Hospitaleando la Verdad: Cómo el Cierre del Martin General Expone una Fractura en la Expansión de Medicaid

Una mirada crítica a la crisis de los hospitales rurales y el impacto de los recortes al programa Medicaid en Estados Unidos

El hospital vacío que dice más que mil discursos

Williamston, Carolina del Norte. Un lugar pequeño, de poco más de 20,000 habitantes en el este del estado, fue escenario del cierre del Hospital Martin General en agosto de 2023. Este evento pasó desapercibido para muchos, pero para quienes conocen el sistema de salud estadounidense, fue un grito silencioso de un sistema al borde del colapso en zonas rurales. Este mismo hospital, que solía recibir emergencias y atender a una comunidad empobrecida y envejecida, hoy sólo es un edificio vacío lleno de preguntas sin respuesta.

¿Qué pasó en Carolina del Norte?

Durante más de una década, Carolina del Norte retrasó la expansión del programa Medicaid, un sistema clave en la red de seguridad sanitaria para los estadounidenses de bajos ingresos. Cuando finalmente lo hizo en diciembre de 2023, ya era demasiado tarde para muchas instituciones —entre ellas, Martin General— que no resistieron el vacío financiero derivado de no haber recibido fondos federales durante tanto tiempo.

El senador Thom Tillis, republicano del estado, se enfrentó a su partido y votó en contra de un proyecto de ley promovido por Donald Trump que buscaba reducir en mil millones de dólares el presupuesto de Medicaid. Tillis denunció que dicha medida sería “una traición a una promesa” y que dañaría severamente a cientos de miles de sus conciudadanos que dependen del sistema de salud pública.

“Este proyecto le quitará miles de millones de dólares a los beneficiarios de Medicaid y al sistema hospitalario de Carolina del Norte”, dijo Tillis en su discurso en el Senado.

Más que salud: el impacto económico

Lo que está en juego no es sólo la atención médica. Los hospitales rurales suelen ser uno de los principales empleadores en estas comunidades. Según el Cecil G. Sheps Center for Health Services Research de la Universidad de Carolina del Norte, más de 200 hospitales han cerrado en EE.UU. desde el año 2005, en su mayoría ubicados en áreas rurales y en estados republicanos del sur y medio oeste.

En palabras de Jay Ludlam, subsecretario de Medicaid en Carolina del Norte:

“Los hospitales rurales son más que centros médicos. Son el corazón económico de sus comunidades. Su desaparición tiene efectos devastadores tanto en la salud como en el bolsillo de sus habitantes”.

Los números no mienten

  • Desde 2014, Tennessee —que no expandió Medicaid— ha perdido 500 camas hospitalarias.
  • Carolina del Norte, al expandir Medicaid, ha alcanzado una cobertura de más de 673,000 personas desde diciembre de 2023.
  • Un análisis reciente del Sheps Center calcula que más de 300 hospitales podrían enfrentar el cierre si se aprueba el recorte propuesto.

La peligrosa lógica del ahorro fiscal

Para muchos republicanos, reducir el gasto federal es una prioridad innegociable. Sin embargo, en este caso, la lógica presupuesta ignora consecuencias humanas muy reales. Las medidas propuestas por el bloque conservador en el Congreso incluyen límites y nuevas restricciones de elegibilidad que amenazan con bloquear no sólo nuevas solicitudes, sino que pondrían en riesgo la continuidad del programa tal como existe hoy.

El argumento de que se compensará con un fondo adicional de 10 mil millones de dólares anuales durante cinco años para hospitales rurales se queda corto frente al volumen de fondos que se recortarán al Medicaid en general. Como bien señaló Tillis en su discurso, la medida amenaza con desmantelar no sólo hospitales ya en peligro, sino con revertir una expansión que apenas comienza a mostrar sus beneficios.

Pérdidas humanas y desigualdad estructural

Cuando se cierra un hospital rural, no sólo se pierden empleos. Se pierde acceso inmediato a la atención en emergencias, se pierden diagnósticos tempranos de enfermedades crónicas, se pierden consultas pediátricas, ginecológicas y geriátricas. El tiempo estimado de traslado al hospital más cercano desde Williamston hoy es de entre 30 y 45 minutos. Para alguien con un infarto o un trauma, ese tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Además, en zonas rurales donde la mayoría de los habitantes son población mayor, afroamericanos o latinos de bajos ingresos, esta política golpea desproporcionadamente a los sectores ya más desfavorecidos.

Una historia que se repite

El cierre del Hospital Martin no es un caso aislado, sino un microcosmos de una tendencia nacional. Según el American Hospital Association, la tasa de cierres hospitalarios rurales aumentó más del 20% desde 2010, especialmente después de la entrada en vigor de la Ley de Cuidado Asequible (Obamacare), en la que cada estado podía decidir si expandía Medicaid o no. Aquellos que eligieron no hacerlo han visto disminuciones notables en la sostenibilidad de sus servicios de salud.

¿Quién atiende a quien no puede pagar?

El rol de Medicaid es, en teoría, atender a quienes no pueden pagar seguros privados, principalmente personas con ingresos por debajo del 138% del índice federal de pobreza. En Carolina del Norte, antes de la expansión, casi 60% de los pacientes que llegaban a hospitales rurales no tenían seguro médico. Esto generaba deudas impagables para los hospitales, que debían absorber los costos.

Medicaid vino a aliviar esa carga, pero su futuro pende de un hilo legislativo. Si el nuevo proyecto de ley se aprueba, no solo disminuirían los reembolsos actuales, sino que podrían dispararse otra vez los niveles de morbilidad en comunidades marginadas.

Una postura poco común en Washington

El voto de Thom Tillis fue sorpresivo porque cortó con la línea oficial de su partido. Más insólito aún fue que anunció que no buscaría la reelección debido a su desacuerdo con el rumbo que los líderes republicanos habían tomado con este tema. Al igual que los senadores Susan Collins (Maine) y Rand Paul (Kentucky), Tillis se unió a los demócratas para votar contra el paquete económico impulsado por Trump.

“Les debemos a los estados el hacer el trabajo de entender cómo estas propuestas los afectan. ¿Es tan difícil hacer eso?”, retó Tillis al resto del Senado.

Medicaid: más allá de la política

A veces olvidamos que hablar de presupuestos y partidas es hablar de vidas humanas. Medicaid ha sido durante décadas la tabla de salvación para millones de estadounidenses. Recortar su alcance no puede ser una decisión tomada a la ligera, y menos aún una respuesta a exigencias fiscales que ignoran su impacto humano.

La historia del Martin General Hospital no debe desaparecer en el anonimato. Porque en su eco resuena una advertencia: la salud de una nación no puede medirse sólo con estadísticas macroeconómicas, sino con la dignidad con la que trata a sus ciudadanos más vulnerables.

Fuentes:
- Cecil G. Sheps Center for Health Services Research, UNC Chapel Hill (enlace)
- American Hospital Association (enlace)

Este artículo fue redactado con información de Associated Press