El gran dilema de Indiana: ¿pueden los Pacers sobrevivir sin Tyrese Haliburton?
Tras una histórica temporada y una caída devastadora, la franquicia enfrenta el incierto reto de competir por el título sin su alma en la cancha
Un viaje improbable, truncado en el clímax
Los Indiana Pacers sorprendieron al mundo del baloncesto esta temporada. Comenzaron con un modesto récord de 10 victorias y 15 derrotas, pero con Tyrese Haliburton como arquitecto, lograron sacudir la Conferencia Este con un juego eléctrico que los llevó hasta las Finales de la NBA por segunda vez en su historia. Esta racha incluyó remontadas milagrosas, tiros al filo del reloj y estadísticas que bordeaban lo imposible.
En solo tres semanas, liderados por Haliburton, los Pacers remontaron tres veces desventajas de siete puntos en menos de un minuto hacia el final del último cuarto. Fue un espectáculo sin precedentes en la historia de la liga y una muestra elocuente del impacto de Haliburton. Sin embargo, la historia tuvo un desenlace cruel: una posible rotura del tendón de Aquiles dejó al líder del equipo fuera del séptimo juego en Oklahoma City, y con su ausencia desaparecieron también las esperanzas de levantar el ansiado trofeo.
¿Tiene sentido soñar en grande sin su estrella?
La lesión de Haliburton durante los primeros minutos del partido más importante en la historia reciente de Indiana no solo marcó un antes y un después en el juego, sino también dejó abierta una gran incógnita: ¿Podrán los Pacers competir al máximo nivel si él se pierde toda la temporada 2025-26?
El entrenador Rick Carlisle se mostró optimista: “Él volverá. No tengo ninguna información médica específica todavía, pero sé que va a recuperarse por completo”.
Una baja devastadora… ¿pero irremplazable?
Las estadísticas no mienten. Haliburton fue clave en los playoffs: promedio de 21.8 puntos, 10 asistencias y 4.2 rebotes por partido, 39% desde la línea de tres y líder emocional en la cancha.
Aun así, la estructura pacense tiene motivos para creer:
- 9 de los 10 jugadores principales seguirán en plantilla para la próxima campaña.
- El cap hold de Myles Turner está estimado por debajo de los $30 millones, por lo que es viable mantenerlo en Indiana sin sobrepasar el primer nivel de impuesto de lujo.
- Guardias como Andrew Nembhard y T.J. McConnell ya han demostrado que pueden liderar instancias complejas.
- Bennedict Mathurin y Aaron Nesmith muestran gran proyección tanto ofensiva como defensivamente.
- Ben Sheppard y Jarace Walker podrían beneficiarse con más minutos, lo que favorecería su desarrollo.
Es decir, Haliburton podría ausentarse, pero eso no significa que Indiana deje de ser competitiva.
La era Haliburton está lejos de terminar
Apenas tiene 25 años, y aunque nadie quiere enfrentar una lesión de Aquiles, la historia reciente sugiere que el regreso a la élite es factible. Ejemplos como los de Kevin Durant o Klay Thompson son prueba de que el talento, combinado con ciencia deportiva de alto nivel, permite renacer incluso después de catástrofes físicas.
Pascal Siakam lo resumió mejor que nadie: “Lo sé, vendrán más cosas. Yo estaba sin ganas de jugar hace un par de años, y este grupo me devolvió la alegría. Tyrese hará lo mismo, volverá con fuerza.”
El corazón del equipo: no solo estadística, sino espíritu
Quizás lo más difícil de reemplazar de Haliburton no sean sus asistencias o sus triples, sino su papel como líder emocional. Tras la derrota en Oklahoma, fue él quien consoló a compañeros destrozados por haber caído tan cerca de la gloria.
T.J. McConnell lo describió así: “Muchos estábamos destrozados, y él subió a consolarnos. Ese es Tyrese Haliburton, simplemente el mejor”.
Ese tipo de liderazgo invisible no se enseña ni se entrena, y su ausencia podría pesar tanto como su producción ofensiva.
Una ofensiva ya probada
Los Pacers jugaron a un ritmo endiablado toda la postemporada. Su estilo vertiginoso dejó atrás a adversarios físicamente superiores. Y lo más destacable: su capacidad de mantenerse consistentes incluso cuando Haliburton no estuvo disponible.
Con Siakam como ancla, sumado al aporte versátil de jugadores como Nesmith y Mathurin, Indiana tiene los elementos para replicar —o incluso mejorar— su esquema con Haliburton fuera. La clave será elevar su nivel defensivo, rubro donde mostraron grietas en lapsos críticos.
El Este, ¿una carrera abierta?
La otra cara que no se puede ignorar es la del resto de la liga. Según reportes recientes, otras grandes estrellas del Este como Jayson Tatum (Boston) y Damian Lillard (Milwaukee) también enfrentarían significativas ausencias por lesiones similares. Esto convierte a la Conferencia en una carrera más abierta.
Equipos emergentes como Orlando y Houston ya están apostando fuerte por competir ahora. El Magic, por ejemplo, firmó a Desmond Bane sabiendo que eso los llevaría al impuesto de lujo.
Jeff Weltman, presidente del Magic, lo dijo claro: “Pisamos el acelerador. Saltamos una estación en este tren. Y queremos pagar el precio para ganar ya”.
¿Renacer entre sombras?
Pocas veces un final de temporada deja un sabor tan agridulce. La derrota en el Juego 7 dolió, pero la lesión de Haliburton hundió el ánimo de toda una ciudad. Sin embargo, la resiliencia ya está en el ADN de esta plantilla.
Indiana no tiene tiempo para lamentos. Con una sólida estructura, un núcleo joven comprometido y piezas prometedoras, el proyecto sigue en marcha. La misión será mantener el espíritu competitivo mientras Haliburton se recupera física, y sobre todo, emocionalmente.
Porque si hay algo seguro en esta historia, es que Indiana tiene futuro —con o sin su mago de los triples imposibles.