La Resurrección de los Piratas: Racha Histórica de Pittsburgh y el Valor del Pitcheo en las Grandes Ligas
Con tres blanqueadas consecutivas y una racha de seis victorias, los Piratas de Pittsburgh hacen historia mientras otros equipos como Tampa Bay y los Dodgers también dan de qué hablar
En un momento donde el pitcheo vuelve a ser protagonista del béisbol de Grandes Ligas, los Piratas de Pittsburgh han revivido viejas glorias con su racha de seis victorias, incluyendo una blanqueada de tres juegos a los Cardenales de San Luis. Este impulso coincide con actuaciones imponentes de otros equipos y jugadores —como los Rays de Tampa Bay y Clayton Kershaw de los Dodgers— que también están reescribiendo titulares.
Una Hombrada en Pittsburgh: Tres juegos, cero carreras
Los Piratas de Pittsburgh, un equipo que ha batallado con la inconsistencia en los últimos años, sorprendieron al barrer con tres blanqueadas consecutivas a los Cardenales. La victoria del miércoles 2 de julio coronó una serie perfecta en casa, mejorando su racha ganadora a seis partidos y destacando un dominio absoluto desde el montículo.
El abridor Mitch Keller (3-10) trabajó durante siete entradas, permitiendo solo cinco hits, con siete ponches. Esta victoria representó su segunda en fila tras una racha de 15 aperturas sin ganar. Lo siguieron Dennis Santana e Isaac Mattson, quienes completaron la blanqueada.
¿El dato impresionante? Los Piratas han lanzado 31 entradas consecutivas sin permitir anotaciones. Este hito rompe con años de mediocridad para una franquicia que no lograba tres blanqueadas seguidas desde 2015.
Cardenales sin respuesta y marcas negativas
El pobre desempeño de San Luis complica aún más la situación en el vestuario. El equipo acumuló 49 entradas consecutivas sin anotar contra rivales de la División Central de la Liga Nacional, un récord negativo para la franquicia.
Jugadores clave como Willson Contreras y Nolan Arenado estuvieron fuera de la alineación, y la ofensiva simplemente no apareció: San Luis se fue de 10-1 con corredores en posición anotadora y dejó a 10 hombres en base. Incluso con su abridor Sonny Gray en la loma, quien venía de una joya de pitcheo en Cleveland, los Cardenales sucumbieron ante la inspiración de Pittsburgh.
El destello de Tampa Bay: Avoiding the Sweep
En la soleada Florida, los Rays de Tampa Bay evitaron la barrida contra los Atléticos de Oakland con una valiosa victoria 6-5. Destacaron los jonrones de Josh Lowe, Yandy Díaz y el novato Jake Mangum, este último con un home run dentro del parque, solo el número 24 en la historia de la franquicia.
Ryan Pepiot, quien lanzó seis sólidas entradas, fue clave. Permitió cuatro hits y dos carreras mientras recetaba nueve ponches. Los Rays terminaron con 17 ponches totales ese día, justo después de haber ponchado a 15 bateadores el día anterior. Para una rotación acosada por lesiones, esta eficacia es esperanzadora.
Clayton Kershaw: Leyenda viva que busca un nuevo hito
Mientras tanto, en Los Ángeles, todas las miradas están puestas sobre Clayton Kershaw, quien se encuentra a tres ponches de alcanzar los 3,000 en su carrera. Lo haría en Dodger Stadium, su casa por los últimos 18 años.
El zurdo, tres veces ganador del Cy Young, será apenas el 20º lanzador en la historia de las Grandes Ligas y el cuarto zurdo en alcanzar la mítica cifra.
No hay mejor escenario para este logro que Dodger Stadium, donde ha registrado 1,627 de sus ponches. Con un récord de 4-0 y una efectividad de 3.03 en 2025, Kershaw no solo aporta experiencia sino también estabilidad a una rotación lenta por las lesiones.
Desde su debut en 2008, el zurdo nacido en Texas ha sido sinónimo de excelencia. Su temporada de 2014 se recuerda como una de las mejores de la era moderna: 21-3 con una efectividad de 1.77 y 233 ponches. Esa hazaña lo convirtió en el primer lanzador en ganar el MVP y el Cy Young en la misma temporada desde 1968.
¿El pitcheo vive una segunda primavera?
En la era del launch angle, estadísticas avanzadas y ofensivas explosivas, estas historias hablan del regreso a lo básico: lanzar bien gana partidos. Los Piratas con 31 innings sin permitir carrera, los Rays con récod de ponches en días consecutivos, y Kershaw aproximándose a los 3,000 Ks, sugieren que el pitcheo está tomando protagonismo nuevamente.
La fortaleza emocional del montículo
Más allá de las estadísticas, estas proezas vienen acompañadas de una presencia anímica. Para Pittsburgh, es un levantamiento emocional tanto como físico; para Kershaw, es la culminación de casi dos décadas de esfuerzo constante. El béisbol, al fin, sigue siendo emocional: cada pitcheo, cada entrada sin errores, cada marcador en cero levanta la energía de una franquicia.
En palabras del lanzador Isaac Mattson: “No hay mejor manera de ganar que ver el '0' del rival seguir intacto en cada entrada.”
¿Y ahora qué?
Para los Cardenales, el reto es inmediato: romper esa sequía ofensiva cuando visiten a los Cachorros este viernes. Para los Piratas, intentar extender su invicto contra los Marineros en Seattle. Los Rays se embarcan en una gira complicada que inicia en Minnesota, mientras que la nación del béisbol espera ver a Kershaw superar la mítica marca de los 3,000 ponches con el telón perfecto: su gente, su estadio, su historia.
Una semana aparentemente común se ha convertido en una vitrina perfecta del béisbol en su más pura esencia: la magia monticular combinada con el drama competitivo. Y nos recuerda por qué, a pesar de los cambios y las polémicas, este deporte sigue siendo tan inmortal como los héroes que lo juegan.