducción de ejércitos permanentes y la promoción de congresos de paz".
Es un criterio noble pero abstracto. Interpretarlo está en manos del Comité, que debe analizar el impacto tangible y duradero de las acciones del nominado.
Trump y sus nominaciones anteriores
Trump fue nominado en 2018 por su iniciativa de reducción de tensiones nucleares con Corea del Norte. En 2020, fue presentado para la edición de 2021 por su mediación en acuerdos entre Israel y varios países árabes. De nuevo, en 2024 y ahora en 2025, ha sumado más apoyos.
Sin embargo, algunas de estas nominaciones han estado plagadas de dudas. En 2018, el Comité Nobel informó que al menos dos de las nominaciones a su nombre fueron hechas con identidades robadas.
Un premio con historia e impacto mundial
El Nobel de la Paz es único entre los Nobel, ya que es el único que se otorga fuera de Suecia, en Oslo. También es el único que se enfoca en logros recientes —en muchos casos del año anterior— en lugar de logros científicos que se prueban con el tiempo.
Barack Obama recibió el premio en 2009, apenas nueve meses después de asumir la presidencia. La decisión fue controvertida, considerada prematura por muchos y criticada incluso en su país.
Otro expresidente estadounidense, Jimmy Carter, ganó el Nobel en 2002, pero por su labor diplomática posterior a su mandato.
El criterio del Comité: ¿una vara justa para todos?
Uno de los grandes debates sobre el Nobel de la Paz es la ambigüedad de sus criterios. Mientras que algunos galardonados han sido reconocidos por acciones concretas (como el desarme nuclear), otros lo han recibido como un aliento político o moral.
Los acuerdos de Abraham —un avance diplomático facilitado por la administración Trump entre Israel, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos— son frecuentemente citados como ejemplo de su mérito. Pero muchos analistas consideran que fueron más acuerdos geopolíticos con intereses económicos y estratégicos que verdaderos avances para la paz a largo plazo.
Un premio, múltiples controversias
No es la primera vez que la nominación de Trump al Nobel de la Paz causa revuelo. De hecho, sus nominaciones a menudo provocan una tormenta mediática, especialmente dadas sus políticas divisorias tanto en el interior como en el extranjero.
Su gestión hacia Palestina, sus tensiones con Irán y su enfoque nacionalista "America First" son vistos, por muchos, como contrarios a los valores globales de paz y cooperación.
Las voces a favor: ¿Qué dicen sus defensores?
Sus simpatizantes argumentan que Trump fue el primer mandatario estadounidense en décadas que no inició una guerra durante su presidencia. También afirman que sus presiones a la OTAN mejoraron el equilibrio financiero del bloque militar y que su confrontación directa con Corea del Norte rompió patrones de parálisis diplomática.
"Trump debía haber recibido el premio en 2021" —dijo Christian Tybring-Gjedde, miembro del Parlamento noruego—, quien lo nominó por su rol en los acuerdos de normalización entre Israel y Emiratos Árabes Unidos.
Las voces en contra: ¿Por qué muchos se oponen?
Las críticas son contundentes. Parte de la comunidad internacional y académica sostiene que sus acciones polarizadoras han contribuido al debilitamiento del multilateralismo y la confianza internacional. La retirada del Acuerdo Climático de París, la confrontación con la OMS y el repliegue de tropas de zonas críticas son algunas de las razones citadas.
"[Trump] fue un símbolo de la desunión, no de la paz", escribió en 2020 Carl Bildt, ex primer ministro sueco y diplomático europeo.
¿Puede realmente ganar?
Si bien cada nominación causa ruido, ganar el Nobel de la Paz requiere de algo más: consenso moral e histórico. Dado el perfil político y social de Trump, el Comité Nobel podría considerar una premiación como divisiva, lo que pondría en entredicho la legitimidad del galardón como símbolo de unidad y avance humano.
Además, hay precedentes de peso: líderes como Mahatma Gandhi nunca recibieron el premio a pesar de las múltiples nominaciones, mientras que otros lo han recibido en contextos de controversia con el objetivo de alentar procesos potenciales más que reconocer logros concretos.
Una mirada al futuro: ¿Reformar el Nobel?
La constancia de nominaciones polémicas como las de Trump ha generado debate sobre la necesidad de reformas al proceso Nobel. Algunos proponen criterios más definidos y limitaciones al carácter político de las nominaciones. Otros creen que parte de la fuerza del Nobel radica justamente en su ambigüedad, permitiendo reconocer premios con valor simbólico de transformación.
¿Puede Trump ganarlo? Técnicamente sí. ¿Debe ganarlo? Esa será la eterna pregunta de valor subjetivo que marcará la historia del Nobel。
¿Y qué pasa con la percepción pública?
Independientemente de lo que decida el Comité Nobel, cada nominación levanta olas de reacciones emocionales en las redes sociales, medios de comunicación y ámbitos académicos. En un mundo tan polarizado, un premio como este no solo premia logros: también comunica principios.
Y si algo está claro, es que nominar a Donald Trump es mucho más que poner un nombre en papel. Es abrir una polémica global sobre qué significa realmente la paz en el siglo XXI.