Cristiano Ronaldo y el Club Mundial: ¿Héroe de la longevidad o escudo contra el desgaste?

El astro portugués prioriza el sueño de disputar su sexto Mundial mientras la FIFA enfrenta duras críticas por saturar el calendario futbolístico con el Club Mundial

En un mundo donde el fútbol parece no detenerse nunca, Cristiano Ronaldo ha decidido, a sus 40 años, hacer una pausa táctica. Más allá de los millones de dólares, las vitrinas repletas y los récords insuperables, el astro portugués ha puesto su mirada en lo que podría ser una hazaña sin precedentes: disputar su sexto Mundial.

Mientras la FIFA intensifica la explotación del calendario con la expansión del Club Mundial de la FIFA, voces se alzan en señal de alarma. Unas apuntan a la sobrecarga física y mental de los jugadores, otras a la lógica perversa del negocio por encima del bienestar. Y en medio de toda esa tormenta, aparece Ronaldo, quien opta por la planificación y el descanso antes que por otro título fugaz.

El legado interminable de CR7

Ronaldo no es un jugador cualquiera. Estamos hablando del máximo goleador histórico del fútbol internacional masculino (con más de 130 goles con Portugal), ganador de cinco Balones de Oro y ahora, en celebración, tras conquistar con su selección la Nations League 2025.

Tras esa victoria ante España por penales en la final disputada en Múnich, muchos especularon con que la cabeza de Cristiano estaba ya más en cambiar de club para disputar el flamante Club Mundial. Sin embargo, CR7 firmó una extensión de contrato con el Al Nassr de Arabia Saudita hasta los 42 años y dejó claro su objetivo: preparar física y mentalmente la temporada 2025-2026, que culminará con la Copa Mundial masculina en Estados Unidos, México y Canadá.

Tuve ofertas para jugar el Mundial de Clubes, pero preferí descansar bien y prepararme. Esta temporada será muy larga”, expresó Cristiano en un video de Instagram publicado por el Al Nassr.

La obsesión del sexto Mundial

El deseo de jugar seis Mundiales no es solo una meta individual, es el equivalente a una odisea épica en un deporte que exige sangre, sudor y meses enteros de competición sin descanso. En Qatar 2022, Ronaldo ya había marcado un hito al ser el primer jugador en anotar en cinco Copas del Mundo. Pero si logra forma parte de Portugal en 2026, igualaría una hazaña soñada junto a Lionel Messi, su eterno rival argentino, en lo que sería una batalla de longevidades sin precedentes.

¿Vale más un sexto Mundial que otro torneo de clubes? En términos deportivos y simbólicos, sí. La Copa del Mundo es el Everest de cualquier profesional del balón. Ronaldo lo sabe. Nada supera la sensación de representar a tu país en el mayor escenario posible. Y si lo hace a los 41 años, será escrito con oro líquido en los libros de historia.

El Club Mundial: ¿fiesta de élite o ruleta rusa física?

La edición ampliada del Club Mundial de la FIFA, actualmente en curso en Estados Unidos, ha despertado una fuerte controversia. Ahora con 32 equipos, cada 4 años, y colocado entre Eurocopas, Copas América y la Copa Mundial, muchos ven este torneo como una escalada más en el calendario demencial del fútbol global.

La Unión Nacional de Futbolistas Profesionales de Francia (UNFP) lanzó un comunicado incendiario denunciando este nuevo mundialito como un “auténtico atentado contra la salud física y mental de los jugadores”.

Es urgente detener esta masacre”, arremetió la UNFP. “El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, vive en una torre de marfil ignorando el impacto real sobre los jugadores. Su Mundial de Clubes es el punto máximo del absurdo”.

Cansancio, lesiones y el límite humano

Los jugadores no son máquinas. Y esto quedó reflejado en los reclamos de figuras actuales. El centrocampista del Manchester City Rodri alzó su voz tras sufrir una grave lesión de rodilla poco después de advertir públicamente que los jugadores estaban cerca de una huelga por la sobrecarga.

Los sindicatos FIFPRO y FIFPRO Europa, al igual que la UNFP, han venido protestando por años contra los calendarios abusivos. En el caso francés, el mensaje fue claro: “Incluso los convenios colectivos establecen claramente un mínimo de tres semanas de descanso obligatorio entre temporadas. El Club Mundial ignora todo eso”.

Resulta gracioso (y trágico) que París Saint-Germain, actual campeón de la Champions League, apenas tuvo tiempo para celebrar su título. Jugadores clave como Ousmane Dembélé y Désiré Doué pasaron directamente de la final europea a jugar el Club Mundial... sin descanso, sin tregua.

Mientras tanto, los clubes franceses han comenzado sus pretemporadas para la Ligue 1, y PSG no pudo retrasar su regreso. La preocupación cayó también sobre la selección nacional de Francia, que deberá afrontar en septiembre partidos clasificatorios al Mundial con plantillas fundidas por el calendario.

El negocio por encima del fútbol

La FIFA, sin embargo, sigue adelante. El Club Mundial se ha convertido en otra fuente millonaria dentro del ecosistema del fútbol global. El organismo madre parece obsesionado por “globalizar” el juego a través de más torneos, más sedes, más derechos de televisión. Pero a costa de las piernas... y la salud de quienes hacen que millones vean el balón rodar cada semana.

Según FIFPRO, un jugador profesional promedio en clubes europeos de primera división participa ahora en torno a los 62 partidos por temporada. Traducido: partidos cada 4,8 días. Sumémosle viajes, presión mediática, entrenamientos, sponsors.

Cristiano y la decisión sabia

En este contexto, la elección de Ronaldo parece no solo personal sino paradigmática. El portugués envía un mensaje potente: la longevidad se construye con inteligencia, no con exhibiciones cortoplacistas. Prefiere una pretemporada cuidada, orientada a culminar preparado la temporada con el sueño dorado del Mundial 2026.

Con casi 900 goles oficiales en su carrera, múltiples récords y habiendo jugado profesionalmente por más de dos décadas, Ronaldo está escribiendo una nueva fase en su carrera. Una donde el autocuidado y la planificación superan a los torneos extra. Una decisión que podría inspirar a otros veteranos a repensar sus calendarios y priorizar lo esencial.

¿Messi tomará el mismo camino?

Si Messi también llega a la Copa Mundial 2026, será otro veterano que ha sabido manejar su carrera magistralmente. En su caso, la MLS ofrece un calendario más flexible. Es probable que la presencia de ambos archirrivales en su sexto Mundial sea el mayor acto final en la era dorada del fútbol masculino moderno. Y eso, vale más que un partido en Miami o una foto con el trofeo del Club Mundial.

Un espejo para el futuro del fútbol

La historia de Cristiano Ronaldo no solo es la de un superviviente de élite, es también el grito silencioso contra un sistema que exige más de lo que los cuerpos pueden ofrecer. La negativa al Mundial de Clubes no es un desaire, sino una advertencia. Si la FIFA no escucha, podría alejar cada vez a más figuras del calendario oficial, priorizando carreras sanas y longevas frente a agendas inhumanas.

¿Hasta cuándo se podrá ignorar este colapso anunciado? Quizá Ronaldo, con su ejemplo, esté mostrando el único camino viable para los grandes futbolistas del siglo XXI: jugar menos, vivir más, durar más. Y si eso le garantiza estar en su sexto Mundial, habrá valido cada minuto de silencio fuera del campo.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press