Trump y Canadá en pie de guerra: la nueva batalla fiscal por los gigantes tecnológicos

La decisión de Trump de suspender las negociaciones comerciales con Canadá por la tasa digital reabre tensiones económicas y políticas que podrían marcar el futuro del comercio bilateral

Una nueva pugna en el tablero comercial norteamericano

El expresidente Donald Trump ha vuelto a sacudir el panorama económico internacional con un anuncio explosivo: la suspensión inmediata de las negociaciones comerciales con Canadá. El detonante, según afirmó el propio Trump, ha sido la decisión del gobierno canadiense de mantener su plan de imponer un impuesto del 3% sobre los ingresos generados en el país por empresas tecnológicas, tanto locales como extranjeras.

Este nuevo conflicto fiscal afecta directamente a gigantes como Amazon, Google, Meta, Uber y Airbnb, y se suma a una lista cada vez más extensa de tensiones entre ambos países. Trump lo calificó como “un ataque directo y descarado contra nuestro país” y prometió represalias económicas sin precedentes.

¿Qué es el impuesto canadiense a los servicios digitales?

La medida propuesta por el gobierno de Canadá busca aplicar una tasa del 3% sobre los ingresos generados por empresas tecnológicas que obtienen beneficios a partir de usuarios canadienses, independientemente de si estas compañías están domiciliadas o no en Canadá. Esta medida fue anunciada inicialmente en 2021, pero su implementación ha enfrentado numerosos retrasos debido a las negociaciones multilaterales en el seno de la OCDE sobre una reforma fiscal global para las multinacionales.

Sin embargo, ante la falta de acuerdo internacional, Canadá decidió seguir adelante de forma unilateral con la medida, que se aplicará de forma retroactiva hasta 2022 y que supone, según estimaciones del gobierno estadounidense, unos 2.000 millones de dólares en impuestos adicionales para las compañías afectadas en este mismo año fiscal.

Trump responde con amenazas arancelarias

En su red Truth Social, Trump fue tajante:

“Basado en este impuesto escandaloso, estamos terminando TODAS las discusiones comerciales con Canadá, con efecto inmediato. Informaremos a Canadá cuál será la tarifa que pagarán por hacer negocios con Estados Unidos dentro de los próximos siete días.”

Esta declaración rompe meses de frágiles conversaciones entre ambos países, que buscaban suavizar los aranceles heredados del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y amenaza con nuevas barreras que podrían impactar gravemente en industrias bilaterales clave, como el automóvil, la agricultura y la energía.

¿Por qué Canadá continúa con el impuesto?

Desde Ottawa, la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, ha defendido la medida como una respuesta justa al hecho de que las grandes plataformas digitales están obteniendo enormes beneficios de los ciudadanos y mercados canadienses sin tributar adecuadamente.

“Es una cuestión de equidad fiscal. Los canadienses no entienden que empresas que generan miles de millones aquí no paguen ni un solo dólar en impuestos corporativos.”

Además, argumenta que no se trata de un castigo contra Estados Unidos, sino de una política recaudatoria similar a la que ya han implementado países europeos como Francia, Italia y España, quienes también han optado por establecer impuestos digitales mientras se esperan reformas de la OCDE.

Impacto previsto en las empresas estadounidenses

El impacto de esta decisión no es menor. Canadá es uno de los mercados más relevantes para las grandes tecnológicas, especialmente en los rubros de publicidad digital, servicios en la nube y economía de plataformas. El gravamen del 3% sobre los ingresos —no sobre las ganancias— representa una carga significativa para empresas como:

  • Google/Alphabet: líder en el mercado publicitario online.
  • Meta (Facebook): con millones de usuarios canadienses diarios.
  • Amazon: cuyas operaciones de e-commerce y servicios web (AWS) dominan el sector.
  • Uber y Airbnb: plataformas profundamente integradas en la vida cotidiana canadiense.

