Surinam rompe el techo de cristal: Jennifer Geerlings-Simons se convierte en la primera presidenta del país

Con una economía en crisis y promesas de una bonanza petrolera en el horizonte, la nueva mandataria enfrenta desafíos monumentales en un momento decisivo para Surinam

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Un hito histórico: la doctora presidente

El domingo 7 de julio de 2025 marcó un antes y un después en la historia política de Surinam. Por primera vez, una mujer fue elegida para ocupar la presidencia del país sudamericano: Jennifer Geerlings-Simons, médica de profesión y veterana legisladora. Con 71 años, se presentó como la única candidata luego de forjar una poderosa coalición en el Parlamento tras unas elecciones sin un claro ganador.

Este hecho no solo rompe con una tradición política profundamente patriarcal, sino que también coloca a Surinam en una lista reducida de países de América Latina que han sido gobernados por mujeres, como Argentina, Chile, Brasil y Bolivia.

El contexto político: corrupción e incertidumbre económica

Geerlings-Simons toma las riendas de un país sacudido por escándalos de corrupción, austeridad extrema y una deuda externa asfixiante. Su antecesor, Chandrikapersad Santokhi, cerró su mandato de cinco años enfrentando intensas críticas a pesar de haber logrado ciertos equilibrios macroeconómicos con ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La reestructuración de la deuda y la reducción de subsidios permitieron cierta estabilidad fiscal, pero esas medidas desencadenaron protestas masivas, reflejo del descontento popular frente al aumento de la pobreza y la inflación. Según el Banco Central de Surinam, la inflación anual alcanzó un máximo del 64% en 2022, una de las cifras más altas de la región.

¿Quién es Jennifer Geerlings-Simons?

Nacida en Paramaribo, Geerlings-Simons es una figura conocida en la política surinamesa. Ha sido diputada por más de 25 años y presidió la Asamblea Nacional durante dos periodos, convirtiéndose en una de las voces más influyentes dentro del Partido Nacional Democrático (NDP). Fue discípula política del expresidente Desiré Bouterse, aunque ha tomado distancia de su estilo autoritario en los últimos años.

"Soy consciente del peso de esta tarea, y más todavía por ser la primera mujer en asumirla. Pero me comprometo a liderar con responsabilidad, transparencia y visión a largo plazo", declaró tras su elección.

Expectativas económicas: petróleo en el horizonte

Uno de los elementos clave que condicionarán su mandato será el incipiente sector petrolero. En los últimos cinco años, varias compañías internacionales —lideradas por TotalEnergies y Apache Corporation— han descubierto y evaluado yacimientos de petróleo frente a las costas surinamesas.

Según el Ministerio de Recursos Naturales de Surinam, se espera que la producción de petróleo comience en 2028. Las reservas podrían alcanzar los 2 mil millones de barriles, lo que transformaría radicalmente la economía de esta nación de apenas 646.000 habitantes.

Sin embargo, Winston Ramautarsingh, expresidente de la Asociación de Economistas de Surinam, advirtió: “El país debe pagar cerca de 400 millones de dólares anuales en deuda externa e intereses. Y el petróleo aún no fluye… lo que significa que la crisis continúa al menos por tres años más.”

Obstáculos inmediatos: finanzas públicas en rojo

Entre los principales desafíos que enfrentará Geerlings-Simons destacan:

  • Aumento de ingresos fiscales: El país tiene grandes problemas con la evasión. El sector del oro artesanal, por ejemplo, representa el 9% del PIB pero paga muy pocos impuestos.
  • Combate a la corrupción: La confianza ciudadana está fracturada tras escándalos que implicaron a figuras de todos los partidos. Transparency International ubica a Surinam como uno de los países más corruptos de la región.
  • Control de la inflación: Aunque ha disminuido, sigue cerca del 20%, afectando principalmente a las clases populares.
  • Garantizar calma social: El país ha vivido episodios de huelgas generales, violencia en las calles e incluso intentos de saqueo a supermercados. La paz social será esencial para atraer inversión.

El rol de la mujer en la política surinamesa

Pese a ser mayoría en número (el 51,4% de los habitantes del país son mujeres), la representación femenina en cargos políticos ha sido históricamente baja. La llegada de Geerlings-Simons a la presidencia es un golpe simbólico pero también práctico contra esta brecha de género.

“Es un paso adelante no solo para Surinam, sino para toda América Latina y el Caribe. Representa una oportunidad para transformar la manera de hacer política con una mirada más inclusiva”, señaló Carmen González, analista del Instituto de Estudios Caribeños.

Además, hay esperanzas de que su liderazgo inspire a las nuevas generaciones de mujeres a ingresar al ámbito político, especialmente en zonas rurales donde el acceso a la educación y oportunidades es más limitado.

¿Podrá Surinam evitar la llamada "maldición del petróleo"?

Numerosos países en desarrollo han visto cómo los beneficios esperados del descubrimiento de recursos energéticos se convirtieron en problemas de corrupción, dependencia y declive institucional. Angola y Nigeria, por ejemplo, tienen vastas reservas petroleras, pero enfrentan alto desempleo, pobreza y violencia.

Geerlings-Simons está consciente del riesgo: “Nuestro objetivo es que cada gota de petróleo se traduzca en educación, salud e infraestructura (...) no en cuentas bancarias escondidas en el extranjero”, afirmó durante su intervención parlamentaria.

Para lograrlo, ya ha lanzado propuestas que incluyen:

  • Un fondo soberano con participación ciudadana para canalizar los ingresos petroleros.
  • Comités de vigilancia externa e interna para contratos de hidrocarburos.
  • Leyes que establezcan límites rígidos sobre el gasto público con dinero proveniente del crudo.

El papel de la cooperación internacional

En medio de este panorama, Geerlings-Simons ha mencionado su interés en fortalecer alianzas estratégicas con países vecinos como Brasil y Guyana, así como con bloques multilaterales como la CELAC, el Caricom y, especialmente, el FMI.

También ha propuesto avanzar hacia una moneda común caribeña y profundizar la integración económica regional, especialmente en sectores clave como energía, turismo e infraestructura.

¿Un nuevo rumbo o más de lo mismo?

La gran incógnita es si Geerlings-Simons realmente podrá cambiar el rumbo de Surinam o si sucumbirá ante las presiones internas y externas que han derrotado a líderes anteriores. Su experiencia legislativa juega a su favor, pero también es vista con escepticismo desde algunos sectores, que la asocian con años de paralización institucional.

Por ahora, millones de surinameses observan con esperanza —y desde algunos rincones, con dudas— el primer paso de una presidenta en un país acostumbrado al liderazgo masculino.

El próximo año definirá no solo el legado de Geerlings-Simons, sino también el futuro de un país que flota entre la precariedad actual y las promesas del oro negro aún por salir del subsuelo.

Fuentes consultadas

  • Banco Central de Surinam - Reporte Económico Anual 2024
  • Transparency International 2024 - Índice de Percepción de la Corrupción
  • Ministerio de Recursos Naturales de Surinam - Publicaciones sobre reservas petroleras
  • IMF Country Report No. 24/003 - Suriname: Request for Extended Fund Facility Arrangement
Este artículo fue redactado con información de Associated Press