Zohran Mamdani: El ascenso de un socialista musulmán que redefine la política en Nueva York

De inmigrante a favorito a la alcaldía: la histórica candidatura de Mamdani desafía el racismo, la islamofobia y el establishment político

Un giro inesperado en la política neoyorquina

Zohran Mamdani, un nombre que hasta hace poco pasaba desapercibido para la mayoría, ha causado un terremoto político en Nueva York al ganar la primaria demócrata en una elección por voto clasificado. Este ascenso meteórico lo coloca a las puertas de convertirse en el primer alcalde musulmán y asiático del sur en la historia de la ciudad.

La victoria de Mamdani tiene un significado profundo más allá de lo electoral: refleja el hartazgo de sectores populares con la política tradicional, el poder transformador de las comunidades inmigrantes y la consolidación de un nuevo progresismo que no teme hablar desde sus raíces.

¿Quién es Zohran Mamdani?

Nació en Kampala, Uganda, de padres indios, y llegó a Estados Unidos a los siete años. Su madre es la reconocida cineasta Mira Nair y su padre, Mahmood Mamdani, es un reputado académico de Columbia University. Aunque creció en Queens y asistió al prestigioso Bronx High School of Science, su trayectoria no ha sido la típica de un político neoyorquino.

Se convirtió en ciudadano estadounidense en 2018 y desde entonces ha irrumpido con fuerza en la escena política local, ganándose el cariño de muchos por su discurso honesto, por no ocultar sus orígenes y por abrazar con orgullo sus identidades musulmana y surasiática.

Una campaña diferente

Mamdani no recurrió a los medios tradicionales ni al apoyo explícito de las grandes maquinarias del Partido Demócrata. Su arma fue la movilización comunitaria y las redes sociales, donde publicó videos hablando en hindi, dialogando con líderes comunitarios o recordando escenas de películas clásicas de Bollywood.

Según el congresista Ro Khanna, Mamdani representa una nueva forma de hacer política: "Me encanta que no rehuyó de su herencia. Grabó clips con Amitabh Bachchan y películas en hindi. Demuestra que uno puede abrazar sus raíces y aún así prosperar en la política estadounidense".

Reacciones apasionadas desde todas partes

La campaña de Mamdani ha resonado profundamente entre los más de 300,000 residentes del sur de Asia en Nueva York, así como en la diáspora repartida por Estados Unidos. La creadora de medios Snigdha Sur explicó: "Mucha gente en India y otros países del sur de Asia están diciendo: '¡Este tipo es mi alcalde, aunque no viva en Nueva York!'".

Tanzeela Rahman, una analista de sistemas financieros de 29 años y hija de inmigrantes de Bangladesh, contó: "Crecí muy pobre en Nueva York. Me sentí vista por él de una forma que nunca antes sentí con ningún político". Su mensaje sobre vivienda asequible y transporte público gratuito ha calado hondo.

Resistencia y rechazo: el precio de desafiar lo establecido

Como era de esperar, su victoria primaria también desató reacciones racistas y antimusulmanas por parte de sectores conservadores. El comentarista derechista Charlie Kirk llegó a decir que "la inmigración legal puede arruinar tu país". Esta afirmación fue rápidamente repudiada por el congresista demócrata Maxwell Frost, quien acusó a los conservadores de haber mentido durante años al decir que apoyaban a inmigrantes que llegaban "de la forma correcta".

Lejos de achicarse, sus seguidores redoblaron el entusiasmo. Hari Kondabolu, comediante y amigo íntimo de Mamdani, dijo: "Después del 9/11 fue difícil sentirse parte de esta ciudad siendo marrón. Verlo ganar me hace sentir que realmente esta ciudad también es nuestra".

Posturas que incomodan

Aunque muchos celebran su valentía, algunos sectores se han mostrado preocupados por sus críticas abiertas a Israel y su defensa de la causa palestina. Mamdani ha calificado al primer ministro indio Narendra Modi de "criminal de guerra", lo cual ha causado controversia tanto dentro de la comunidad india como entre políticos estadounidenses. Sin embargo, también ha recibido respaldo de algunos sectores judíos progresistas y activistas pro derechos humanos.

Esta posición, valiente para muchos e incendiaria para otros, evidencia los riesgos que corren los políticos que no temen expresar opiniones divergentes en temas espinosos de política internacional.

La representación como motor de cambio

Uno de los aspectos más destacados de la candidatura de Mamdani es que ha logrado movilizar a comunidades que antes estaban desinteresadas o desencantadas de la política local. Muchos musulmanes y surasiáticos centran su atención en la política de sus países de origen, pero ahora ven en Mamdani una razón para involucrarse en la esfera política estadounidense.

Una votante, Zainab Shabbir, describió cómo su familia en California comenzó a seguir la campaña con emoción: “Mi hermano dijo que Mamdani es un gran ejemplo para sus hijos. Participé en su campaña porque tenía una visión real de lo que podría ser Nueva York”.

Una generación decidida a tomar el poder

La llegada de Mamdani se inscribe en una tendencia más amplia a nivel nacional: la emergencia de jóvenes políticos progresistas de orígenes diversos, como Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar y Maxwell Frost. Estos nuevos referentes han convertido al Congreso y a la política local en espacios más abiertos, más multiculturales y menos complacientes con los intereses tradicionales.

“Una nueva generación quiere ser escuchada y está dando todo para lograrlo: salen a votar, convencen a sus familias, se organizan. Eso fue lo que hizo posible esta victoria”, resumió Kondabolu.

¿El próximo alcalde de Nueva York?

El reto de Mamdani ahora es mayor: consolidar su candidatura hacia las elecciones generales. Aunque parte como favorito tras una sorpresiva victoria frente a figuras como el exgobernador Andrew Cuomo, ya ha despertado la atención de grandes medios y grupos de interés opuestos a su visión progresista.

La oposición intentará atacarlo por sus ideas disruptivas, su “falta de experiencia de gestión” y sus posturas exteriores. Sin embargo, Mamdani ha demostrado que se puede ganar sin vender el alma al establishment.

Para miles de jóvenes, inmigrantes, musulmanes y trabajadores de Nueva York, Mamdani ya es una señal de que el cambio es posible. Y más aún: que ese cambio ya está en marcha.

Un mensaje que cruzó fronteras

El fenómeno Mamdani es también un fenómeno transnacional: la diáspora surasiática y musulmana ha vibrado con su campaña. Desde India hasta Michigan, pasando por California o Pakistán, son muchas las personas que sienten que el sueño americano está evolucionando, y por fin está incluyendo nombres, colores de piel y credos que antes parecía que solo encajaban al margen del poder.

En una época marcada por el aumento del racismo, la islamofobia y la polarización, el ejemplo de Zohran Mamdani demuestra que la inclusión, la justicia y la representación verdadera no solo son posibles, sino inevitables.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press