La noche más oscura en Kyiv: ataques masivos rusos sacuden a la capital ucraniana
Con más de 550 misiles y drones lanzados, los ataques aéreos más grandes desde el inicio de la guerra dejan 23 heridos, múltiples incendios y una ciudad en alerta constante
Una ofensiva sin precedentes sobre Kyiv
Durante la madrugada del 4 al 5 de julio de 2025, la ciudad de Kyiv vivió el más devastador ataque aéreo desde el inicio de la guerra con Rusia en febrero de 2022. Según la Fuerza Aérea de Ucrania, más de 550 misiles y drones fueron lanzados por Rusia, atacando múltiples regiones pero con especial saña contra la capital.
En total, 23 personas resultaron heridas, de las cuales 14 fueron hospitalizadas. Las imágenes hablan por sí solas: vehículos calcinados, edificios en llamas, estructuras residenciales colapsadas y centenares de bomberos y rescatistas trabajando contra reloj por toda la capital.
Una lluvia de fuego: estadísticas del ataque
- 550 drones y misiles fueron utilizados en el ataque, incluyendo 11 misiles y cientos de drones Shahed.
- La defensa aérea ucraniana logró derribar 270 objetivos, incluyendo dos misiles de crucero.
- 208 objetos fueron perdidos del radar y se presume fueron bloqueados por interferencias electrónicas.
- Ocho sitios fueron impactados directamente por nueve misiles y 63 drones.
- Escombros de drones interceptados cayeron sobre al menos 33 ubicaciones en Kyiv.
Una capital bajo fuego y en llamas
La magnitud del daño fue tan extensa que al menos cinco de los diez distritos de Kyiv reportaron afectaciones.
- Solomianskyi: un edificio de cinco pisos fue parcialmente destruido, mientras que otro de siete pisos ardió en llamas. También se incendiaron un almacén, un complejo de garajes y un taller mecánico.
- Sviatoshynskyi: un edificio de 14 pisos fue impactado directamente, originando un incendio de grandes proporciones. Además, se incendiaron varios vehículos en los alrededores.
- Shevchenkivskyi: un edificio de ocho pisos sufrió daños, especialmente en su planta baja.
- Darnytskyi y Holosiivskyi: zonas afectadas por la caída de escombros de drones.
Infraestructura crítica en riesgo
La empresa ferroviaria nacional, Ukrzaliznytsia, informó que las instalaciones ferroviarias de Kyiv fueron dañadas por los ataques con drones, mostrando que los blancos iban más allá de lo residencial, apuntando también a infraestructura clave para el transporte y la logística del país.
Contexto político y estratégico
Los ataques coinciden con una tensa situación política y estratégica. El expresidente Donald Trump sostuvo una llamada con Vladimir Putin poco antes del ataque, haciendo además sus primeros comentarios públicos sobre la suspensión temporal de ciertos envíos de armas hacia Ucrania por parte de Estados Unidos.
Los sistemas afectados en esa decisión incluían los misiles Patriot, los misiles aire-aire AIM-7 Sparrow y los misiles Stinger de corto alcance. Todos estos sistemas son vitales para defenderse de ataques similares a los ocurridos esa noche en Kyiv. Esta decisión ha generado inquietud en el gobierno ucraniano y entre los aliados europeos.
El patrón de intensificación: ¿represalia o estrategia?
El ataque del 4 de julio llegó tan solo una semana después del anterior asalto aéreo masivo, en el cual Rusia lanzó 537 drones, señuelos y 60 misiles. La frecuencia, intensidad y coordinación de estos ataques indican una escalada en la estrategia militar rusa destinada, probablemente, a doblegar las defensas de Kyiv antes de avanzar en otros frentes.
Según el Ministerio de Defensa de Ucrania, el patrón representa una táctica híbrida: saturar los sistemas de defensa aérea, agotar recursos y sembrar miedo e incertidumbre entre la población civil. Así lo señaló Olena Shevchenko, analista militar ucraniana, en una entrevista con Kyiv Post:
“Rusia no solo busca destruir objetivos militares, sino erosionar la resiliencia psicológica de los ciudadanos. Estos ataques en la capital son simbólicos y estratégicos a la vez.”
¿Y la comunidad internacional?
Pese al horror de las imágenes y la brutalidad del ataque, la reacción internacional ha sido tibia. Mientras la Unión Europea condenó el ataque y reiteró su apoyo a Ucrania, aún no se han anunciado nuevas sanciones al Kremlin ni el restablecimiento inmediato del envío de armamento avanzado. Las organizaciones humanitarias, por su parte, intentan mantener operaciones pese a los peligros crecientes.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU emitió un comunicado recordando que los ataques contra zonas residenciales y civiles son violaciones del derecho internacional humanitario y podrían constituir crímenes de guerra.
Una ciudad en ruinas, un país en pie
Mientras el humo se disipa en Kyiv y los ciudadanos intentan reparar ventanas, techos y corazones rotos, la Ucrania resistente muestra una resiliencia que se ha convertido en símbolo mundial. Más de dos años después del inicio de la invasión total, los ucranianos siguen enfrentando horrores casi diarios, pero también demuestran que el espíritu nacional no puede ser derribado con misiles ni drones.
La guerra continúa. Pero también lo hace la esperanza.