Luis Ortiz fuera del diamante: ¿Qué significa su ausencia para los Cleveland Guardians?

El lanzador dominicano fue colocado en licencia no disciplinaria bajo investigación de la MLB mientras el equipo enfrenta una racha negativa preocupante

Por primera vez en su corta estancia con los Cleveland Guardians, el derecho Luis Ortiz se encuentra en el centro de la tormenta —y no precisamente por su actuación sobre el montículo.

La sorpresiva licencia de Luis Ortiz

El pasado jueves, la Major League Baseball (MLB) anunció que Luis Ortiz fue colocado en licencia administrativa no disciplinaria pagada hasta el final del receso por el Juego de Estrellas, que culmina el 18 de julio. Ortiz, de 26 años, se encontraba programado para abrir el juego del jueves contra los Chicago Cubs, pero su lugar fue ocupado por Joey Cantillo tras la medida tomada por la liga.

¿La razón? Una investigación en curso por parte de MLB, cuyos detalles aún no han sido revelados. Ni la oficina de la liga ni los Cleveland Guardians ofrecieron comentarios adicionales, lo que ha dejado espacio a la especulación, aún cuando oficialmente la licencia no implica culpabilidad. Ortiz regresó a Cleveland la noche del miércoles, tras haberse desplazado con el equipo.

¿Quién es Luis Ortiz?

Ortiz nació en San Pedro de Macorís, República Dominicana, una tierra fértil en peloteros de Grandes Ligas que ha dado leyendas como Sammy Sosa, Alfonso Soriano y Robinson Canó. El derecho fue adquirido por los Guardians en diciembre pasado, proveniente de los Pittsburgh Pirates, como parte de un canje que apuntaba a fortalecer una rotación que necesitaba profundidad.

En lo que va de la temporada 2025, Ortiz tiene una marca de 4-9 con una ERA (promedio de carreras limpias) de 4.36 y 96 ponches en 16 aperturas. Sus nueve derrotas lo colocan empatado con el mayor número en la Liga Americana, reflejo, en parte, de los problemas recientes del conjunto de Cleveland.

Los Guardians en caída libre

La partida —temporal o no— de Ortiz llega en un momento especialmente difícil para los Guardians. Con un récord acumulado de 40-44, el equipo de Ohio ha perdido seis partidos consecutivos, la racha más negativa de la temporada. Desde el 1 de mayo, su marca es de 9-18.

La salida de su abridor más constante agrava aún más una situación ya crítica. Cabe recordar que Ortiz ha sido, pese a su récord, una pieza confiable en la rotación, a menudo enfrentando alineaciones poderosas como las de los Twins o los Yankees, situación que ha jugado un papel en su registro negativo.

¿Quién tomará el relevo?

Con Ortiz fuera, los Guardians recurrieron a Joey Cantillo, zurdo que subieron desde Triple-A Columbus. Cantillo ha ejercido como relevista este año, registrando una marca respetable de 1-0, con un salvamento y una ERA de 3.81 en 21 apariciones.

Aunque no es un reemplazo de largo plazo para Ortiz, Cantillo representa una alternativa interesante, y la situación podría ser una oportunidad de oro para que se afiance como pieza útil en la rotación o el bullpen. Cantillo, nacido en Hawái y formado en las menores con la organización de los Padres antes de ser traspasado, ha sido considerado uno de los diez prospectos más interesantes del sistema de Cleveland.

Sin detalles, pero con consecuencias

Lo más llamativo del caso no es solo la ausencia de Ortiz, sino el hecho de que la MLB haya considerado necesario colocar al jugador en licencia administrativa mientras se desarrolla la investigación. Este tipo de medidas ha sido común en casos donde hay denuncias de violencia doméstica, acoso o violaciones a políticas de conducta.

En los últimos años, figuras como Trevor Bauer y Domingo Germán han sido objeto de investigaciones similares —con diferente desenlace— basadas en acusaciones fundamentales contra su conducta fuera del terreno. En el caso de Ortiz, aún no se han hecho públicas acusaciones o denuncias específicas, lo cual mantiene un velo de incertidumbre sobre su futuro inmediato.

Por el momento, su sueldo sigue vigente, dado que la licencia es pagada, pero su lugar dentro de la rotación —y del club— permanece en suspenso.

La fragilidad del equilibrio en MLB

En la actualidad, el equilibrio entre talento, rendimiento y reputación en MLB es más frágil que nunca. Las redes sociales, la presión mediática y la postura estricta de la liga respecto a su imagen han reforzado la necesidad de actuar con celeridad ante cualquier indicio de mala conducta —sea confirmado o no.

El sindicato de jugadores, por su parte, mantiene un ojo atento a este tipo de decisiones, procurando que haya debido proceso y que los jugadores no sean castigados sin evidencia formal. No obstante, este sistema ha sido criticado tanto por ser demasiado permisivo como por reaccionar de forma prematura.

Lo deportivo también pesa

Cleveland no solo pierde un brazo confiable, sino también una dinámica dentro del clubhouse que muchos señalan era positiva. Ortiz, aunque aún joven, ha mostrado liderazgo y hambre de consolidarse en MLB. En una novena que apuesta al desarrollo de talento y a la eficiencia económica, perder a un jugador así —aunque sea temporalmente— representa un golpe más profundo que en otros equipos más acaudalados.

Además, con el equipo en medio de una lucha cuesta arriba en la Central de la Americana, donde los Twins, Tigers y Royals presionan por cualquier resquicio de ventaja, la estabilidad interna se vuelve crucial.

Silencio oficial, ruido externo

La ausencia de declaraciones tanto del club como del entorno de Ortiz alimenta múltiples teorías. Desde posibles problemas legales hasta simples malentendidos administrativos, todo ha sido sugerido en foros y redes sociales.

“Sin declaraciones, la imaginación del público llena el vacío con cualquier cosa que considere probable”, escribió el analista deportivo Jeff Passan en 2021, tras un caso similar.

Y es que lo peor para Ortiz no es solo lo que sucedió —o no— sino las consecuencias reputacionales que puede acarrear este periodo de licencia, sin importar el desenlace de la investigación.

¿Qué sigue para Ortiz y los Guardians?

Por ahora, lo inmediato es esperar que la liga concluya su investigación. La fecha límite es el 18 de julio, cuando termina el receso del Juego de Estrellas. Ortiz podría ser reintegrado si no se encuentran fundamentos para una sanción, o en cambio, podría afrontar una suspensión.

Para los Guardians, este impasse llega en mal momento. El equipo necesita cerrar la primera mitad de la temporada con victorias para mantenerse en la conversación del playoff, y la ausencia de un abridor regular complica la planificación. A esto se suma una larga lista de lesionados que incluye a jugadores clave.

Reflexión final: el otro juego

El caso de Luis Ortiz recuerda una vez más que el mundo del béisbol no solo se juega entre las líneas blancas del diamante. Las presiones mediáticas, el escrutinio personal y las exigencias de conducta fuera del terreno ya forman parte del día a día de las Grandes Ligas. Y aunque esto ayuda a crear una liga más responsable y transparente, también introduce un factor de incertidumbre constante para los jugadores.

Sea cual sea el resultado de la investigación, el caso Ortiz marcará un precedente más en la relación cada vez más tensa entre el talento deportivo y las demandas de integridad extradeportiva.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press