Apiwe Nxusani-Mawela: La mujer que está revolucionando el mundo cervecero en Sudáfrica
Desde su microcervecería en Johannesburgo, Nxusani-Mawela lidera un movimiento para devolver la cerveza a manos africanas y femeninas, combinando ciencia, pasión y tradición
Una pionera con causa
En el corazón de Johannesburgo, entre la pobreza de Alexandra y el lujo de Sandton, se encuentra un lugar donde se está gestando una revolución cervecera: Tolokazi Brewery. Liderada por Apiwe Nxusani-Mawela, esta microcervecera no solo fabrica cervezas de sabores audaces e innovadores, sino que también forma a una nueva generación de cerveceros africanos y, lo más importante, africanas.
Con 41 años, Nxusani-Mawela es vista como la primera mujer negra en ser propietaria de una fábrica de cerveza artesanal en Sudáfrica, una hazaña extraordinaria en un sector históricamente dominado por hombres blancos y multinacionales. Pero lejos de conformarse con una entrada simbólica, su misión es clara: transformar la industria desde dentro.
El arte y la ciencia de hacer cerveza
Como microbióloga de formación y jueza internacional de cerveza, Nxusani-Mawela combina la ciencia, el arte y la historia en cada lote que produce. Su pasión se traduce también en su trabajo como educadora. Desde junio, unos 13 jóvenes africanos, en su mayoría mujeres con formación en ingeniería química o biotecnología, están siendo entrenados en su academia Brewsters Academy.
En sesiones de seis horas, los estudiantes aprenden a maltear, moler, macerar, filtrar, hervir, fermentar y filtrar la cerveza perfecta. Usan refractómetros para evaluar los niveles de azúcar y dominan términos técnicos que normalmente se reservan para los laboratorios. Todo con la guía experta de Nxusani-Mawela.
“Me enamoré de cómo la ciencia se mezcla con la creatividad en el proceso cervecero. Es mucho más que alcohol: es cultura, es historia, es experiencia humana.” - Apiwe Nxusani-Mawela
Una industria dominada por gigantes
Según un informe de Oxford Economics, la industria cervecera de Sudáfrica genera más de US$5.200 millones al PIB y sustenta unos 200.000 empleos. No obstante, los nombres grandes como SABMiller/AB InBev continúan controlando el mercado.
“El objetivo no es solo competir con los gigantes, sino reapropiarnos del acto de hacer cerveza”, dice Nxusani-Mawela. Y añade: “Durante generaciones, en muchas culturas africanas, eran las mujeres quienes elaboraban la cerveza. Hemos perdido ese rol y necesitamos recuperarlo”.
Volver al origen: el Umqombothi como símbolo
No se trata solo de cervezas al estilo belga o IPAs modernas. Una parte esencial del proyecto de Nxusani-Mawela es mantener vivas las cervezas tradicionales africanas. El Umqombothi, por ejemplo, es una cerveza fermentada de maíz y sorgo, de textura cremosa y sabor distintivo, que sigue elaborándose en los pueblos rurales.
Su cerveza Wild African Soul, una fusión entre el Umqombothi y una Saison belga, fue galardonada como ganadora de la Copa Africana de la Cerveza 2025. “Es llevar nuestro pasado cervecero hacia un futuro moderno y globalizado”, afirma orgullosa.
Brewsters Academy: sembrando el futuro
El programa de Brewsters Academy dura un año. Los estudiantes pasan seis meses teóricos explorando estilos nacionales e internacionales. Luego, participan en prácticas en fábricas cerveceras asociadas. El plan es claro: crear una red sostenible de profesionales afrodescendientes que reconfiguren la identidad del sector cervecero.
Lerato Banda, estudiante de ingeniería química, resume la inspiración: “El proceso de maceración es mi parte favorita, porque es el momento donde comienza la magia. Sueño con tener mi propia línea de bebidas africanas”.
Otro testimonio, el de Lehlohonolo Makhethe, de 24 años, revela una misión más profunda: “Este aprendizaje es parte de reclamar lo que fue nuestro por siglos. Las mujeres deben estar en esta industria porque siempre estuvimos allí”.
Innovaciones con sabor africano
La fábrica Tolokazi es conocida también por sus cervezas con sabores autóctonos: desde el marula, el fruto del icónico árbol africano, hasta el rooibos, planta mejor conocida por el té que se consume sin cafeína. Estos ingredientes no están en el mercado por exotismo, sino como afirmación cultural.
“¿Quién habría pensado en una cerveza de rooibos? Es tan suave que incluso quienes no beben cerveza pueden disfrutarla.” – Lethabo Seipei Kekae, después de un festival cervecero
Una industria para todos: más allá del género y la raza
Apiwe no es solo una cervecera. También es madre de dos niños, empresaria y activista. Su meta no es personal. “Quiero que en cinco o diez años ver una industria cervecera diversa sea algo común y corriente. Que nadie se sorprenda de ver a una mujer negra liderando una marca de cerveza.”
El éxito de su cerveza no es el objetivo final, sino un símbolo de que otros caminos son posibles. Con cada clase, cada sorbo y cada botellita firmada con el nombre Tolokazi (término quechua que significa "hermana mayor"), se construye un legado.
¿Revolución cultural fermentada?
Sudáfrica, un país que aún lidia con las secuelas del apartheid y los desequilibrios económicos, encuentra en figuras como Nxusani-Mawela una nueva narrativa de empoderamiento. La cerveza, tradicionalmente asociada al consumo recreativo, aquí se vuelve herramienta de cambio, inclusión y conexión con la ancestralidad africana.
En palabras de una de sus alumnas: “Aquí no solo aprendemos a fermentar cerveza. Aprendemos a fermentar futuro”.