Sabotaje, ciberataques y tensiones fronterizas: Europa y Asia bajo presión antes de reuniones clave
Una ola de incidentes estratégicos se despliega en medio de cumbres de seguridad internacional que mantienen en alerta máxima a gobiernos en Europa y Asia
El sabotaje ferroviario que paralizó Schiphol: ¿ataque premeditado o falla técnica?
Lo que parecía ser una falla eléctrica rutinaria en los sistemas ferroviarios de los Países Bajos terminó convirtiéndose en un posible acto de sabotaje, justo cuando comenzaba una importante cumbre de líderes de la OTAN en La Haya. Según el ministro interino de Justicia, David van Weel, el fuego que afectó a al menos 30 cables de señalización cerca del aeropuerto de Schiphol es investigado como potencialmente intencionado. “Podría ser un grupo activista. Podría ser otro estado. Podría ser cualquier cosa”, declaró durante el foro público de la OTAN.
El operador ferroviario ProRail confirmó que se trató de un corte de energía provocado por incendios en las canalizaciones que contienen cables críticos. Esta situación paralizó la circulación de trenes entre el aeropuerto y Ámsterdam, generando caos en uno de los nudos de transporte más importantes de Europa justo cuando la seguridad era crucial.
La seguridad al rojo vivo en la cumbre OTAN: la mayor operación en la historia neerlandesa
El incidente ferroviario se sumó a una operación de seguridad sin precedentes en los Países Bajos. Con motivo de la cumbre de líderes de la OTAN, se desplegó un dispositivo llamado ‘Escudo Naranja’ compuesto por 27,000 agentes policiales (casi el 50% de la fuerza total del país) y 10,000 soldados.
Se cerraron espacios aéreos, se acordonaron zonas enteras en La Haya y se implementaron férreos controles en las carreteras. Líderes internacionales, trasladados en comitivas por rutas exclusivas, fueron aislados de la red ferroviaria afectada. Solo los trenes rumbo al sur, en dirección a la sede de la cumbre, continuaban operativos.
Ciberataques con firma rusa: NoName057(16) apunta a gobiernos europeos
Como si fuera poco, el Centro Nacional de Ciberseguridad neerlandés confirmó que diversos municipios y entidades vinculadas a la OTAN fueron blanco de una serie de ciberataques DDoS (denegación de servicio) atribuidos al grupo prorruso NoName057(16). “Las motivaciones parecen claramente ideológicas”, indicaron en un comunicado.
Este grupo ya es conocido por ataques similares a instituciones que consideran adversas al Kremlin, como ocurrió semanas atrás en Polonia, Lituania y Alemania. Los ataques no provocaron compromisos críticos, pero forman parte de una estrategia de desgaste digital que apunta a la desestabilización y la guerra híbrida.
Francia y antecedentes: cómo París también fue blanco de sabotaje ferroviario
Este tipo de incidentes no es nuevo en Europa. En julio de 2023, días antes de la apertura simbólica de los Juegos Olímpicos de París, el sistema ferroviario de alta velocidad (TGV) fue saboteado. Grupos no identificados incendiaron tuberías que contenían cables de señalización en áreas rurales, aislando momentáneamente la capital gala desde diversas direcciones.
La táctica recuerda a operaciones de guerra irregular: ataques en puntos logísticos clave, sin responsables claros, con potencial para desatar caos político y mediático. La coincidencia de los sabotajes neerlandeses con la reunión de la OTAN eleva el nivel de alerta regional.
Asia también en llamas: Tailandia y Camboya al borde del conflicto fronterizo
Mientras tanto, en el otro extremo del globo, las tensiones se dispararon entre Tailandia y Camboya tras un enfrentamiento fronterizo ocurrido el 28 de mayo, donde un soldado camboyano perdió la vida. A raíz de la escalada, Tailandia bloqueó prácticamente todos los pasos terrestres hacia Camboya, una medida que afecta no solo a miles de turistas sino a la economía local.
El portavoz camboyano, Pen Bona, denunció la actitud tailandesa como una escalada unilateral: “Nosotros hemos prometido una resolución diplomática. Pero no podemos permitir que se nos abuse sin respuesta”. Como contramedida, Camboya suspendió importaciones de electricidad, frutas y combustible desde Tailandia, lo cual es significativo considerando que el 30% del combustible camboyano proviene de su vecino.
Guerra comercial y ciberdelincuencia: el trasfondo real
El conflicto no es completamente territorial. El primer ministro tailandés, Paetongtarn Shinawatra, justificó parte de las restricciones como parte de su campaña para combatir operaciones de estafa digital basadas en Camboya. Estudiantes y pacientes pueden cruzar, pero grandes flujos turísticos están congelados.
No obstante, las autoridades camboyanas replican que dichas redes también tienen base en Tailandia, y critican lo que perciben como una estrategia para distraer de sus propios problemas internos. Este tira y afloja de acusaciones ocurre en un marco de creciente rivalidad regional influenciada por tensiones internacionales más amplias.
Hong Kong: Celebrar el 4 de julio es una provocación, según Pekín
En un movimiento que refleja la atmósfera densa en Asia, incluso las celebraciones por el Día de la Independencia de EE.UU. en Hong Kong han sido motivo de conflicto diplomático. La consulado estadounidense denunció públicamente que autoridades educativas advirtieron tanto a maestros como a estudiantes a no participar en los eventos, tildándolos de potencialmente ilegales bajo la ley de seguridad nacional impuesta en 2020.
La medida demuestra cómo la ley, implementada tras las protestas prodemocráticas de 2019, sigue transformando a la excolonia británica en un bastión de represión ideológica. “Estas acciones solo demuestran su miedo a la libertad”, declaró el consulado.
Geopolítica 2024: un nuevo ajedrez global
Estos episodios reflejan una constante en el entorno internacional actual: seguridad nacional, ciberataques, operaciones encubiertas y tensiones regionales se despliegan como fichas en un tablero geopolítico cada vez más complejo. A medida que las potencias se reúnen —sea en cumbres como la de OTAN o en esquinas olvidadas del sudeste asiático— el terreno digital, económico y mediático se vuelve inseparable del militar.
En este panorama, todo evento local puede tener implicancias globales. Una explosión bajo tierra en Schiphol, un bloqueo en la frontera camboyana o una “advertencia amistosa” en Hong Kong, dejan de ser hechos aislados cuando vemos que todos aparecen en la misma semana.
El sistema internacional del siglo XXI ya no se mide solo en tanques: se trata de filtraciones, sabotajes, sabotajes digitales, y la lucha por narrativas en espacio real y virtual. Y los gobiernos, aún los del siglo pasado, comienzan a entenderlo tarde. Tal vez demasiado tarde.
