¿Están los árbitros ‘bloqueando’ el buen juicio? La frustración de Alex Cora y las reglas grises del béisbol moderno

Un análisis de las recientes expulsiones del manager de los Red Sox, las reglas sobre obstrucción y cómo la interpretación arbitral sigue en el ojo del huracán

Una noche turbulenta en Anaheim

El pasado lunes, en un animado partido entre los Boston Red Sox y los Los Angeles Angels, las emociones sobrepasaron los límites establecidos del ámbito deportivo. Alex Cora, el apasionado manager de los Red Sox, fue expulsado por segunda vez en una semana, y nuevamente por discutir una jugada de obstrucción con el árbitro Alan Porter.

El incidente ocurrió en la quinta entrada, cuando el juego estaba 5-4 a favor de los Angels. Jarren Duran había iniciado el inning con un doble, pero una jugada fallida terminó en un doble play. En medio del caos, Cora no dudó en reclamar que el tercera base de los Angels, Luis Rengifo, impidió a Abraham Toro llegar a segunda al bloquear la base con su rodilla, sin poseer la pelota. Porter, sin embargo, mantuvo el out.

¿Qué dice exactamente la regla?

Según la Regla 6.00(h) de la MLB, un corredor debe ser premiado con la base si un defensor, sin estar en posesión del balón ni intentando jugarlo, obstruye su avance. Cora argumentó que lo mismo sucedió en un partido anterior entre Boston y Minnesota en septiembre de 2024, con el mismo equipo de árbitros, y en ese caso, la decisión fue revertida a favor de los Red Sox.

Pero esta vez fue diferente. Porter justificó su decisión post-partido diciendo: “El corredor habría sido out sin importar la obstrucción. Fue una jugada desarrollada rápidamente en un rundown y se permite cierto margen al defensor”.

¿Consistencia o arbitrariedad?

Aquí es donde se encienden las alarmas. La misma jugada, con el mismo árbitro principal, da lugar a decisiones distintas con apenas seis meses de diferencia. Esto plantea una pregunta crucial: ¿hasta qué punto los árbitros interpretan o aplican reglas según el contexto y no de forma objetiva?

Este tipo de ambigüedad no solo frustra a los managers, sino también a aficionados y jugadores que buscan claridad en un deporte reglamentado hasta el mínimo detalle.

El estilo emocional de Cora: ¿activo o pasivo?

Alex Cora no es un tipo que se quede callado. Con origen puertorriqueño y una pasión contagiosa por el béisbol, ha sido conocido tanto por sus éxitos como por sus discusiones con los árbitros. Desde que regresó al banquillo tras su suspensión por el escándalo de robo de señales, ha tomado un papel más vocal en defensa de sus jugadores. ¿Lo convierte esto en un líder comprometido o en un manager demasiado impulsivo?

“Si me van a expulsar por defender a mis muchachos, que así sea”, había dicho Cora tras una expulsión en 2023. Y parece seguir fiel a esas palabras.

Un historial complicado con Alan Porter

No es casualidad que el árbitro en cuestión —Alan Porter— esté involucrado en ambas situaciones. Considerado por muchos como uno de los oficiales más consistentes, Porter también ha sido criticado por mostrar poca tolerancia a las protestas, especialmente de managers hispanohablantes.

En ambas expulsiones recientes, ni siquiera fue una discusión acalorada: fueron reclamos prolongados y constantes sobre lo que Cora consideraba una interpretación errónea de la regla.

¿Afecta esto el ritmo del juego?

MLB ha estado en una cruzada por hacer el juego más ágil: nuevas reglas de reloj de lanzamiento, límites a los shifts defensivos, y más. Sin embargo, expulsiones y discusiones como esta interrumpen el ritmo significativamente. ¿Debería la liga implementar revisiones automáticas para jugadas de obstrucción en situación de doble play?

La tecnología, como la revisión de video en tiempo real, podría ser una solución viable y ya ha demostrado su eficacia en jugadas de home plate. No obstante, la MLB sigue resistiéndose a expandir su uso, alegando que haría el juego más lento, lo cual queda en entredicho cuando se pierden minutos en acalorados intercambios.

Walker Buehler y su montaña rusa desde el montículo

Mientras tanto, otro nombre resalta en la derrota de Boston: el lanzador Walker Buehler. Pese a tener una carrera brillante con los Dodgers, incluyendo un rol clave en la Serie Mundial de 2020, su llegada a Boston ha estado plagada de inconsistencias. El lunes fue el ejemplo perfecto: recibió cinco carreras en una primera entrada catastrófica, pero luego se mantuvo firme por tres entradas más.

Terminó con siete boletos, el máximo de su carrera, algo absolutamente inaceptable en el béisbol de élite. Como él mismo declaró con honestidad:

“Prefiero que me sacudan a que caminar a siete. Es vergonzoso. Me siento como un disco rayado.”

¿Qué pasa con su lugar en la rotación?

La constancia de Buehler ha sido puesta en entredicho. Acumula una efectividad de 6.29 en 13 aperturas, y viene saliendo de una segunda cirugía Tommy John. Cora confirmó que está sano, pero no basta con estarlo físicamente: su rendimiento muestra señales preocupantes.

La dirección técnica tendrá que decidir pronto si siguen apostando por su recuperación o si lo relegan al bullpen en busca de consistencia.

La seguridad en los dugouts, una preocupación creciente

Mientras todo esto ocurría en Anaheim, en San Diego el catcher de los Nationals, Keibert Ruiz, salió del partido tras recibir en la cabeza una bola de foul en el dugout. Fue el segundo episodio similar en menos de una semana: días antes, el lanzador de los Rays, Hunter Bigge, fue golpeado en la cara y sacado en camilla tras un impacto similar.

Estos incidentes reflejan una necesidad urgente de aumentar las medidas de seguridad en los bancas. ¿Barreras protectoras adicionales? ¿Cascos en el dugout? Aunque parezca extremo, la MLB no puede permitirse ver a sus jugadores más valiosos salir lesionados por balas perdidas.

¿Y ahora qué? El camino por recorrer para Boston

Aunque el equipo logró empatar el juego en la sexta y mostró carácter, la debilidad en la rotación y los errores de juicio siguen costándoles partidos. El récord de Walker Buehler (5-5) y su efectividad muestran un claro bajón respecto a su pasado glorioso.

La expulsión de Cora quizás sirva como chispa, como una señal a sus jugadores de que todavía hay ambición y pelea. Sin embargo, si las cosas siguen en la misma dirección —discusiones innecesarias, lanzadores inestables, jugadas mal ejecutadas— Boston podría quedarse fuera de la postemporada una vez más.

¿Una llamada de atención a la MLB?

Este tipo de historias no solo afectan a un equipo. Reflejan la fragilidad del sistema de reglas que muchas veces se dejan a interpretaciones arbitrales puntuales. Sin claridad, cada decisión controversial es una potencial narrativa: ¿fueron los árbitros justos?, ¿necesitamos más tecnología?, ¿cómo se resuelve la tensión entre autoridad y justicia?

Alex Cora dejó claro que seguirá alzando la voz. Walker Buehler sabe que debe recuperar su forma o ceder el puesto. Y los aficionados están cada vez más cansados de la arbitrariedad en un deporte donde cada milímetro importa.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press