Elon Musk y su ruptura con Trump: ¿Puede una nueva fuerza política cambiar el juego en EE.UU.?

El magnate tecnológico lanza el 'America Party' tras su desacuerdo con la ley fiscal de Trump, prometiendo una revolución en el sistema bipartidista estadounidense

Una grieta inesperada

Elon Musk, el célebre empresario detrás de Tesla, SpaceX y la red social X, acaba de lanzar una bomba política en la escena estadounidense: ha fundado un nuevo movimiento llamado "America Party", una respuesta directa y airada a la más reciente legislación tributaria firmada por el presidente Donald Trump. Este movimiento, aunque aparentemente impulsado por el descontento fiscal, podría marcar un parteaguas en el rígido sistema bipartidista de los Estados Unidos.

¿Qué desencadenó la ruptura?

Durante años, Musk fue considerado un aliado leal del expresidente Trump, incluso cuando ocupaba un rol visible al frente de la llamada Department of Government Efficiency. Sin embargo, la aprobación de la nueva ley de recortes fiscales, que Musk calificó de “abominación repugnante”, ha sido el punto de ruptura.

“Cuando se trata de llevar a la bancarrota a nuestro país con despilfarro y corrupción, vivimos en un sistema de un solo partido, no en una democracia”, publicó Musk desde X el mismo día que se promulgó la ley. “Hoy nace el America Party para devolverte la libertad”, continuó.

¿Qué propone Musk?

Si bien aún no ha publicado un manifiesto formal, Musk ha insistido en que su nuevo partido será una plataforma para promover la responsabilidad fiscal, reducir el tamaño del gobierno, y fomentar una economía basada en la innovación y el emprendimiento.

Sus primeras acciones políticas parecen estar dirigidas a influir en las elecciones de medio término de 2026. Incluso amenazó con desbancar a todos los miembros del Congreso que respaldaron el paquete de reforma fiscal. Esta declaración no es poca cosa, considerando que en la elección presidencial de 2024 aportó al menos $250 millones de dólares al equipo de Trump.

¿Tiene posibilidades el America Party?

Históricamente, los partidos terceros en EE.UU. han tenido graves dificultades para penetrar en un ecosistema político dominado por demócratas y republicanos. Ejemplos como el Green Party o el Libertarian Party existen desde hace décadas sin lograr avances significativos a nivel federal.

Sin embargo, Musk no es un outsider común. Según Bloomberg, su patrimonio neto supera los $200 mil millones, y tiene una base de seguidores leales y tecnológicamente activos que se comunican directamente con él en X. Además, su capacidad para dominar los titulares y generar narrativa mediática a su favor es superior incluso a la de políticos veteranos.

Reacciones desde Washington y Wall Street

Scott Bessent, Secretario del Tesoro y frecuente rival político dentro de la administración Trump, minimizó el impacto que podría tener Musk en la política tradicional. “Los principios de DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental) son populares, pero si miras las encuestas, Elon no lo es”, dijo en State of the Union por CNN.

También dejó entrever cierta tensión desde las directivas de Tesla y SpaceX: “Me imagino que su junta directiva no estará feliz con este anuncio. Probablemente le pidan que se enfoque en sus negocios, no en política”.

Y es que, en apenas semanas, las acciones de Tesla han caído un 9% desde que comenzó este nuevo ciclo de confrontación, afectadas por boicots organizados y la incertidumbre sobre el futuro estratégico de la compañía.

¿Una jugada calculada o impulsividad al estilo Musk?

En su perfil digital, Musk parece navegar entre la genialidad empresarial y la impulsividad política. No sería la primera vez que amenaza con cambios drásticos solo para retractarse posteriormente. Por ejemplo:

  • En 2018, dijo que Tesla se haría privada a $420 la acción — lo que desató una crisis con la SEC.
  • En 2022, compró Twitter (hoy X) en una adquisición caótica de $44 mil millones, que derivó en despidos masivos y un rediseño radical.
  • En 2023, anunció X.ai para competir contra OpenAI, elogiando la libertad cognitiva frente a la censura.

Esta tendencia hace pensar que el America Party podría ser tanto una jugada estratégica como otra de sus monedas de cambio discursivas para moldear con presión la política pública.

La amenaza fiscal como catalizador

El nuevo paquete fiscal de Trump, aprobado el pasado viernes, plantea recortes de impuestos a grandes corporaciones e individuos de altos ingresos, a la vez que reduce programas de asistencia social y subsidios públicos. Según el Centro de Políticas Fiscales, esta norma podría aumentar el déficit federal en hasta $5 billones en diez años.

Para Musk, este tipo de legislación no representa un estímulo productivo, sino una distorsión del mercado: “El partido republicano ahora controla todos los poderes y aún así tiene el descaro de expandir al gobierno de manera récord”, escribió en X.

¿Podría Elon Musk realmente cambiar las reglas del juego político?

Aunque aún es pronto para concluir el impacto verdadero que tendrá el America Party en el tablero político, lo cierto es que está capturando la atención del electorado antisistema. Al igual que Trump en su ascenso inicial, Musk apunta a un sector desencantado con la política tradicional, pero lo hace desde una óptica tecnocrática y futurista.

El punto clave estará en saber si logra canalizar esa atención hacia un movimiento político funcional. Como dicen los estrategas, crear una marca es fácil; construir una estructura política con base es otra cosa completamente distinta.

¿Y qué dicen los votantes?

En una encuesta flash realizada en X por Musk, más del 70% de los votantes afirmaron estar interesados en una tercera opción política si esta prioriza “libertad económica y transparencia gubernamental”.

Pero los analistas advierten: falta ver si eso se traduce en votos, registros, presencia en boletas estatales, y maquinaria capaz de movilizar electores. Algo que nunca logró el adinerado Ross Perot en los años 90, pese a tener impresionante apoyo popular y mediático.

En el fondo, la incógnita más grande gira sobre Elon Musk mismo. ¿Se comprometerá en serio a la arena política? ¿O será otro episodio mediático más?

Una cosa es segura: para bien o para mal, Elon Musk está reescribiendo las reglas del poder en tiempo real.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press