Kevin Durant revoluciona la NBA con su llegada a los Houston Rockets

El veterano de 15 All-Star y dos veces campeón se une a una prometedora plantilla tejana en un traspaso histórico que sacude los cimientos de la liga.

Un traspaso de proporciones históricas

La NBA ha vivido otro terremoto en pleno apogeo de las Finales: Kevin Durant, una de las máximas leyendas de la era moderna del baloncesto, se une a los Houston Rockets. A sus 36 años, Durant sigue siendo una figura influyente tanto dentro como fuera de la cancha, y su traspaso desde los Phoenix Suns al equipo texano podría redefinir completamente la jerarquía del Oeste.

Según fuentes con conocimiento del acuerdo, los Rockets ceden a Dillon Brooks, Jalen Green y seis selecciones futuras del Draft, incluyendo el codiciado pick número 10 de la primera ronda de este año. Esta operación, todavía pendiente de aprobación formal por parte de la NBA, representa una de las mayores apuestas por el presente en la historia reciente de la franquicia.

Un legado que sigue creciendo

Durant promedió 26.6 puntos por partido durante la temporada pasada con Phoenix, alcanzando así los 27.2 puntos y 7 rebotes por encuentro en su ilustre carrera. En sus 17 años en la NBA (sin contar la temporada que perdió por una lesión), ha sido una figura central tanto por su juego letal como por su influencia fuera de la cancha. Como si fueran pocos méritos, Durant también es el máximo anotador de la historia del baloncesto olímpico estadounidense y el único jugador con cuatro medallas de oro olímpicas en la categoría masculina.

Además, su llegada a Houston tiene matices nostálgicos: Durant jugó un año de baloncesto universitario en Texas con los Longhorns, donde fue elegido Jugador del Año en la NCAA en 2007, antes de ser drafteado como número 2 por los Seattle SuperSonics, franquicia que más tarde se transformaría en el Oklahoma City Thunder.

Houston: de promesa a contendiente

Los Rockets, que finalizaron segundos en la Conferencia Oeste, 16 juegos por detrás del líder Oklahoma City Thunder, están listos para hacer un salto cualitativo. El equipo tejano, conformado por una vibrante generación joven, necesitaba una figura veterana y consolidada que pudiera liderarlos en los momentos decisivos. ¿Quién mejor que Durant, con dos anillos de campeón y una experiencia impresionante en playoffs?

Este movimiento parece inspirado por el precedente de los Golden State Warriors, donde Durant ganó sus dos campeonatos junto a Stephen Curry y compañía, convirtiendo a una plantilla joven y talentosa en una dinastía casi imbatible.

Un precio elevado, pero prometedor

En una liga donde los traspasos estelares suelen incluir talentos y rondas de draft, Houston ha apostado fuerte: entregar a un estelar joven como Jalen Green (quien promedió 19.5 puntos esta temporada), junto a un agresivo defensor como Dillon Brooks, significa que han colocado todas sus fichas en el presente.

Pero los Rockets también han acumulado un arsenal de selecciones vía intercambios anteriores, lo que les permite hacer este movimiento sin hipotecar completamente su futuro. Como dato curioso, este traspaso recuerda al famoso paquete que dio Brooklyn a Boston por Paul Pierce y Kevin Garnett, con consecuencias nefastas para los Nets. ¿Correrá Houston la misma suerte o reescribirá la narrativa?

Reacciones inmediatas: entre sorpresa y emoción

El traspaso se filtró en medio de la aparición pública de Durant en el evento Fanatics Fest NYC en Nueva York. Cuando el público comenzó a celebrar la noticia desde sus móviles, Durant simplemente sonrió y comentó: “We’re gonna see, man. We’re gonna see” (Vamos a ver, hombre. Vamos a ver).

Durant es cofundador de Boardroom, una empresa de medios en auge junto a su socio Rich Kleiman, y esa misma marca organiza múltiples eventos junto a la propia Fanatics. Es decir, Durant no solo es un jugador, es una marca global. Y ahora, esa marca se muda a Houston.

Un Oeste cada vez más competitivo

La Conferencia Oeste, históricamente fuerte, entra en una nueva etapa caótica con esta incorporación. Si ya había que contar con los Nuggets campeones de 2023, los jóvenes Thunder líderes del Oeste y los eternamente peligrosos Warriors y Lakers, ahora Houston podría irrumpir en ese grupo de élite. ¿Estamos ante el surgimiento de una nueva dinastía o ante una apuesta que podría salir mal?

El historial de Durant sugiere que su impacto será inmediato. A pesar de las lesiones, siempre ha exhibido un impresionante nivel de eficiencia y liderazgo en postemporada. Agregarlo a un grupo de talento joven moldeado por el técnico Ime Udoka podría ser la combinación perfecta.

La ruta de Durant hasta Houston

  • 2007–2016: SuperSonics / Oklahoma City Thunder — 1 Final de la NBA
  • 2016–2019: Golden State Warriors — 2 anillos de campeonato
  • 2019–2022: Brooklyn Nets — Inestabilidad pese a una plantilla estelar
  • 2022–2025: Phoenix Suns — Eliminaciones frustrantes en playoffs
  • 2025–?: Houston Rockets — ¿La última etapa de gloria?

Durant vs el pasado: ¿puede romper la maldición texana?

Desde los tiempos de Hakeem Olajuwon, los Rockets no han sentido lo que es ser verdaderos contendientes. La era de James Harden, aunque prometedora, terminó entre fracasos y drama. Durant, en cambio, aporta experiencia, temple y una probada capacidad de rendimiento en las etapas más difíciles.

Si Houston logra mantener la salud de Durant y cohesionar rápidamente con el nuevo núcleo, podría convertirse en el equipo revelación de la próxima temporada. No será fácil en una NBA cada vez más balanceada, pero el simple hecho de tener a Durant ya cambia todo.

¿Qué sigue para los Suns?

Para Phoenix, el traspaso representa una especie de reinicio. Obtener una estrella joven como Jalen Green y un jugador defensivo como Dillon Brooks, más seis futuras selecciones del Draft, ofrece flexibilidad a un equipo que lucía estancado. Devin Booker podría liderar una reconstrucción exprés o ser parte del próximo gran traspaso.

Balance del traspaso

Houston RocketsPhoenix Suns
Kevin DurantJalen Green
Dillon Brooks
6 selecciones de Draft (incluyendo el pick #10 de 2025)

Una nueva era en la NBA

Cada vez que Kevin Durant cambia de equipo, la narrativa de la liga se reformula. Pasó en la Bahía, en Brooklyn y ahora en Houston. Lo que está claro es que la historia de la NBA no se puede contar sin KD, y ahora, el capítulo texano comienza con expectativas tan altas como los aleros que lo defenderán desde octubre.

Como dijo Durant aquella noche en Nueva York, entre sonrisas: “Vamos a ver”. Y vaya que todos estaremos mirando.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press