El efecto combinado de la aplicación retroactiva y la actualización de los cálculos podría generar, según cifras del Ministerio de Finanzas canadiense, ingresos fiscales por encima de 7.000 millones de dólares canadienses (unos 5.100 millones de USD) en los próximos cinco años.

Respuestas divididas en Estados Unidos

En EE.UU., los comentarios de Trump han sido recibidos de forma desigual. Mientras los republicanos más afines al exmandatario han aplaudido la medida como una defensa del interés nacional frente a prácticas fiscales abusivas, sectores empresariales más moderados y demócratas la ven como un golpe innecesario a la estabilidad económica en Norteamérica.

Elizabeth Warren, senadora demócrata y crítica habitual de las grandes tecnológicas, sorprendió al mostrar cierto respaldo a la posición canadiense:

“Si las grandes tecnológicas pueden usar artilugios contables para evadir impuestos en EE.UU., no es extraño que otros países tomen acciones para que contribuyan localmente. Quizás deberíamos revisar nuestro propio sistema fiscal.”

Por su parte, cámaras de comercio como la U.S. Chamber of Commerce y asociaciones como TechNet han emitido comunicados urgentes pidiendo diálogo y calificando la suspensión de negociaciones como "una decisión errática que sólo generará incertidumbre para miles de empresas y millones de empleos".

Implicaciones para el T-MEC

La medida también complica la vigencia del T-MEC, el tratado trilateral que reemplazó al NAFTA y que incluye cláusulas específicas sobre comercio digital. Según algunos analistas, la acción unilateral de Canadá podría suscitar reclamos dentro del capítulo de resolución de disputas, pero otros argumentan que la digital services tax no viola explícitamente ningún artículo.

"Esto podría abrir un panel de arbitraje comercial entre ambos países si Trump vuelve al poder y decide responsabilizar a Canadá", afirma Joshua Meltzer, investigador de la Brookings Institution especializado en comercio digital.

Un precedente global

La polémica actual no es un hecho aislado. A nivel mundial, ya existen o se debaten impuestos similares:

  • Francia: aplica un 3% de impuestos sobre ingresos digitales desde 2019.
  • Reino Unido: introdujo un 2% sobre las ventas digitales en 2020.
  • India: cobra un equalization levy de hasta el 6%.

En todos los casos, EE.UU. ha reaccionado con amenazas de aranceles o ha interpuesto reclamaciones ante la OCDE. Sin embargo, el avance del consenso internacional ha sido lento, con múltiples retrasos en el establecimiento de un modelo común de tributación para multinacionales digitales.

Canadá ya había pospuesto su impuesto esperando un acuerdo global, pero ante el estancamiento, decidió que no podía esperar más. Como consecuencia, el nuevo conflicto con EE.UU. refleja una inestabilidad creciente frente a una realidad global: la digitalización ha superado las estructuras fiscales del siglo XX.

¿Qué viene después?

Los próximos días serán clave. Trump ha prometido anunciar los nuevos aranceles a Canadá en menos de una semana. Mientras tanto, compañías tecnológicas están preparando recursos judiciales, y las autoridades estadounidenses evalúan si el impuesto constituye una discriminación comercial contra empresas estadounidenses, algo potencialmente sancionable por la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Además, expertos fiscales temen un efecto dominó en América Latina y otros mercados, donde ya se discuten medidas similares inspiradas en el modelo francés o canadiense.

¿Se avecina una guerra comercial digital mundial? Tal vez no tan dramática ni inmediata, pero sin duda, la fricción entre Canadá y EE.UU. marca un punto de inflexión donde los países comienzan a reescribir las reglas del juego frente a la economía global basada en datos y plataformas digitales.

“Estamos viendo el choque de dos eras: un sistema fiscal anclado en lugares físicos versus una economía que habita en la nube”, concluye Michael Devereux, analista en Oxford University Centre for Business Taxation. “Hasta que esto no se resuelva a nivel global, el caos será la norma.”

Este artículo fue redactado con información de Associated Press