Galena, Alaska: Así se construye una comunidad energética del futuro en el corazón rural del Ártico

Cómo un pequeño pueblo del centro de Alaska apuesta por biomasa, energía solar y autosuficiencia para dejar atrás el diésel

Un cambio nacido de la necesidad

En medio del Ártico, en el corazón rural de Alaska, el pequeño pueblo de Galena está demostrando que las comunidades remotas no sólo pueden ser resilientes, sino también pioneras en energía limpia. Esta localidad de poco más de 470 habitantes ha optado por una transformación energética a partir de fuentes locales y renovables, motivada por los altos costos del diésel importado y la necesidad urgente de combatir el cambio climático.

En Galena, cada invierno hasta hace poco dependía de combustibles fósiles traídos por barcazas o aviones. El precio por galón de diésel podía duplicar o triplicar el costo promedio nacional de Estados Unidos. Pero tras años de planificación, colaboración y visión comunitaria, el pueblo está dejando atrás la dependencia del combustible fósil.

Calefacción con árboles: el proyecto de biomasa

Hace una década, Galena inició su transición energética con un enfoque innovador: la biomasa. El pueblo comenzó a recolectar árboles de la región para alimentar una planta de biomasa que hoy calienta el Galena Interior Learning Academy, una escuela para estudiantes indígenas y rurales de todo Alaska.

Este proyecto permite ahorrar aproximadamente 100,000 galones de diésel por año, lo que representa no sólo una enorme ventaja económica, sino también una disminución directa de emisiones de carbono.

“Lo más sorprendente”, dijo Brad Scotton, miembro del concejo municipal, “es que ha generado empleos y ha mantenido el dinero que antes se iba en combustible dentro de la comunidad”.

Jóvenes, árboles y autosuficiencia

Varios residentes se han involucrado activamente en esta transición energética. Jake Pogrebinsky, de la tribu Louden, es operador de aserradero y responsable de recolectar troncos flotantes en el río Yukón. Y no lo ve solo como un trabajo:

“Es una forma de vida. Para los jóvenes, salir al río a recolectar madera es una enseñanza sin comparación: aprenden habilidades prácticas, autosuficiencia y amor por su territorio”.

Este enfoque tradicional se combina hábilmente con las tecnologías actuales. Las viviendas nuevas que se están levantando con troncos recolectados sirven como viviendas sostenibles que ayudan a retener el calor, mejorando la eficiencia energética.

El futuro es solar: una granja solar de 1.5 megavatios

Pero el paso más importante para Galena llega con la implementación de un proyecto solar ambicioso. Una granja solar de 1.5 MW está en vías de ser terminada. Proveerá energía limpia suficiente para abastecer a todo el pueblo durante los largos días de sol del verano ártico.

Incluso se instalarán baterías de almacenamiento que permitirán usar la energía solar durante la noche o en días nublados. Este componente reduce otras 100,000 galones de diésel al año. Sumado al ahorro del proyecto de biomasa, se proyecta que Galena reducirá más del 60% de su consumo de diésel.

“Quiero ver cuando pase”: la participación juvenil

Jade Thurmond, una joven de 20 años que trabaja en la instalación de la granja solar, está entusiasmada con lo que viene:

“Estoy muy emocionada por ver cuándo estemos usando el sistema y podamos reducir todo ese diésel. ¡Será genial verlo y hablar de eso en el futuro!”

Este tipo de entusiasmo juvenil es clave para replicar modelos como el de Galena en otras comunidades rurales y remotas. El acceso a empleos verdes no sólo ofrece oportunidades económicas, sino que permite que los jóvenes se queden en sus comunidades, en lugar de migrar.

Educación alineada con la energía limpia

Will Kramer, de 29 años, es instructor de mecánica en el Galena Interior Learning Academy. Él enfatiza la conexión entre educación y autoempoderamiento energético:

“El poder crear e integrar sistemas energéticos locales da libertad a las comunidades. Ya no dependemos completamente de lo que otra persona quiera vendernos.”

Sus estudiantes aprenden sobre energías renovables, mantenimiento de instalaciones solares y mecánica aplicada, habilidades vitales para la nueva economía sin combustibles fósiles.

Retos por delante: aislamiento, clima y dependencia histórica

A pesar de todos los avances, los residentes de Galena saben que los desafíos siguen presentes. La ubicación remota y el clima extremo dificultan el mantenimiento de infraestructuras sofisticadas. Phil Koontz, un ingeniero ambiental retirado, lo dice con realismo:

“Sería muy difícil vivir aquí sin recursos externos. El combustible ha sido la columna vertebral de nuestro calor, transporte y electricidad. La eficiencia energética —casas mejor aisladas, vehículos más eficientes— es parte esencial de la solución”.

Por ello, uno de los pilares del modelo de Galena es el aislamiento térmico y la modernización de viviendas con materiales locales, tecnologías de bajo consumo y arquitectura resiliente.

Impacto colectivo: comunidad y planificación sostenible

El éxito de Galena no se entiende sin el esfuerzo colectivo. La Louden Tribal Council, el gobierno de la ciudad, escuelas locales, y residentes jóvenes y mayores contribuyen de forma activa al proyecto común. Tim Kalke, gerente general de Sustainable Energy for Galena Alaska, resume el enfoque:

“Nos aseguramos de que haya redundancia y protección en nuestra infraestructura. Cada apagón no debe convertirse en miles de dólares de reparación. Pensamos en sostenibilidad, no solo en emergencia”.

Una lección para el mundo

El ejemplo de Galena llega en un contexto donde más de 13% de las comunidades rurales en Estados Unidos dependen aún de diésel importado, según el Departamento de Energía. A nivel global, hay millones de personas en regiones aisladas que podrían beneficiarse de este modelo hídrico-madera-solar.

Además, ante el creciente impacto del cambio climático, especialmente en regiones polares donde el deshielo está acelerando, los modelos energéticos descentralizados ya no son una opción futurista: son una necesidad urgente.

Galena: un modelo replicable

Lo que Galena está logrando bien puede replicarse en comunidades amazónicas, andinas o del altiplano. El secreto está en combinar:

  • Recursos locales (madera, sol, río)
  • Sabiduría ancestral (recolección de troncos, construcción artesanal)
  • Educación técnica actualizada
  • Participación comunitaria real
  • Apoyo gubernamental o filantrópico inicial

Y sobre todo, una visión a largo plazo de independencia energética y justicia ambiental. Desde el frío del Ártico, Galena grita al mundo que un futuro sustentable es posible, incluso —y especialmente— desde lo pequeño.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press