Grecia en llamas: ola de calor, evacuaciones y una lucha feroz contra el fuego
Una ola de calor sin precedentes azota Grecia mientras los incendios forestales arrasan zonas cercanas a Atenas; las autoridades luchan por contener la emergencia
Por toda Grecia, el verano ha comenzado con una intensidad que amenaza vidas, hogares y riqueza natural. El país heleno enfrenta su primera gran emergencia climática de la temporada: un incendio de proporciones mayores ha obligado a evacuar comunidades en la zona sur de Atenas y ha cerrado tramos estratégicos de la carretera costera que conecta con el cabo Sunión, donde reposa el majestuoso Templo de Poseidón.
Una emergencia creciente bajo un cielo abrasador
El incendio comenzó el jueves 26 de junio en la localidad costera de Palaia Fokaia, a unos 50 kilómetros al sur de la capital griega. Coincidió con las temperaturas más elevadas registradas hasta ese momento del año: cerca de 40 °C (104 °F) en muchos puntos del país, con la región ática en nivel 4 de alerta por riesgo de incendios en la escala nacional de cinco niveles.
El portavoz del departamento de bomberos, el coronel Vassilis Vathrakogiannis, confirmó que 130 bomberos, apoyados por voluntarios, helicópteros, aviones cisterna y una embarcación especializada de la guardia costera, trabajaban intensamente en la contención de las llamas. A pesar de ese esfuerzo, al menos una vivienda fue completamente consumida por el fuego, según se pudo observar en televisión.
Evacuaciones urgentes y peligro inminente
Las evacuaciones se multiplicaron a lo largo de la jornada. La policía había desalojado al menos a 40 personas, mientras que se emitieron órdenes de evacuación para cinco áreas. Se habilitaron rutas alternativas después del cierre de parte de la carretera Ática-Sunión, una vía clave en el tránsito metropolitano y turístico de la región.
“Estamos pidiendo a la gente que abandone sus hogares”, declaró Apostolos Papadakis, concejal local, en la televisión estatal ERT. Mientras tanto, nueve embarcaciones privadas y dos patrulleras de la guardia costera se mantenían en alerta por si era necesaria una evacuación por mar.
El alcalde de Lavreotiki, Dimitris Loukas, también advirtió sobre daños en viviendas, pero indicó que la información completa aún no estaba disponible debido a las difíciles condiciones en campo.
Una tendencia alarmante: incendios más frecuentes y peligrosos
Los incendios forestales son una amenaza recurrente en Grecia, especialmente durante los meses de verano, cuando el país combina temperaturas extremas con fuertes vientos. Sin embargo, el cambio climático ha intensificado la magnitud y frecuencia de estos eventos en la última década.
En 2021, más de 100.000 hectáreas fueron consumidas por el fuego, incluyendo grandes áreas de la isla de Eubea, en lo que se consideró uno de los peores veranos en décadas. La tragedia más recordada sigue siendo la de Mati, en 2018, donde 104 personas murieron, muchas de ellas atrapadas en sus casas o intentando huir por la carretera. Algunas incluso murieron ahogadas tras hundirse en el mar intentando escapar del incendio.
El fuego en Chios: la antesala de una temporada peligrosa
Solo unos días antes del nuevo incendio en Ática, otro siniestro arrasó la isla de Chios en el Egeo oriental durante cuatro días. En ese caso, también se emitieron más de doce órdenes de evacuación y se ha arrestado a una mujer sospechosa de causar el fuego al tirar una colilla de cigarro encendida.
Estos acontecimientos recientes refuerzan la urgencia de tomar medidas agresivas de prevención y adaptación. Organizaciones científicas y medioambientales advierten que el país está entrando en una nueva era de “megaincendios.”
Fuerzas aéreas al límite
La lucha contra incendios en Grecia depende en gran medida del apoyo aéreo. En el fuego de Palaia Fokaia, al menos 12 aviones y 12 helicópteros fueron desplegados. Esto representa una inversión operativa enorme, tanto en recursos humanos como económicos. Los análisis indican que mantener en operación una aeronave de combate contra incendios puede costar entre 3.000 y 6.000 euros por hora.
Aun así, los expertos advierten que la flota de aeronaves antiincendios de Grecia se encuentra obsoleta y necesita modernización. En 2023, la Comisión Europea entregó al país dos aviones Canadair CL-415 dentro del programa rescEU, con la promesa de nuevos refuerzos para mitigar emergencias transnacionales.
¿Qué está fallando? Responsabilidad, negligencia y prevención
Muchos ciudadanos cuestionan las políticas forestales y la gestión del territorio en zonas rurales y semiurbanas. El déficit en la limpieza de maleza, la ausencia de cortafuegos y la urbanización en zonas cercanas a bosques son factores que exacerban la gravedad de cada incendio.
En una entrevista de 2022 con el canal SKAI, el jefe del servicio de protección civil griego, Themistoklis Demiris, reconocía: “Los incendios no son únicamente responsabilidad de las temperaturas o el viento. Nuestra infraestructura y prevención deben mejorar considerablemente.”
El cambio legislativo de 2021, que endurece las penas por incendios provocados, aún no ha tenido el efecto disuasorio que se esperaba.
El rol de los voluntarios y comunidades locales
Una parte vital en el combate de estas tragedias la componen los bomberos voluntarios y las organizaciones de vecinos. En Palaia Fokaia, decenas de personas colaboraban organizadamente llevando cubetas de agua, ayudando a evacuar a ancianos y vigilando propiedades.
Es una manifestación del espíritu colectivo helénico, que muchas veces ha sido clave ante desastres naturales. Sin embargo, también genera preguntas: ¿Por qué ciudadanos deben asumir responsabilidades que corresponden al Estado?
Un verano desafiante que apenas comienza
El actual incendio cerca de Atenas, con su estela de evacuaciones y miedo, es solamente el primer acto de un verano potencialmente caótico. Según el Observatorio Nacional de Atenas, la ola de calor se mantendrá hasta el domingo, con temperaturas diurnas por encima de los 38 °C en zonas urbanas. Esto significa que las condiciones para la propagación del fuego seguirán siendo críticas.
Desde las autoridades, ya se ha activado una estrategia nacional de respuesta temprana, que incluye brigadas móviles, vigilancia por drones y mensajes de alerta en teléfonos móviles. Aun así, el desafío es monumental.
Una advertencia para toda Europa
Grecia es solo una pieza del rompecabezas climático europeo. En 2022, más de 800.000 hectáreas de terreno forestal se quemaron en la Unión Europea, la segunda cifra más alta desde que se tienen registros, aumentando la presión sobre Bruselas para diseñar una política unificada frente a los incendios.
Organizaciones como WWF o Greenpeace han señalado que el planeta se enfrenta a un “aumento permanente de los incendios forestales extremos” como consecuencia directa del calentamiento global. Y en este nuevo paradigma, países del sur europeo, como Grecia, España o Italia, están en la primera línea de fuego.
Grecia, cuna de nuestra civilización occidental, hoy arde. El humo que se eleva sobre el golfo Sarónico no es solo el de un bosque perdido, sino una señal que clama por acción urgente frente al cambio climático.