Tormentas mortales en EE.UU.: el poder destructivo de los tornados en el norte del país

Los tornados no son exclusivos del sur de Estados Unidos. Aunque estados como Texas, Oklahoma y Kansas suelen ser los más reconocidos por estos fenómenos, el reciente estallido de tornados en Dakota del Norte y el norte de Nueva York ha demostrado que también las regiones del norte pueden verse afectadas con una intensidad devastadora. Al menos seis personas han muerto, decenas de viviendas fueron dañadas o destruidas y comunidades enteras están en estado de emergencia.

La tragedia en cifras: tornados inusuales y mortales

Entre el viernes 20 y el domingo 22 de junio de 2025, se registraron al menos cuatro tornados intensos en el norte del país, de los cuales tres afectaron Dakota del Norte y uno impactó comunidades del centro de Nueva York. Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés), los tornados en Dakota del Norte alcanzaron intensidades EF-2 y EF-3, con ráfagas de entre 179 a 266 km/h.

Uno de los tornados más devastadores azotó la comunidad rural de Enderlin, donde tres personas de edad avanzada fallecieron. El destrozo fue limitado geográficamente, pero de gran intensidad: árboles arrancados de raíz, tejados volando como papel, vagones de tren volcados y líneas eléctricas colapsadas.

La historia se repitió de manera especialmente trágica en Nueva York, donde otro tornado, de categoría EF-1, causó la muerte de dos niñas gemelas de 6 años y otro adulto en la pequeña localidad de Clark Mills, en el condado de Oneida. En una zona que rara vez experimenta tornados mortales, este fenómeno dejó una profunda herida.

¿Qué significan las escalas EF-1, EF-2 y EF-3?

La Escala Fujita Mejorada (EF) se utiliza para categorizar la fuerza de los tornados según la velocidad del viento estimada y el alcance de los daños:

• EF-1: 138-178 km/h – Daños moderados.
• EF-2: 179-217 km/h – Daños considerables.
• EF-3: 218-266 km/h – Daños graves.
• EF-4: 267–322 km/h – Daños devastadores.
• EF-5: >322 km/h – Daños increíbles.

El noreste y el norte del país rara vez experimentan tornados con intensidades de EF-3 o más altas, lo cual hace que los recientes eventos sean aún más preocupantes.

Impacto humano: muertes, pérdidas y trauma

Más allá de las estadísticas, las historias personales reflejan el verdadero drama de estos eventos. Kylie Weber, una residente de la zona rural de Oriska, Dakota del Norte, relató cómo el tornado succionó la ventana de su dormitorio, arrancó la puerta y parte del techo de su casa. La familia logró refugiarse, pero su granja sufrió pérdidas materiales considerables.

“Sonó como un tren, pero el aire tenía sabor a tierra, a destrucción. Pensé que no íbamos a salir de esta”, afirmó Weber al periódico local The Bismarck Tribune.

En la localidad de Page, con tan solo 250 habitantes, el alcalde Jim Heidorn comentó que la mitad de los árboles del pueblo fueron destruidos y que la reconstrucción podría durar todo el verano.

Nueva York: muerte entre árboles y molinos históricos

En el norte del estado de Nueva York, el tornado que tocó tierra cerca de Clark Mills demolió varias viviendas y derribó un icónico molino a orillas del arroyo Oriskany, una estructura histórica que databa del siglo XIX.

El NWS confirmó que este tornado alcanzó los 169 km/h, recorrió más de 3 kilómetros en tierra y alcanzó un ancho de 274 metros. Fue suficiente para derribar árboles enteros que cayeron sobre casas, matando a las mellizas y a otra persona adulta.

Un patrón alarmante: tornados fuera de temporada y en regiones atípicas

Los meteorólogos coinciden en que estos eventos no son comunes en esta región. Jacob Spender, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional, explicó que:

“A medida que vamos subiendo en la escala EF, estos tornados se vuelven menos frecuentes en las Llanuras del Norte. Sin embargo, eso no significa que no puedan ocurrir, y claramente ha sido el caso este fin de semana.”

Además, mencionó que las tormentas involucraron una combinación peligrosa de supercélulas y un derecho, un tipo de sistema de tormenta en línea que puede generar vientos similares a los de un huracán y tormentas eléctricas extremas.

Consecuencias persistentes: sin electricidad, sin hogar y traumatizados

Al amanecer del lunes, aún había miles de personas sin electricidad entre Dakota del Norte y Nueva York, según informes de las compañías locales de energía. Algunos residentes estiman que estarán desalojados de sus hogares durante semanas o meses.

El trauma posterior a estos eventos también comienza a aflorar. Las comunidades están contratando psicólogos y trabajadores sociales para ayudar a adultos y niños que experimentaron las tormentas de cerca.

Vigilancia y prevención: ¿suficiente preparación?

Spender también advirtió sobre la importancia de tener múltiples sistemas de alerta durante la temporada de tormentas. Recomendó usar no solo alertas por teléfono móvil, sino también radios meteorológicas portátiles y planes de evacuación para zonas remotas. Además, advirtió del riesgo adicional que representa la noche:

“Una gran cantidad de gente vacaciona cerca de lagos en áreas rurales durante el verano. Las tormentas nocturnas son especialmente peligrosas, ya que la visibilidad es nula y muchos residentes pueden estar durmiendo sin saber lo que se acerca.”

¿Cambio climático en juego?

Muchos expertos se preguntan si el cambio climático está alterando la distribución geográfica de estos tornados extremos. Un estudio del NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) señala que en las últimas dos décadas ha habido un rechazo gradual de la "Alameda de los Tornados" tradicional hacia el este del país.

Regiones como el medio oeste, el sudeste de EE.UU. e incluso partes del noreste reciben ahora más tornados fuertes que antes, lo cual es consistente con un cambio en los patrones climáticos globales.

Tragedia y resiliencia: la respuesta comunitaria

Los residentes de estas comunidades afectadas han mostrado una resiliencia extraordinaria. Desde cadenas de ayuda para cortar árboles caídos hasta campañas de colecta de fondos para los que lo perdieron todo, las pequeñas ciudades de Dakota del Norte y Nueva York están demostrando que el espíritu comunitario sigue vivo.

“No dejaremos que el tornado nos defina; nos levantaremos más fuertes”, dijo el alcalde Heidorn mientras coordinaba los esfuerzos de limpieza en Page.