Zohran Mamdani: El socialista que desafía el poder político en Nueva York
El inesperado triunfo en las primarias y su camino lleno de obstáculos hacia la alcaldía de la ciudad de Nueva York
Un rayo político en la Gran Manzana
En un giro político que pocos vieron venir, Zohran Mamdani, legislador estatal y autodeclarado socialista democrático, se ha declarado vencedor en las primarias demócratas para la alcaldía de la ciudad de Nueva York, venciendo inesperadamente al exgobernador Andrew Cuomo. Este resultado marca un terremoto político en una ciudad tradicionalmente demócrata, donde los votantes parecen estar optando por propuestas mucho más progresistas, incluso radicales, en comparación con las corrientes más moderadas que dominaron durante décadas.
Mamdani, nacido en Uganda y criado en Nueva York, es apenas el segundo musulmán en ser elegido para la Asamblea Estatal. Desde 2021 ha ganado notoriedad por propuestas ambiciosas en temas como el acceso a la vivienda, justicia racial y transparencia gubernamental.
¿Quién es Zohran Mamdani?
A sus 33 años, Mamdani representa el nuevo rostro del progresismo neoyorquino. Hijo de la reconocida directora de cine Mira Nair, Mamdani ha hecho de la justicia social y económica el eje de su carrera política. Su victoria representa una continuidad del movimiento iniciado por líderes como Alexandria Ocasio-Cortez, quien también ganó su escaño en el Congreso en un sorpresivo vuelco electoral en 2018.
Durante su campaña, Mamdani priorizó propuestas como el alivio del costo de la vivienda, la creación de supermercados estatales, incremento de impuestos a los más ricos y un férreo apoyo a los derechos de los inmigrantes y la causa palestina. Sus políticas, lejos de ser convencionales, han encendido tanto pasiones como alarmas en diferentes sectores.
Una primaria poco convencional
Las primarias de este año ya estaban marcadas por un contexto fuera de lo común. El actual alcalde, Eric Adams, decidió abandonar la contienda interna tras quedar seriamente afectado por un escándalo de corrupción que ya ha sido desestimado, pero que dejó marca en la opinión pública. Adams anunció que competiría en la elección general como independiente, lo que complica aún más el panorama electoral.
Del otro lado, Andrew Cuomo intentaba un retorno a la vida política tras su renuncia en 2021 por señalamientos de acoso sexual. Pese a su experiencia y reconocimiento, no logró inspirar confianza en una base demócrata que ha cambiado rápidamente en los últimos años.
El desafío de la elección general
En un ciclo electoral típico en Nueva York, ganar la primaria demócrata solía significar prácticamente un camino seguro hacia la alcaldía. Pero este año, esa expectativa se ha disuelto. La presencia de múltiples candidatos independientes —incluidos el propio Adams y Cuomo— y un candidato republicano competitivo, como Curtis Sliwa, podrían fragmentar el voto y generar sorpresas en noviembre.
Además, Mamdani enfrenta críticas de sectores poderosos como los desarrolladores inmobiliarios y los empresarios, que temen el impacto de sus propuestas económicas. Organizaciones vinculadas a la élite donaron después generosamente a los super PACs de Cuomo, en un intento por evitar que Mamdani ascendiera aún más.
Un sistema de votación que cambia el juego
Una razón clave por la que Mamdani pudo imponerse es el sistema de votación por orden de preferencia (ranked choice voting), implementado en 2021. Este modelo permite a los votantes ordenar a los candidatos por preferencia, y garantiza que el electorado no se divida catastróficamente entre opciones similares.
En un escenario de polarización y presencia de múltiples candidatos, este sistema permite que un perfil como el de Mamdani, con un voto firme pero minoritario, avance como opción preferida en las rondas subsecuentes frente a candidatos problemáticos o con altos niveles de rechazo.
La sombra de Cuomo y Adams aún pesa
Ni Cuomo ni Adams han descartado plenamente su deseo de regresar al poder. Ambos aseguran tener ya asegurado acceso a la papeleta electoral por líneas independientes: "Fight and Deliver" de Cuomo, y "EndAntiSemitism" y "Safe&Affordable" de Adams.
Esto significa que el voto anti-Mamdani podría dividirse menos de lo que parece, y que opositores pragmáticos podrían unirse en torno a una de estas dos figuras. Adams, por su parte, ha argumentado que la ciudad necesita un liderazgo que “siga reduciendo el crimen, apoye a la policía y defienda a los neoyorquinos de clase trabajadora”.
¿Es Mamdani demasiado radical para Nueva York?
Uno de los principales ataques que ha recibido Mamdani proviene tanto del Partido Republicano como de sectores moderados del Partido Demócrata. Lo acusan de ser “demasiado radical” para una ciudad que, si bien es progresista, también ha sido golpeada por el crimen, los problemas económicos y la migración masiva.
El republicano Curtis Sliwa, fundador de los Guardian Angels, lo tildó como un “extremista en una ciudad ya al borde del caos”. “Este no es tiempo para la política radical, sino para el liderazgo real”, afirmó en la red X.
El futuro inmediato
Las encuestas internas aún no se han hecho públicas, pero es un hecho que Mamdani contará con el entusiasmo de los votantes más jóvenes y las comunidades inmigrantes. Su cercanía con líderes como Bernie Sanders, su alineación con propuestas de justicia climática y su discurso articulado le han ganado terreno en redes sociales, donde sus videos se vuelven virales y logran atraer a votantes poco politizados.
Por otro lado, deberá demostrar capacidad de gestión y aprender rápidamente a responder las dudas del electorado más amplio: ¿puede alguien como él mantener la seguridad pública? ¿Gestionar un presupuesto municipal? ¿Negociar con sindicatos de trabajadores municipales y la policía? Las dudas son boomerangs esperando ser lanzados en el primer debate estatal.
¿Renacimiento del socialismo municipal?
De ganar Mamdani, sería el alcalde más izquierdista en generaciones en una de las ciudades más influyentes del mundo. Se uniría a una ola, aún incipiente, de funcionarios locales socialistas electos en ciudades como Chicago, San Francisco y Seattle. Su política ambiciosa —como supermercados estatales o impuestos altos a los ricos— sería un experimento arriesgado que pondría a prueba tanto la viabilidad como la popularidad del socialismo en un entorno urbano estadounidense.
En palabras del propio Mamdani: “La clase trabajadora de Nueva York no quiere gestos simbólicos, quiere resultados concretos. Y para lograr eso, necesitamos una ruptura con el pasado”.
¿Será Zohran Mamdani el arquitecto de esa ruptura? ¿O su candidatura terminará siendo una nota de pie de página más en la historia política de Nueva York? El otoño nos traerá la respuesta.