Iowa borra a las personas trans del Código Civil: una preocupante regresión de derechos
La primera ley estatal que elimina las protecciones contra la discriminación por identidad de género marca un precedente devastador para los derechos LGBTQ+ en Estados Unidos
Una reversión sin precedentes de derechos civiles
El estado de Iowa hizo historia, pero no de una manera que deba celebrarse. A partir del 1 de julio de 2024, entró en vigor una ley que elimina la identidad de género de su código civil de derechos humanos. Esto significa que las personas transgénero, no binarias e intersexuales ya no están protegidas contra la discriminación en ámbitos fundamentales como el empleo, la vivienda o el acceso a servicios públicos. En palabras simples: el estado ya no las considera dignas de protección legal frente al odio y la discriminación.
Lo que hace aún más alarmante esta medida es que Iowa no simplemente no incluyó estos derechos; los eliminó deliberadamente. Es el primer estado del país en hacerlo, y hay temor de que otros estados liderados por gobiernos conservadores sigan un camino similar.
Fundamentos ideológicos de la ley
Esta nueva legislación fue promulgada por la gobernadora republicana Kim Reynolds, quien argumentó que la ley “restaura el sentido común” al diferenciar entre hombres y mujeres basándose en sus órganos reproductivos al nacer. En otras palabras, establece una definición estrictamente biológica de los sexos, sin reconocer la existencia de las identidades trans o no binarias.
“Es sentido común reconocer las diferencias biológicas obvias entre hombres y mujeres”, dijo Reynolds en un mensaje en video. “De hecho, es necesario para garantizar una verdadera protección igualitaria para mujeres y niñas”.
Este argumento ha sido ampliamente rechazado por la comunidad médica y científica. Instituciones como la Asociación Americana de Psicología consideran que el género no es una categoría binaria, sino un espectro fluido que abarca múltiples identidades.
Más que una definición: un retroceso en derechos vitales
La ley no se limita a redefinir el género, sino que también elimina la posibilidad de modificar el marcador de sexo en los certificados de nacimiento. Esto implica que una persona trans ya no puede corregir el documento más básico e identificativo de su existencia: su acta de nacimiento. Aunque aún es posible cambiar el marcador de género en la licencia de conducir, el Departamento de Transporte del estado ya ha propuesto eliminar esta opción también.
El impacto de estas medidas es devastador. Personas trans y no binarias que ahora presenten una identificación incongruente con su identidad de género corren el riesgo de sufrir humillaciones, acoso y violencia institucional y social.
Aplicaciones prácticas con consecuencias humanas
La congresista estatal Aime Wichtendahl, primera legisladora transgénero de Iowa, señaló que la aplicación de esta ley tendrá consecuencias inmediatas y tangibles:
“Cualquier situación donde debas mostrar tu identificación —sea para buscar empleo, abordar un avión, comprar alcohol o incluso durante una parada de tráfico— puede exponerte al rechazo, la burla o algo peor”, advirtió Wichtendahl. “Eso te pone automáticamente en el centro de atención e incluso en peligro”.
La eliminación de estas protecciones afecta el bienestar psicosocial, económico y médico de toda una parte de la población que ya vive en condiciones de vulnerabilidad. La discriminación institucionalizada no es una amenaza teórica: es una realidad materializable cuyas consecuencias ya se empiezan a sentir.
Cobertura médica negada: otro nivel de violencia estructural
Como parte del mismo paquete legislativo, la ley ahora especifica que Medicaid ya no cubre intervenciones médicas afirmativas del género, como terapias hormonales o cirugías de reasignación para personas trans. Esto representa un ataque directo al derecho a la salud y va en contra de las recomendaciones de la Asociación Médica Estadounidense, que reconoce estos tratamientos como atención médica esencial.
En palabras de Wichtendahl: “Estamos hablando de derechos que afectan la vida diaria y la dignidad humana. Esta ley no es más que una táctica política que sacrifica a una población entera para ganar puntos en guerras culturales”.
Contextualizando en un panorama nacional
Aunque Iowa es el primer estado en remover estas protecciones una vez concedidas, no está solo en su enfoque restrictivo hacia los derechos trans. Más de 20 estados liderados por republicanos han aprobado leyes que limitan o prohíben la participación de jóvenes trans en deportes, restringen el uso de baños por identidad de género e impiden el acceso a atención médica afirmativa.
En junio de 2024, la Corte Suprema de EE. UU. reafirmó la constitucionalidad de la prohibición de Tennessee sobre bloqueadores de pubertad y terapia hormonal para menores, señalando el camino para que leyes similares puedan afianzarse en todo el país.
¿Qué protege la ley federal?
En 2020, el fallo histórico del caso Bostock vs. Clayton County determinó que la discriminación contra personas LGBTQ+ en el empleo está prohibida a nivel federal bajo el Título VII del Acta de Derechos Civiles. Sin embargo, los alcances de ese fallo no se extienden automáticamente a sectores como la vivienda, la educación o la atención médica en todos los estados.
En Iowa, la Corte Suprema estatal ha interpretado en ocasiones anteriores que “sexo” no equivale automáticamente a “identidad de género”. Por lo tanto, el fallo de Bostock podría no ofrecer un escudo suficiente dentro del estado.
Impacto social y emocional en la comunidad LGBTQ+
Tras la aprobación de la ley, numerosas familias han comenzado a considerar mudarse del estado para proteger a sus hijos y seres queridos. Keenan Crow, activista de la organización One Iowa, comentó que numerosas personas aprovecharon los últimos meses antes del cambio legal para actualizar sus documentos legales. Su organización ofreció clínicas jurídicas gratuitas destinadas a ayudar a adultos trans y sus padres.
“Muchos ahora viven un miedo cotidiano simplemente por salir a la calle”, dijo Crow. “Y todo eso por decisiones políticas que, para algunos grupos, significan solo ganar votos, pero que para nosotros se traducen en más discriminación, abandono médico y estrés vital”.
Un país dividido en derechos humanos
Según un estudio de Movement Advancement Project, solo la mitad de los estados en EE. UU. tienen protecciones explícitas para la identidad de género. Algunos estados, aunque sin leyes específicas, ofrecen esas protecciones a través de jurisprudencia. Sin embargo, Iowa, que fue pionera en 2007 al incluir identidad de género entre sus categorías protegidas, ahora retrocede casi dos décadas en derechos civiles.
La eliminación de estas protecciones no solo representa una amenaza para las personas trans, sino que marca un precedente peligroso: que los derechos pueden ganarse... y también perderse.
Cuando un estado decide retroceder en derechos civiles fundamentales, envía un mensaje claro: algunas vidas valen menos que otras. Y eso es exactamente lo que esta ley representa para miles de personas en Iowa.