El discurso maratónico de Hakeem Jeffries: una protesta parlamentaria que hizo historia
Con más de ocho horas en el estrado, el líder demócrata desafió una propuesta de ley que redefine la política fiscal y social en EE. UU., mientras revive el legado de la oposición parlamentaria
Un discurso que pasará a la historia
El jueves 3 de julio de 2025, la Cámara de Representantes de Estados Unidos vivió uno de sus episodios más memorables cuando el líder demócrata Hakeem Jeffries tomó el estrado del Congreso y habló durante 8 horas y 44 minutos. Con este acto, Jeffries rompió el récord anterior de discurso más largo en la Cámara, superando a Kevin McCarthy (8h32min en 2021) y Nancy Pelosi (8h7min en 2018).
Bajo la regla conocida como “el minuto mágico”, los líderes de cada partido pueden ocupar el tiempo que deseen durante los debates legislativos. Y Jeffries lo aprovechó al máximo.
¿Por qué habló tanto tiempo?
El objetivo principal de la intervención fue retrasar la votación de un controvertido proyecto de ley respaldado por los republicanos y por el expresidente Donald Trump. La propuesta legislativa incluye recortes a los programas de ayuda alimentaria y sanitaria, rebajas de impuestos que benefician a las grandes fortunas, y retrocesos en políticas de energía renovable.
"Este presupuesto imprudente de los republicanos es un documento inmoral", sostuvo Jeffries frente a una Cámara llena—al principio—de representantes demócratas que le animaban con vítores, aplausos y, ocasionalmente, lágrimas.
El discurso también funcionó como altavoz de varias voces estadounidenses afectadas. Jeffries leyó testimonios de ciudadanos preocupados con los efectos de la ley, particularmente en temas de salud, educación y acceso a alimentos.
Contenido variado: algo más que política
Más allá de los argumentos legislativos, el discurso fue una mezcla íntima de política, cultura, historia y hasta entretenimiento. Jeffries citó desde el rey Jorge III hasta referentes del hip-hop. También habló sobre su trayectoria personal, sus experiencias como político afroamericano y sobre derechos civiles.
Como broche de oro, cerró con una declaración emocional inspirada en el activista John Lewis:
“Métete en problemas buenos, problemas necesarios. Vamos a seguir luchando hasta que la victoria sea ganada”.
“No trabajamos para Donald Trump”
Uno de los puntos más enérgicos del discurso llegó cuando Jeffries proclamó frente a los legisladores republicanos:
“No trabajamos para el presidente Donald Trump”
La frase resonó como un eco poderoso en el Congreso mientras parte del hemiciclo republicano permanecía en silencio y otra parte se retiraba del recinto.
Una estrategia para retrasar, no para detener
El entorno político actual no permite al Partido Demócrata bloquear directamente esta legislación en la Cámara ni en el Senado. En este último, el líder demócrata Chuck Schumer también recurrió a tácticas dilatorias: obligó a leer el proyecto de ley durante casi 16 horas seguidas.
Estas acciones reflejan una estrategia coordinada para ganar tiempo, generar atención mediática y movilizar a la opinión pública frente a lo que consideran una ley regresiva y perjudicial.
Comparaciones con discursos históricos
Este tipo de intervenciones no son nuevas en el Congreso estadounidense, pero siempre generan ecos históricos. Veamos algunos ejemplos:
- Kevin McCarthy (2021): 8h32min en contra del proyecto “Build Back Better” de Joe Biden.
- Nancy Pelosi (2018): 8h7min para defender una reforma migratoria con protección para los “dreamers”.
- Cory Booker (2025): más de 25h en el Senado, el discurso más largo en la historia de esa cámara.
Jeffries se suma a esa lista de líderes políticos que utilizaron el tiempo como recurso parlamentario y la palabra como herramienta de lucha política.
Un perfil de Jeffries: de Brooklyn al Congreso
Hakeem Jeffries nació en Brooklyn, Nueva York, y es abogado de formación. En 2023 se convirtió en el primer afroamericano en liderar el grupo demócrata en la Cámara, sucediendo a Nancy Pelosi.
Ha sido reconocido por su capacidad oratoria, su habilidad para tejer narrativas políticas y su enfoque estratégico. Su ascenso ha sido meteórico en la política estadounidense y muchos ya lo perfilan como una figura presidencial en el futuro.
Reacciones divididas
Para los demócratas, la intervención fue heroica e inspiradora. “Bring it home, Hakeem!”, gritaban sus colegas al final del discurso, como si de un sermón dominical se tratase.
Para los republicanos, sin embargo, fue poco más que teatro político. Jason Smith, presidente del Comité de Medios y Arbitrios, calificó el discurso simplemente como “un montón de tonterías”.
Una tradición parlamentaria reforzada
Los discursos maratónicos como el de Jeffries forman parte de una tradición que no solo tiene peso legislativo, sino también simbólico. En tiempos donde la política se convierte cada vez más en espectáculo mediático, este tipo de gestos envían mensajes poderosos tanto al Congreso como al electorado.
¿Táctica efectiva o acto simbólico?
La gran pregunta es si estos discursos tienen alguna repercusión práctica más allá del impacto mediático. En este caso, aún con la intervención de Jeffries, la ley propuesta por Trump y los republicanos avanza inexorablemente gracias al uso de un procedimiento presupuestario que elude el filibusterismo en el Senado.
No obstante, la estrategia cumplió su otro objetivo: poner el foco en el debate público y consolidar la figura de Jeffries como voz crítica poderosa frente al trumpismo legislativo.
Resistencia demócrata en tiempos adversos
El discurso de Jeffries es también una señal de la capacidad de resistencia de los demócratas en un momento adverso. Sin mayorías legislativas, sin presidencia y con la Corte Suprema inclinada hacia la derecha, las opciones son escasas. Sin embargo, figuras como Jeffries y Schumer utilizan todos los recursos a su disposición, incluso los que dependen del reloj.
En palabras del propio líder demócrata:
“Nos presionaremos hasta que la victoria sea conseguida”.
Una promesa que, más que una frase, se convirtió en aguante puro durante ocho horas y 44 minutos de historia parlamentaria.