El renacer de Oviedo: Santi Cazorla y un ascenso que emociona al fútbol español

A sus 40 años, el ícono asturiano lidera el regreso de su amado Oviedo a LaLiga, tras más de dos décadas de ausencia

Un regreso al alma

El fútbol es mucho más que goles y títulos. A veces se trata de volver a las raíces, a donde todo comenzó. Así lo entiende Santi Cazorla, quien, a sus 40 años, vivió uno de los momentos más importantes de su carrera al lograr el ascenso a LaLiga con el Real Oviedo, el club que lo vio nacer futbolísticamente.

Después de 20 años de ausencia en la élite y con una historia marcada por altibajos económicos y deportivos, el Oviedo finalmente regresa a la primera división de España tras una intensa eliminatoria contra el Mirandés. La hazaña no solo reescribe la historia del club, sino que también corona el legado de uno de sus hijos pródigos: Santi Cazorla.

Una historia de lucha azul

El Real Oviedo fue fundado en 1926, y aunque ha tenido varios momentos de gloria en el pasado, como aquellas brillantes campañas en la primera división durante los 90, sus últimos 20 años han estado marcados por la adversidad.

En 2003, el club cayó al infierno del fútbol: un doble descenso administrativo lo envió a la Tercera División. La situación financiera era crítica. Sin embargo, su hinchada nunca lo abandonó. Fue esa pasión la que permitió su supervivencia y posterior resurgimiento.

En 2012, un movimiento popular liderado por aficionados logró recaudar fondos para evitar la desaparición del equipo. Fue entonces cuando grandes figuras como Michu y Juan Mata –ambos exjugadores del Oviedo– donaron dinero para salvar al club.

La era Grupo Pachuca

La historia reciente del Oviedo cambió en 2022 cuando el Grupo Pachuca de México se convirtió en accionista mayoritario. El conglomerado, que también posee clubes como León y Pachuca en la Liga MX, apostó por revitalizar al club asturiano.

Con la visión empresarial y deportiva de Pachuca, se invirtió en infraestructura, cuerpo técnico y plantilla. La apuesta era clara: llevar al equipo de vuelta a LaLiga. Y lo lograron, en gran parte, gracias a un regreso tan inesperado como emotivo: Santi Cazorla.

El retorno del alma

En 2023, Santi Cazorla decidió volver a Oviedo tras su paso por el Al Sadd de Catar. Su regreso fue recibido con júbilo por la afición. Pocos podían imaginar que, un año después, el jugador sería determinante para lograr un ascenso histórico.

En el encuentro de vuelta del playoff de ascenso frente al Mirandés, y tras haber perdido 1-0 en la ida, Oviedo logró revertir la eliminatoria. Cazorla marcó de penal en el minuto 39, empatando el global. Posteriormente, un tanto de Francisco Portillo en la prórroga selló el 3-2 global y escribió un nuevo capítulo de gloria.

“A los 40 años, esto es lo más grande que he vivido. He ganado Eurocopas, Premier, pero nada como esto”, confesó un emocionado Cazorla tras el pitazo final.

Una figura ejemplar

Cazorla es uno de los jugadores más respetados del fútbol español. Su paso por Villarreal, Málaga, Arsenal y la selección española dejó una huella profunda. En Arsenal, bajo las órdenes de Arsène Wenger, se convirtió en uno de los mediocampistas más influyentes de la Premier League.

Su historia está marcada también por la superación personal y futbolística. Entre 2016 y 2018, Cazorla estuvo a punto de retirarse debido a una grave infección en el tobillo. Los médicos le dijeron que podía perder la pierna. Pero volvió, y lo hizo a un nivel altísimo.

Ese espíritu inquebrantable fue el que llevó a Cazorla a volver a casa. Su comunidad, su estadio, su familia. El ascenso del Oviedo es tanto un triunfo colectivo como una historia de redención personal.

La afición, el motor azul

Uno de los elementos claves en este renacer oviedista ha sido su afición. El Carlos Tartiere vibró como no lo hacía hace décadas. El club vendió todas las entradas para el partido de vuelta en apenas unas horas y más de 30.000 personas se dieron cita.

El gol de Cazorla fue celebrado no solo como un paso hacia la Primera División, sino como una reconciliación entre el pasado y el presente. La conexión emocional entre el equipo y su hinchada ha sido, sin duda, uno de los motores para este logro.

Veljko Paunović, el arquitecto silencioso

Digna de mención es también la labor del técnico Veljko Paunović, exjugador serbio y actual entrenador del club. Paunović tomó las riendas en marzo de 2024 e imprimió carácter y orden al equipo. Con experiencia previa en clubes como el Reading y la Selección Sub-20 de Serbia (campeona mundial en 2015), logró armar un grupo compacto y comprometido.

Su influencia táctica fue crucial para sobrepasar a rivales como Eibar, Sporting o el propio Mirandés, quienes también aspiraban al ascenso.

Un futuro prometedor

No cabe duda de que el Real Oviedo tiene por delante un enorme desafío: mantenerse en LaLiga. La Primera División es un ecosistema competitivo y brutal, donde equipos recién ascendidos suelen sufrir.

Sin embargo, la combinación de pasión local, solidez institucional y experiencia en gestión deportiva del Grupo Pachuca les brinda una base más sólida que la de muchos otros ascendidos históricos. Además, cuentan con un emblema humano en la figura de Cazorla, quien seguramente permanecerá en el organigrama del club tras su retirada.

El contraste con el drama en Argelia

Este ascenso se da en un contexto global donde el fútbol también ha sido escenario de tragedias. En Argelia, la victoria del Mouloudia Club d’Alger se vio empañada por el colapso de una grada que dejó tres personas fallecidas y más de 80 heridos. Este lamentable hecho nos recuerda que el deporte puede unirnos, pero también requiere máximos estándares de seguridad y prevención para el bienestar de todos los aficionados.

El legado de Cazorla: corazón y fútbol

Más allá del ascenso en sí, este momento reafirma que hay figuras como Santi Cazorla que desafían la lógica del profesionalismo moderno. Fútbol romántico en tiempos de cifras y contratos millonarios. Su decisión de volver al club de su infancia y poner su talento y experiencia al servicio de sus raíces fue clave.

“Tengo un sentimiento muy especial por este club. Aquí comencé a los 9 años. Aquí están mis amigos, mi familia. Seré un oviedista toda la vida”, remarcó con orgullo.

El fútbol necesita más historias como esta, donde el amor por la camiseta, la lucha contra la adversidad y la conexión con el hincha están por encima de los contratos y la fama.

¡Bienvenido otra vez, Real Oviedo!

El fútbol español recupera a uno de sus históricos. Y lo hace con un héroe improbable a la cabeza. Santi Cazorla regaló a Asturias y a Oviedo una alegría que se venía esperando hace décadas. Desde ahora, cada vez que ruja el Carlos Tartiere en una noche de enfrentamiento en LaLiga, resonará también un mensaje: el corazón también gana partidos.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press