Dora, la Exploradora: 25 años abriendo caminos en la cultura y la televisión infantil

Del dibujo animado al fenómeno global: cómo una niña latina impulsó la inclusión y el bilingüismo en toda una generación

El nacimiento de un ícono latino

Hace 25 años, una niña valiente, con un peinado particular y una mochila habladora irrumpió en nuestras pantallas preguntando: “Hi, I’m Dora. What’s your name?”. Con esa simple y amistosa frase, Dora la Exploradora comenzó lo que sería un viaje épico no solo a través de mapas, selvas y ciudades perdidas, sino también por el corazón de millones de niños alrededor del mundo.

Dora no solo fue la primera protagonista latina de una serie animada infantil de gran repercusión en Estados Unidos, sino que también estableció un hito al impulsar una programación multicultural y bilingüe en un momento donde la representación latina era escasa en los medios.

Más que entretenimiento, una herramienta educativa poderosa

El mérito de Dora no fue únicamente contar aventuras con su amigo Botas y sortear obstáculos con canciones pegajosas, sino permitir que niñas y niños de orígenes diversos se vieran reflejados en ella. Brenda Victoria Castillo, presidenta y CEO de la National Hispanic Media Coalition, afirmó acertadamente:

“El programa permitió que los latinos fueran representados en la televisión como educadores, enseñando a los espectadores nuestro idioma y mostrando al mismo tiempo las enseñanzas necesarias para la vida infantil”.

La serie debutó en agosto del año 2000 y se convirtió rápidamente en un éxito rotundo para Nickelodeon. Desde habilidades espaciales hasta resolución de problemas, Dora fue mucho más que una niña con ganas de explorar: fue una profesora animada de vida, lengua y cultura.

El fenómeno del “Dora-verso”

Lo que empezó como una simple serie dio paso a un universo propio: el llamado “Dora-verso”. A lo largo de los años se desarrollaron derivados como “Go, Diego, Go!” —centrado en su primo ecologista—, “Dora and Friends: Into the City!” y hasta una película live-action “Dora y la ciudad perdida” (2019), con Isabela Merced, Eva Longoria y Michael Peña.

Actualmente, Nickelodeon celebra el 25º aniversario de la franquicia con todo: una nueva película en acción real titulada “Dora and the Search of Sol Dorado”, una tercera temporada del reboot animado estrenado en 2024, un podcast llamado “Dora's Mermaid Adventures” y, por supuesto, álbumes de música, juguetes y merchandising.

Una actriz que creció con su personaje

Kathleen Herles, la voz original de Dora, fue seleccionada para el papel cuando tenía apenas 7 años. Nacida en Nueva York de padres peruanos, prestó su voz a Dora hasta los 18 años. La experiencia, relata la actriz, fue transformadora:

“Fue el viaje más largo y la mayor aventura de mi vida, sin juego de palabras. Cambió mi vida para siempre, dos veces”

Hoy Herles regresa a la franquicia como la voz de la madre de Dora en el reboot, cerrando un ciclo lleno de emoción y significado.

Representación cultural que importa

Dora no solo enseñaba inglés o español, también mostraba elementos de la identidad cultural latina: desde platillos típicos hasta música y vestimenta. Según Ramsey Naito, presidente de animación de Nickelodeon y Paramount:

“Lo grandioso de Dora es que celebra la cultura latina en cada aspecto —idioma, comida, vestimenta y música— pero también empodera a todos para ser ellos mismos y ser valientes. No es exclusiva. Es inclusiva”.

Un estudio del Latino Donor Collaborative en 2024 reveló que, aunque los latinos representan casi el 20% de la población de EE.UU., siguen estando subrepresentados en televisión: solo un 9,8% en roles principales de series guionadas y un 5% en programas no guionados como conductores.

En este panorama, la figura de Dora como ícono cultural es más vital que nunca. Lo explica Erynn Masi de Casanova, jefa del Departamento de Sociología de la Universidad de Cincinnati:

“Hubo pocos programas en su momento que mostraran protagonistas latinas con el tono de piel o rasgos de Dora. Desde esa perspectiva, la representación es valiosa”.

Dora en el corazón de la cultura pop

Dora ha trascendido más allá del público infantil. La vemos en cameos, parodias y referencias culturales en shows como Inside Out 2 y Saturday Night Live. Tiene su globo gigante en el Desfile de Thanksgiving de Macy’s, y hasta en el programa Alma's Way se puede ver una muñeca de Dora en el fondo de una escena.

Los usuarios de TikTok no han dejado morir su legado: el “Backpack Song” sigue viralizándose, y los recuerdos de quienes crecieron con ella alimentan una nostalgia colectiva que con cada reboot o producto nuevo, se convierte en orgullo.

Dora también crece

La evolución de Dora también ha sido visual y temática. Como cuenta Chris Gifford, cocreador de la serie:

“Ella ha sido mayor, ha sido más joven, ahora tiene un broche en el pelo… pero su esencia, su espíritu positivo, su ‘con tu ayuda puedo lograrlo’, eso se ha mantenido intacto”.

En la nueva película, Samantha Lorraine —de origen cubano y criada en Miami— interpreta a Dora. Dice con orgullo:

“He estado haciendo la audición desde el primer día. Tener la oportunidad de representar a Dora es un honor. Es un legado enorme”.

Impacto global y multilingüe

El fenómeno de Dora se ha traducido a más de 32 idiomas y se transmite en más de 150 países. En Estados Unidos y Australia, enseña español; en países de habla hispana, enseña inglés.

Así, más que un recurso didáctico, se ha convertido en un símbolo de intercambio cultural, fomentando el aprendizaje de lenguas y empatía entre diversidades.

“¡Lo hicimos!”: una frase que marcó una era

Dora ayudó a que una generación se sintiera poderosa. Como explica Gifford:

“Los preescolares son las personas menos poderosas del mundo: no pueden abotonarse un suéter, ni atarse los zapatos... pero si pueden ayudar a Dora a llegar a la Ciudad de los Juguetes Perdidos, eso es especial”.

Desde su primer episodio hasta las nuevas aventuras de 2024 y más allá, Dora ha logrado inspirar, educar y representar. Y hoy, aquellos preescolares que escuchaban “¡Lo hicimos!” al final del episodio, son adultos que sienten que una parte de sí creció con ella.

Valerie Walsh Valdes, co-creadora de la serie, lo resume así:

“Los niños que vieron el show hace 25 años ya crecieron. Y ahora están recordando. Están ahí fuera, reclamando su Dora”.

Como concluye Brenda Castillo:

“Necesitamos más Doras. Si la gente estuviera abierta a aprender otros idiomas, culturas y creencias, y no lo viera como una amenaza, no estaríamos en la situación en que estamos hoy en este país y en el mundo”.

Y mientras cada generación encuentre su propia Dora, esta exploradora seguirá marcando caminos. ¿Lista para la próxima aventura?

Este artículo fue redactado con información de Associated Press