¿Retroceso o estrategia? El nuevo ataque conservador contra Obamacare y las energías limpias
Entre reformas sanitarias restrictivas y el desmantelamiento de leyes climáticas, la nueva agenda conservadora liderada por Trump redefine el rumbo de la política social y energética de EE. UU.
Una nueva batalla por la cobertura médica: el regreso del enfoque restrictivo
La administración Trump ha revivido sus ataques al Affordable Care Act (ACA), más conocido como Obamacare, en un intento por revertir los avances logrados durante la presidencia de Joe Biden. A través de nuevas reglas impuestas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), millones de estadounidenses podrían perder el acceso a un seguro médico esencial.
Estas reglas acortan el período de inscripción federal en un mes —del 1 de noviembre al 15 de diciembre—, hacen más exigentes las comprobaciones de ingresos, agregan una tarifa de $5 para quienes se reinscriben automáticamente en planes gratuitos y permiten que aseguradoras nieguen cobertura por falta de pago en planes previos. Según estimaciones, casi 2 millones de personas, alrededor del 10% de los actuales beneficiarios, perderán su cobertura.
Reacciones políticas: alcaldes alzan la voz
El golpe a Obamacare no pasó desapercibido. Tres alcaldes demócratas —Brandon M. Scott (Baltimore), Brandon Johnson (Chicago) y Andrew Ginther (Columbus)— han presentado una demanda contra el HHS, en la que acusan a la administración Trump de actuar sin el debido proceso de comentarios públicos y de socavar el espíritu del ACA.
“Cloaked in the pretense of government efficiency and fraud prevention, the 2025 Rule creates numerous barriers to affordable insurance coverage”, dice la demanda presentada.
Además de los alcaldes, organizaciones como Doctors for America y Main Street Alliance se han unido a la batalla legal. Skye Perryman, presidenta de Democracy Forward, calificó la regla como “ilegal” y advirtió que “forzará a las familias a dejar su seguro médico y aumentará los costos para millones”.
Una maniobra económica o ideológica
El gobierno de Trump sostiene que estos cambios son necesarios para evitar inscripciones indebidas y proteger los fondos federales. Desde su primera administración, el expresidente ha manifestado su desprecio por el ACA, argumentando que es ineficiente y poco accesible sin subsidios generosos.
Durante su mandato previo, la inscripción en Obamacare disminuyó. Fue la administración Biden, gracias a la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, la que logró un récord de 24 millones de personas inscritas al proporcionar incentivos fiscales sustanciales.
El impacto en comunidades vulnerables
Uno de los puntos más criticados de las nuevas reglas es la exclusión de aproximadamente 100,000 inmigrantes que llegaron a EE. UU. siendo niños, limitando su derecho a cobertura médica. Aunque esta exclusión no forma parte del litigio presentado por los alcaldes, deja claro el rumbo que sigue la política migratoria en relación con la salud pública bajo la visión conservadora.
Estas restricciones afectarán principalmente a las comunidades urbanas, que ya lidian con altos índices de pobreza y deficiencias en servicios públicos. Los gobiernos locales prevén una sobrecarga en hospitales, clínicas gratuitas y servicios sociales.
La otra cara de la moneda: el desmantelamiento de la ley climática
Paralelamente a los cambios sanitarios, el Senado bajo mayoría republicana aprobó una monumental ley presupuestaria impulsada por Trump que elimina o debilita significativamente los incentivos para energías limpias establecidos por la legislación climática de 2022.
Tras múltiples enmiendas, se retiraron algunos impuestos previstos en proyectos de energía solar y eólica, pero se mantuvo la eliminación gradual de los créditos fiscales destinados a estas tecnologías. La normativa, que se tramitó con un empate resuelto por el vicepresidente J.D. Vance, pone fin anticipadamente a subsidios que estaban diseñados para fomentar la transición energética.
El peligro para el futuro energético
La Solar Energy Industries Association (SEIA) alertó que esta ley provocará un aumento en los costos de energía para los hogares, el cierre de fábricas y pérdida de empleos relacionados con las renovables. Abigail Ross Hopper, presidenta de SEIA, declaró:
“Si la ley entra en vigor, nuestra red eléctrica se debilitará, las facturas de luz aumentarán y se perderán miles de empleos en sectores prometedores”.
El impacto es aún más preocupante si se considera que el 22% de la electricidad de EE. UU. en 2023 provino de fuentes renovables, según datos de la Administración de Información Energética (EIA). El nuevo retroceso legislativo amenaza con frenar ese impulso.
¿A quién beneficia esta agenda?
El Instituto Americano del Petróleo celebró la aprobación del paquete legislativo, que abre más licencias para la extracción de petróleo y gas, revierte prohibiciones sobre el carbón y bloquea un impuesto a las emisiones de metano, una de las más dañinas para el cambio climático.
Desde el punto de vista de críticos como el senador demócrata Sheldon Whitehouse, esta ley “es una pieza de legislación masivamente destructiva” que favorece a corporaciones contaminantes y donantes multimillonarios, aumentando la deuda pública y socavando los esfuerzos por mitigar la crisis climática.
Un país dividido: salud y energía en tensión
Ambas aristas —los recortes a Obamacare y el desmantelamiento de la política climática— convergen en una misma dirección: una reversión de políticas progresistas clave en materia de salud pública y transición energética.
- En salud, los recortes implican menos cobertura y más restricciones.
- En energía, cortan los incentivos para proyectos renovables, acelerando el retorno a los combustibles fósiles.
Para muchos, estas decisiones no obedecen tanto a criterios económicos o de eficiencia, sino a una reacción ideológica ante los logros de administraciones demócratas anteriores.
¿Qué implica para el futuro?
El enfrentamiento no se detendrá aquí. Varios estados —como California y Nueva York— están explorando estrategias legales para ampliar sus mercados de seguros de salud de manera independiente y ampliar sus programas de energía limpia sostenibles sin necesidad de apoyo federal.
Además, con las elecciones presidenciales en el horizonte, el destino de estas reformas dependerá del resultado electoral. Por ahora, queda claro que la agenda republicana liderada por Trump está redefiniendo los pilares que marcaron la administración Biden: salud para todos y transición verde.
La pregunta abierta: ¿seguirá Estados Unidos avanzando hacia un modelo más inclusivo y sostenible o se replegará hacia intereses tradicionales y corporativos?