El impacto de Trump en la Autoridad del Valle de Tennessee y el retroceso regulatorio en EE. UU.

Entre nominaciones estratégicas, despidos polémicos y decisiones regulatorias revertidas, Trump redefine el panorama energético y financiero en EE. UU.

Trump y el tablero de TVA: poder y energía en juego

En un nuevo episodio de su regreso al protagonismo político, el expresidente Donald Trump ha iniciado una reconfiguración total de la Autoridad del Valle de Tennessee (TVA), la mayor empresa pública de servicios eléctricos de Estados Unidos. Este movimiento político y energético ya está teniendo repercusiones significativas tanto en los proyectos futuros de la Agencia como en su operatividad actual.

La TVA suministra electricidad a más de 10 millones de personas en siete estados del sur, pero lleva meses enfrentando un grave problema de gobernabilidad. La causa: Trump despidió a tres miembros de la junta designados durante la administración de Joe Biden, lo que dejó al órgano directivo sin quórum operativo.

La administración Trump presentó recientemente nuevos nominados para cubrir las vacantes. Estos son:

  • Lee Beaman, empresario y conocido recaudador de fondos republicano.
  • Mitch Graves, CEO del West Cancer Center & Research Institute y miembro de varios consejos energéticos locales.
  • Jeff Hagood, abogado de Knoxville y vinculado a la política local.
  • Randall Jones, agente de seguros de Alabama y activo en múltiples entidades públicas.

Todos ellos deberán ser confirmados por el Senado antes de asumir sus cargos. Mientras tanto, la ausencia de quórum impide a la TVA arrancar nuevos proyectos o cambiar estrategias de fondo, como la transición planificada hacia fuentes de energía más limpias.

El trasfondo energético: el renacer del carbón y la apuesta por el nuclear

Uno de los grandes puntos de fricción ha sido lo que muchos ven como un intento deliberado de Trump por frenar el abandono del carbón. La TVA había pautado el retiro paulatino de todas sus plantas de carbón para 2035. Sin embargo, poco después de asumir como CEO interino, Don Moul —nombrado en marzo por los miembros restantes de la Junta— indicó que reevaluaría esa planificación.

Este cambio de dirección se alinea directamente con las órdenes ejecutivas de Trump para revitalizar la industria del carbón y la meta de cuadruplicar la producción de energía nuclear doméstica en los próximos 25 años, tal como enfatizó el gobernador republicano Bill Lee en una columna reciente.

Retrocesos regulatorios: el caso Navy Federal Credit Union

La influencia de Trump no se ha limitado a la TVA. En otro frente, su administración ha intervenido en el otrora poderoso Consumer Financial Protection Bureau (CFPB), desmantelando parte de su estructura regulatoria.

Un caso ilustrativo es el de Navy Federal Credit Union, la cooperativa de crédito más grande del país. Bajo la dirección de Trump, el CFPB retiró una sanción que obligaba a la institución a devolver $80 millones de dólares a militares afectados por cargos indebidos de sobregiro.

La práctica en cuestión consistía en aprobar compras con tarjetas de débito y, días después, aplicar un cargo por sobregiro si la cuenta del cliente quedaba en negativo al procesarse el pago. Aunque Navy Federal dejó de aplicar esta práctica en 2022 y había acordado compensar a los afectados, la administración actual optó por retirar esa devolución como parte de un cambio estratégico en la agencia.

Expertos y legisladores han criticado esta medida, llamándola un “retroceso en la protección financiera de los consumidores y los militares”, un grupo históricamente vulnerado por prácticas bancarias agresivas.

Relación con empresas privadas y control de instituciones

Otra polémica gira en torno a la organización Twin Flames Universe, un presunto movimiento espiritual con base en Michigan, actualmente bajo investigación estatal y federal por acusaciones de “control coercitivo” sobre sus miembros. Bajo la dirección de Jeff y Shaleia Divine, Twin Flames promete a sus clientes encontrar a su “llama gemela”, es decir, su pareja espiritual ideal, a través de cursos y programas que pueden costar hasta $8,888 dólares.

Este caso se ha popularizado debido a sus apariciones en documentales de Netflix y Amazon Prime, así como a una creciente cantidad de denuncias por prácticas abusivas, desde presión psicológica hasta aislamiento del entorno familiar.

La investigación fue anunciada por Dana Nessel, fiscal general de Michigan. Aunque de momento no se vincula directamente a la administración Trump, muchos analistas advierten que el control y la regulación de empresas de este tipo podría verse afectado por las políticas de desregulación promovidas por Trump desde su primer mandato.

Un patrón preocupante: desmantelamiento institucional

El denominador común en estos tres casos —TVA, Navy Federal y Twin Flames Universe— parece ser el desmantelamiento o debilitamiento de mecanismos de control que tradicionalmente protegen al público estadounidense. En lugar de reforzar instituciones técnicas y reguladoras, la línea de actuación de Trump apunta a colocar aliados estratégicos que faciliten una agenda económica basada en industrias tradicionales y menos fiscalización.

Los efectos prácticos de estas decisiones podrían traducirse en:

  • Un retroceso en la transición energética, al favorecer al carbón y frenar la inversión pública en renovables.
  • Una desprotección financiera de los consumidores, especialmente de sectores vulnerables como los militares.
  • Una cuestionable permisividad con empresas de dudosa ética, como es el caso de Twin Flames Universe.

¿Un regreso al pasado o una nueva visión republicana?

Para muchos observadores políticos, lo que estamos presenciando podría ser el inicio de una nueva era conservadora en EE. UU., caracterizada por la centralización del poder ejecutivo y el debilitamiento de los órganos colegiados, claves en la democracia estadounidense.

La reconfiguración de la TVA no solo representa un simbolismo regional; es también una advertencia al resto de las agencias federales. Según diversos analistas, Trump está preparando una ofensiva estructurada para reducir el tamaño del Estado en favor del sector privado, al estilo de la doctrina económica de Reagan en los 80.

Mientras tanto, los ciudadanos y legisladores deberán estar atentos a estas señales. Como advirtió en su momento el senador republicano por Tennessee, Bill Hagerty: “La TVA debe estar en manos de líderes que compartan la visión del presidente. No podemos permitirnos más demoras en proyectos energéticos clave”.

Una visión que, sin duda, implicará costos ambientales, sociales y financieros. El tiempo dirá si esta estrategia de concentración es sostenible o si provocará una reacción federal y popular en las urnas.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press