El Rally Acrópolis: cuando los dioses giran el volante

Así es la carrera más brutal del Campeonato Mundial de Rally: calor, polvo y los mejores pilotos del mundo enfrentando un desafío mitológico en Grecia

Atenas, Grecia – El rugido de motores envuelve al Partenón. Las calles de la capital helénica, normalmente abarrotadas de turistas y tráfico, se transforman por unos días en el escenario de una de las pruebas más icónicas del automovilismo mundial: el Rally Acrópolis, también conocido como el “Rally de los Dioses”. No es solo un apodo cargado de historia y metáfora, sino una descripción precisa del desafío que representa para los pilotos del Campeonato Mundial de Rally (WRC).

Un escenario sacado de leyendas

Celebrado por primera vez en 1951, el Rally Acrópolis ha sido durante décadas una cita indispensable para los amantes del automovilismo extremo. Su mezcla de tradición, escenografía griega y brutalidad física lo han cimentado como uno de los eventos más complicados del calendario automovilístico. La edición de 2025, disputada entre el 26 y 29 de junio, se perfila como una de las más duras en la historia reciente.

Con 69 tripulaciones de 31 países, la competición recorrerá más de 345 kilómetros cronometrados en 17 etapas especiales, atravesando caminos montañosos, secos y pedregosos, expuestos a temperaturas que superan fácilmente los 40ºC. Esta combinación de calor, polvo, maltrato mecánico, y concentración extrema es lo que da fama (y temida reputación) al Rally Acrópolis.

Un comienzo urbano frente al templo de Atenea

La edición 2025 arrancó con una etapa especial urbana en pleno centro de Atenas, frente al histórico Parlamento Griego y a los pies de la Acrópolis. Las calles fueron cerradas horas antes para dar paso a los autos deslizándose sobre asfalto citadino, marcando un fuerte contraste con lo que espera más adelante: caminos de tierra, grava suelta y curvas imposibles en los montes griegos.

Obviamente va a ser un fin de semana muy caluroso. Va a ser intenso dentro del coche, pero no solo ahí, en todo el evento”, comentó Sébastien Ogier, ocho veces campeón del mundo, ante medios internacionales luego del ‘shakedown’ preparatorio.

Los titanes del WRC presentes

El Rally Acrópolis 2025 no solo es exigente en cuanto a terreno y clima. También presenta una alineación estelar de pilotos. Entre los nombres destacados se encuentran cuatro campeones mundiales:

  • Sébastien Ogier (Francia)
  • Kalle Rovanperä (Finlandia)
  • Thierry Neuville (Bélgica)
  • Ott Tänak (Estonia)

El vigente campeón mundial, Thierry Neuville, fue uno de los más rápidos en el tramo inicial junto al japonés Takamoto Katsuta, marcando un tiempo de 2:37,9. Tänak, campeón en 2019, quedó apenas a 0,6 segundos. “Esto es Grecia, aquí nunca se puede prever nada”, sentenció.

Por su parte, Rovanperä, doble campeón finlandés, advirtió: “Desde el ‘shakedown’ quedó claro que va a ser duro. Hay mucho polvo. En las etapas reales va a ser aún más caótico”.

El legado: entre dioses antiguos y leyendas del motor

El Rally Acrópolis no lleva su apodo en vano. Desde los tiempos en que Colin McRae y Carlos Sainz peleaban en Mitsubishi y Subaru, pasando por los Lancia Stratos en los años 70, hasta los actuales Toyota Yaris GR y Hyundai i20, las batallas aquí se libran no solo contra el cronómetro, sino también contra la historia.

Los caminos del Monte Parnaso, las llanuras de Tesalia y los senderos olvidados de Fócida están imbuidos de un aura épica. Es inevitable no pensar en los antiguos dioses griegos mientras los autos vuelan por paisajes que parecen sacados de la mitología. Atenea, Zeus, Apolo... si fueran dioses del automovilismo, seguramente presidirían este rally desde una nube de polvo.

Una carrera brutal... y necesaria

En una era donde la tecnología domina los circuitos asfaltados y la precisión milimétrica reina en la Fórmula 1, el Rally Acrópolis recuerda por qué el WRC sigue siendo especial: la imprevisibilidad. Una piedra suelta puede arruinar una carrera. Un error de copiloto, marcar la diferencia. Calor, polvo, altitud y nervios... el Acrópolis es una prueba donde los hombres y máquinas son llevados al límite absoluto.

Todo puede pasar”, repiten los competidores. Y con razón: aquí se han vivido decenas de abandonos, victorias agónicas, remontadas imposibles y desastres en segundos. Es parte del espectáculo. Y por eso el Rally Acrópolis no solo se corre: se sobrevive.

Edición 2025: entre el turismo y el rugir de motores

El regreso del rally al centro de Atenas no es solo un guiño nostálgico. Forma parte de un esfuerzo por conectar la tradición del WRC con el turismo griego. Miles de visitantes han copado hoteles, restaurantes y miradores, deseosos de ver a sus héroes automovilísticos enfrentarse a la historia.

El evento también es una palanca económica: se estima que el rally genera ingresos directos e indirectos superiores a los 30 millones de euros durante su semana de actividades, según datos gubernamentales. Es un escaparate para Grecia, donde velocidad e historia convergen en perfecta armonía.

¿Demasiado para las nuevas generaciones?

Con temperaturas por encima de los 40ºC y una fatiga tremenda tanto para pilotos como para sus equipos, las nuevas generaciones de fanáticos y conductores cuestionan si el Rally Acrópolis empuja demasiado los límites.

Pero es precisamente esa dureza la que forja leyendas. Como decía Ari Vatanen, campeón mundial en 1981: “Si no estás preparado para sangrar, sudar y llorar, no vengas al Acrópolis”.

Un vistazo hacia la meta

A medida que el WRC 2025 avanza en su séptima ronda, todas las miradas estarán puestas en qué piloto será el nuevo dios del Olympus automovilístico. Ogier quiere volver a la gloria, Neuville defiende su trono, Rovanperä quiere afirmarse como el heredero indiscutible y Tänak busca revancha. Pero en Grecia, más que ningún otro lugar, el camino es tan aterrador como hermoso.

Mientras las piedras vuelan, los motores ruge y el polvo ciega, el espíritu del Acrópolis sigue intacto: una prueba sagrada donde solo los valientes hacen historia.

Imagen: Oliver Solberg y Elliott Edmondson compitiendo con su Toyota Yaris en Atenas, durante una etapa especial del Rally Acrópolis. (Foto: Petros Giannakouris)

Este artículo fue redactado con información de Associated Press