Marlee Matlin y la revolución silenciosa del cine inclusivo

Una mirada íntima y revolucionaria al documental de Matlin, dirigido por Shoshannah Stern, que redefine cómo se cuentan las historias desde la perspectiva de la comunidad sorda.

Un documental que desafía los códigos del cine tradicional

"Marlee Matlin: Not Alone Anymore" no es simplemente un documental biográfico. Es una declaración de principios. Dirigido por Shoshannah Stern —también sorda y debutante como directora—, este filme representa un antes y un después en cómo se representa la sordera en el cine. Más allá del recorrido personal y profesional de Matlin, la película propone una nueva gramática visual y sensorial basada en la Lengua de Señas Americana (ASL) y la comunicación visual.

Esta producción, que llega a salas seleccionadas con altas expectativas, narra la vida de la primera actriz sorda en ganar un premio Óscar por su rol en "Children of a Lesser God" (1986), abordando vivencias profundamente personales: una infancia en una familia oyente, una industria excluyente con personas sordas, su camino hacia la sobriedad y una relación abusiva con el fallecido actor William Hurt.

Shoshannah Stern: una mirada auténtica desde dentro

Que Matlin confiara la dirección del proyecto a una directora sorda sin experiencia como Stern no fue casualidad. Para la actriz, solo alguien que ha vivido su misma realidad podría verla realmente. Stern, quien nunca había visto hasta entonces a una persona sorda dirigir cine o televisión, lo describió como un reto íntimamente ligado a reformular una forma artística centrada históricamente en el sonido.

Como Stern explicó: "Había que replantear lo que es un documental visualmente, adaptarlo a cómo una persona sorda vive el mundo". Y logro lo hizo con gran habilidad utilizando estrategias innovadoras como:

  • Cámara con encuadres amplios para captar la comunicación en lengua de señas.
  • Subtítulos integrados directamente en la imagen.
  • División de pantalla para mostrar visualmente el discurso narrado.
  • Diseño sonoro disruptivo que refleja la experiencia auditiva de las personas sordas.

Estos recursos no solo son altamente inmersivos para la audiencia oyente, sino también una forma de inclusión narrativa sin precedentes. Stern afirma no haber sentido miedo al hacer el proyecto porque Matlin confió en ella desde el principio. "Eso para mí fue clave", dijo.

Más allá del #MeToo: la historia que Marlee necesitaba contar

Aunque Matlin escribió su autobiografía "I’ll Scream Later" en 2009, considera que su impacto fue limitado, principalmente porque se publicó antes del movimiento #MeToo, cuando los medios aún no tomaban en serio los relatos de abuso y trauma desde lo subjetivo.

Este documental es una forma de gritar visualmente”, explicó Matlin. Usar su lengua materna, el ASL, frente a cámaras y bajo el lente de una directora sorda, le permitió contar su vida sin filtros ni traducciones culturales. Fue también una forma de subrayar una verdad básica pero olvidada en Hollywood: las personas sordas existen y quieren estar representadas con autenticidad.

“CODA”: un triunfo, pero no la revolución esperada

Cuando "CODA" ganó el Óscar a Mejor Película en 2022, pareció que las puertas comenzaban a abrirse para los actores sordos. Troy Kotsur, quien interpretó al padre de la protagonista —y ganó el Óscar a Mejor Actor Secundario—, fue otro ícono de ese momento histórico. El filme rompió esquemas al incorporar subtítulos que no podían ser desactivados, forzando al público oyente a vivir una mínima parte de la realidad sorda.

Matlin fue firme en su discurso durante la temporada de premios: "Estamos aquí y queremos ser parte del proceso creativo, en todos los niveles de producción". Sin embargo, hoy reconoce que, aunque fue un hito, no rompió del todo las barreras: “Fue un momento. Pero no sabemos si hubo un movimiento.”

Del guion al vestuario: inclusión real en Hollywood

Matlin insiste en que la inclusión no se limita al reparto actoral. Requiere presencia de personas sordas en guion, dirección, edición, producción y hasta en departamentos como maquillaje o vestuario. “Llevo 40 años escuchando que habrá cambios, pero los cambios reales son escasos. Queremos acción, no palabras”, exige Matlin.

Esta postura también es una crítica directa a las estructuras mediáticas tradicionales. La actriz mencionó al crítico Rex Reed, quien insinuó que su Óscar fue un "voto de lástima". “Me pregunto si ahora tendrá el valor de ver este documental y reconocer que estaba equivocado”, lanzó Matlin sin rodeos.

La revolución visual en la narrativa documental

Uno de los logros más innovadores del documental fue cómo rompe generaciones de dependencias sonoras en la narración cinematográfica. Stern realizó lo que podría describirse como una cirugía semiótica: separar visualmente palabras, signos y emociones para reconstruir una narrativa accesible tanto para personas sordas como oyentes.

Queríamos mostrar cómo Marlee experimenta el lenguaje y el mundo”, mencionó Stern. La respuesta del público en festivales como Sundance fue rotundamente positiva, aunque, como Marlee advirtió en aquel evento, “esto no necesariamente durará.”

Un espejo para la industria del cine

Desde la alfombra roja hasta el set, las personas sordas siguen siendo una minoría significativamente marginada en todos los niveles de producción. “Queremos actuar. Queremos ser técnicos. Queremos simplemente participar”, recalca Matlin. El documental es una verdadera llamada de atención a Hollywood, pero también un regalo: una historia de superación, talento y tenacidad narrada desde el alma.

Cuando se cierra el telón al final del documental, no solo se ha contado la vida de una actriz. Se ha trazado una hoja de ruta de lo que debería ser el cine: una ventana honesta, inclusiva y humana. Y por sobre todo, un llamado a ver, no solo con los oídos, sino con los ojos, el corazón y la empatía.

Más que cine, una revolución pendiente

Marlee Matlin y Shoshannah Stern han demostrado que la inclusión auténtica no se negocia. No basta con abrir una puerta cada década. El cine debe ser el reflejo de todos. El documental Not Alone Anymore no solo redefine el género como una experiencia visual y sensorial. También se erige como la inspiración para una nueva generación de narradores sordos y oyentes comprometidos.

Y cuando la historia lo exige, como Matlin nos enseña, no se grita con palabras, sino con imágenes que hacen temblar las estructuras.

Este artículo fue redactado con información de Associated Press