La inflación de los autos usados en EE. UU.: ¿culpa de los aranceles, la pandemia o ambos?
El precio promedio de un auto usado de tres años supera los $30,000, y la oferta sigue estancada. Analizamos qué está impulsando esta tendencia y qué puedes hacer al respecto.
El mercado de autos usados en 2025: una historia de escasez e inflación
Si estás pensando en comprar un auto usado este verano en Estados Unidos, es posible que ya te hayas topado con un dato poco alentador: los precios están subiendo de nuevo. Según el último informe de Edmunds, el precio promedio de transacción de un vehículo usado de tres años ha alcanzado los $30,522. Esto representa un incremento del 2.3% con respecto al mismo periodo del año anterior y marca la primera vez desde mediados de 2023 que este promedio supera los $30,000.
Muchos consumidores esperaban una corrección en los precios a medida que la producción de autos nuevos volvía a niveles normales tras las interrupciones causadas por la pandemia. No obstante, los datos actuales revelan una realidad distinta. ¿Qué está alimentando esta inflación persistente en el mercado de autos usados? Spoiler: no es solo culpa de la pandemia.
¿Por qué siguen siendo tan caros los autos usados?
En esencia, la respuesta se resume en una palabra: oferta. Edmunds descubrió que la edad promedio de los vehículos intercambiados como parte de un “trade-in” durante el primer trimestre de 2025 fue de 7.6 años, la más alta desde 2019. Esto implica que menos vehículos “casi nuevos” —como devoluciones de leasing o intercambios de modelos recientes— están entrando al mercado de autos usados.
Al tener menos unidades de modelos recientes con bajo kilometraje disponibles, el resultado es una competencia más intensa entre compradores por un inventario limitado, lo que mantiene elevados los precios. Los modelos populares —SUVs, camionetas, vehículos híbridos― son especialmente demandados, agravando aún más la situación.
¿Y los aranceles? El elefante en la sala
Aunque los autos usados no están directamente sujetos a los aranceles impuestos a la importación de ciertos productos bajo la administración del expresidente Donald Trump, el impacto indirecto es significativo. Gracias al análisis del JPMorganChase Institute, sabemos que las tarifas arancelarias podrían costar hasta $82,300 millones a empresas medianas estadounidenses —aquellas con ingresos entre 10 millones y 1,000 millones al año—. Estas empresas, muchas de ellas en sectores minoristas y mayoristas, son críticas para el suministro de vehículos y piezas.
Según el análisis, estas empresas se verían obligadas a gestionar estos nuevos costos mediante aumentos de precios, despidos y congelaciones de contratación. Algunas llevan márgenes de ganancia tan ajustados que no tienen otra opción que trasladar el impacto al consumidor. El informe indica que en promedio, el impacto sería de $2,080 por empleado o el 3.1% de la nómina anual promedio.
Indicadores de un mercado en pausa
Otro dato revelador del informe de Edmunds: el vehículo usado promedio pasó 38 días en el lote de un concesionario antes de ser vendido durante los primeros tres meses de 2025. Es la cifra más alta desde principios de 2021, lo que refleja un mercado cauteloso, tanto por parte de compradores como de vendedores.
Los concesionarios son reacios a bajar los precios debido al bajo inventario e incertidumbres en la cadena de suministro. Por su parte, los compradores tardan más tiempo en encontrar su vehículo ideal, considerando la limitación de opciones, los altos costos y el temor a sobrepagar.
¿Es buen momento para comprar o es mejor esperar?
Dependerá de tu situación personal. Si necesitas un auto de inmediato, tiene sentido empezar a buscar ahora. Solo no esperes gangas. En vez de buscar descuentos espectaculares, enfócate en encontrar vehículos bien mantenidos, con buen historial de fiabilidad, incluso si implica sacrificar ciertas comodidades o extras.
Según proyecciones del mercado automotriz, habrá más inventario entrando al mercado usado en la segunda mitad de 2025 gracias a una mayor rotación de autos nuevos. Sin embargo, es poco probable que los precios vuelvan a los niveles prepandemia, ya que la industria aún arrastra el desequilibrio de oferta originado desde 2020.
Factores globales que no puedes ignorar
Pese a que muchas personas atribuyen esta inflación a la oferta interna, factores como la guerra comercial entre EE. UU. y China, la situación en Ucrania o tensiones en Asia, también influyen de forma indirecta. Por ejemplo, China, India y Tailandia siguen siendo fuentes importantes de piezas automotrices; cualquier interrupción ahí reverbera en el mercado estadounidense.
Además, políticas como los aranceles de hasta un 50% en acero y aluminio, y tarifas promedio del 10% a importaciones, encarecen insumos clave para la fabricación y reparación de vehículos. Grandes retailers como Walmart, Amazon y Costco lograron contener el golpe solo acumulando inventarios antes de que los aranceles entraran en vigencia. Pero muchas pequeñas y medianas empresas no tienen ese privilegio.
¿Qué puedes hacer como comprador?
En un mercado desafiante, es posible tomar decisiones inteligentes para maximizar el valor de tu compra:
- Amplía tu búsqueda: Busca autos fuera de tu región inmediata. A veces hay mejores precios en zonas suburbanas o rurales cercanas.
- Considera modelos menos populares: Marcas con menos demanda pueden ofrecer mejor valor y la misma fiabilidad que las más conocidas.
- Apunta a autos certificados (CPO): Aunque suelen costar más, los autos CPO (Certified Pre-Owned) incluyen inspecciones y garantías extendidas.
- Mantente informado: Usa herramientas como Edmunds, Kelley Blue Book o Carfax para comparar precios, historial del vehículo y tendencias del mercado.
Además, reportes como el de Goldman Sachs afirman que hasta el 60% de los costos de aranceles acaban siendo trasladados al consumidor. Es decir, aunque no compres un auto directamente importado, podrías estar pagando extra por la cadena de fabricación o el financiamiento.
Los desafíos de la industria automotriz post-COVID
Otro punto a destacar es la edad promedio de los autos en circulación, que ahora se sitúa en niveles récord. Según datos de IHS Markit, el vehículo promedio en las carreteras de EE. UU. tiene ahora 12.5 años, el más alto desde que se tiene registro. Esto indica que los consumidores están retrasando la compra o el reemplazo de sus vehículos, un síntoma directo del alza de precios.
Además, las tasas de interés para préstamos automotrices siguen siendo altas, lo que desincentiva las compras impulsivas y obliga a los compradores a ser más selectivos.
Una estrategia a largo plazo
Estás ante un mercado en el que la paciencia y la preparación valen oro. Si puedes esperar, monitorea el mercado constantemente y observa si los niveles de inventario mejoran en la segunda mitad del año. De ser posible, mantén tu vehículo actual en buen estado y realiza mantenimientos preventivos para extender su vida útil.
Para quienes no pueden esperar, adoptar una mentalidad pragmática y flexible será crucial para sobrevivir financieramente al proceso de compra.
En 2025, los autos usados son más caros, sí. Pero también representan una ventana de oportunidad para quien esté dispuesto a explorar nuevas opciones y adaptarse a un panorama cambiante.
Fuentes:
- Edmunds Used Car Report, Q1 2025
- JPMorganChase Institute Analysis on Tariffs Impact (2025)
- Goldman Sachs Inflation Report, 2025
- IHS Markit Vehicle Age Insight, 2025