Lesiones, decisiones y desconcierto: ¿Qué pasa con los lanzadores de Grandes Ligas?
El brazo de lanzar de una estrella puede cambiar una temporada, y últimamente, esos brazos están cayendo como piezas de dominó
El pánico silencioso que se extiende entre los lanzadores de Grandes Ligas
El pitcheo siempre ha sido uno de los tesoros más preciados en el béisbol. Sin embargo, en las últimas semanas, los fanáticos y directivos han visto cómo varias piezas claves en rotaciones abridoras de MLB enfrentan lesiones o decisiones complicadas. Desde Trevor Williams (Nationals) hasta Clarke Schmidt (Yankees) y el joven Mick Abel (Phillies), el común denominador ha sido claro: algo no está bien en las colinas.
Trevor Williams: Del renacer a la preocupación
En 2023, Williams sorprendió con una efectividad de 2.03 y un récord de 6-1, a pesar de participar en solo 13 aperturas por una molestia muscular. Eso le valió un contrato de $14 millones por dos años con los Nationals. Pero en 2025, las ilusiones rápidamente se desvanecieron. Con un récord de 3-10 y una ERA elevada de 6.21 en 17 aperturas, Williams entra en la lista de lesionados por un esguince en el codo derecho justo después de una actuación desastrosa ante los Tigers.
Una estadística impactante: Williams está empatado en el segundo lugar en derrotas dentro de la Liga Nacional, una narrativa que ningún equipo desea en su rotación abridora.
¿Se arriesgaron los Nationals al darle esa extensión sin observar más consistencia física? Lo cierto es que ahora deben recurrir a Ryan Loutos, recién llamado desde Triple-A, para llenar un hueco inmensurable.
Mick Abel: Un debut brillante y una caída meteórica
En mayo, toda Filadelfia celebraba el prometedor debut en Grandes Ligas de Mick Abel, elegido en el puesto 15 del draft de 2020. Nueve ponches frente a Pittsburgh igualaron un récord de la franquicia para una primera presentación. Pero en menos de dos meses, Abel regresó a Triple-A Lehigh Valley con una efectividad de 5.04 y sin haber superado los cinco innings en sus últimas cuatro aperturas.
“Mick necesitaba respirar un poco, hacer un reinicio”, dijo el manager Rob Thomson. “No es inusual”. Esa perspectiva realista busca proteger al joven, pero también encierra una crítica implícita: la presión sobre los lanzadores novatos está llegando a niveles sofocantes.
En las Ligas Menores, Abel había mostrado progresos notables en 2025: 5-2 y 2.53 ERA en ocho aperturas. Sin embargo, su historial reciente (3-12 con 6.46 ERA el año anterior) alerta sobre problemas de consistencia mental y control (78 bases por bolas en 108.2 entradas).
Clarke Schmidt: ¿Síntomas nuevos o viejo fantasma?
Los Yankees también enfrentan turbulencias. El abridor derecho Clarke Schmidt fue colocado en la lista de lesionados con molestias en el antebrazo derecho. Aunque dijo que los síntomas habían comenzado semanas antes durante una salida contra Cleveland, fue después de enfrentar a Toronto que la situación empeoró. El MRI (resonancia magnética) generó preocupación entre los fanáticos y la organización, especialmente considerando que Schmidt fue operado de Tommy John en 2017.
“Sentía que protegía el brazo en cada lanzamiento. No podía soltar los rompientes con toda mi fuerza”, declaró Schmidt. Y agregó: “Estoy rezando para que todo sea algo menor”.
Schmidt venía construyendo una campaña sólida con una efectividad de 3.32 en 14 aperturas y un impresionante tramo de 28 1/3 entradas sin permitir carrera, incluyendo una joya de siete innings sin hits contra Baltimore.
Tras su baja, los Yankees llamaron a Scott Effross y Jayvien Sandridge para reforzar el bullpen, otra señal de que el club está preparando contingencias serias.
¿Estamos ante una crisis estructural en la salud de los pitchers?
Más allá de estos tres episodios, la lista de lanzadores con lesiones en 2025 es extensa. Solo entre mayo y julio, más de 30 abridores han visitado la lista de lesionados por problemas en brazos, hombros o antebrazos.
La causa puede ser multifactorial:
- Aumento del número de lanzamientos rotos: Las curvas, sliders y cutters exigen un esfuerzo mayor en la articulación del codo.
- Precocidad en las carreras: Muchos lanzadores alcanzan las 90-95 mph desde los 17 o 18 años. Sus brazos ya tienen años de desgaste cuando llegan a MLB.
- Fatiga acumulada por temporadas largas: la combinación entre calendario extendido, playoffs y juegos internacionales está pasando factura.
Según estudios de la Journal of Shoulder and Elbow Surgery, los lanzadores profesionales tienen un riesgo de hasta 25% de sufrir desgarros en el ligamento colateral cubital (lesión clásica de Tommy John) entre los 20 y 30 años.
¿Qué están haciendo los equipos para adaptarse?
Algunas franquicias están innovando en rotaciones híbridas donde los lanzadores trabajan entre 3-4 innings por salida y luego son relevados por otros "abridores cortos". También se promueve el uso de sensores biomecánicos como el Motus Sleeve para detectar fatiga y prevenir lesiones antes de que se vuelvan críticas.
Pero los resultados son dispares. Aunque los Dodgers y los Rays han liderado este enfoque con buenos resultados, otras franquicias (como los Phillies) aún están en pleno ensayo-error.
El drama oculto de las Promesas y los Millones
El béisbol profesional es más que estadísticas y rotaciones. Es también una industria donde la inversión en lanzadores es sideral. El contrato de Gerrit Cole ($324 millones), Jacob deGrom ($185 millones), y recientemente de Yoshinobu Yamamoto ($325 millones), demuestran que el brazo derecho de un pitcher vale más que muchas empresas tecnológicas en su fase inicial.
Por eso, cuando un nombre como Schmidt duda de su salud o Abel da pasos en falso, las alarmas suenan desde Nueva York hasta Japón.
Y es ahí donde el béisbol moderno enfrenta su mayor dilema: ¿Cómo desarrollar, proteger y aprovechar a los lanzadores sin reventarlos?
Una temporada al borde de la rotación
Con el All-Star Game a la vuelta de la esquina, las decisiones médicas sobre estos tres lanzadores—Williams, Abel y Schmidt—podrían alterar no solo la suerte de sus respectivos equipos, sino incluso el mercado de intercambios de julio y los playoffs.
Equipos como los Yankees y Phillies, con aspiraciones reales de postemporada, necesitan profundidad inmediata. Y mientras tanto, las organizaciones menores se llenan de ansiedad. ¿Es el momento de acelerar a las promesas o retenerlos un poco más?
Desde Scott Boras hasta el más humilde scout, todos observan con lupa cómo evolucionan estos casos. Y eso solo prueba una cosa: en las Grandes Ligas, el juego moderno se define desde la lomita.